HISTORIA
DE LOS MUNDIALES DE FÚTBOL
MUNDIAL
1962 –
WORLD
CUP 1962 PARTE 5
COPA
DO MUNDO 1962
13
SUERTE O AZAR
Según
el jugador brasileño Zagallo suerte, los jugadores uruguayos no
pensaron igual la numeración fue del 1 al 23, nadie quiso la casaca
13.
RECORD
DE LESIONADOS
50
jugadores se lesionan durante los primeros 4 días de
campeonato.
LA
ROJA URUGUAYA
Uruguay presento
en este Mundial la camiseta roja como de Reserva utilizandola frente
al conjunto azul de Colombia .
EL
JUEZ QUE EMPATO UN PARTIDO
El
brasileño Joao Etzel Filho arbitró el Colombia - Unión.
Cuando faltaban 22 minutos, la URSS ganaba 4 a 1
y Colombia logró remontar. ¿Fue realmente una hazaña? Etzel Filho
confesó años después: "Yo empaté aquel partido. Soy
descendiente de húngaros y odio a los rusos desde la invasión
soviética a Hungría en 1956".
EL
ARBITRO QUE EMPATÓ UN PARTIDO
Por
Miguel Bujalance
En un momento de luto para los defensores de los ritos playboyescos del italiano (me incluyo sin rubor), es justo recordar a otro Briatore de la competición futbolística. Con menos glamour, el arbitro brasileño Joao Etzel Filho manipuló un partido del mundial de 1962 a su antojo. Eso sí, no fue por dinero, ni para ayudar a los colombianos, sino por venganza. Mismo pecador para diferente pecado. Al menos no permitió que nadie se estrellara contra el larguero. Simplemente ayudó a Colombia a empatar a cuatro con la Unión Soviética impulsado por su odio atávico a la superpotencia comunista.
Colombia había comenzado el torneo perdiendo con Uruguay y necesitaba puntuar ante los rusos si quería pasar a la siguiente fase. La selección cafetera contaba con un equipo aseado, liderado por jugadores con apodos que parecen salidos del boxeo como Efraín El Caiman, Charol González, Cuca Aceras o Canocho Echevarry. Enfrente, la vigente campeona de Europa, con Yashin en la retaguardia. La primera parte del partido fue un paseo para el equipo rojo. El tres a cero parecía una losa demasiado pesada para los colombianos, cuando Coll todavía en el primer tiempo batió de vaselina a la Araña Negra.
El segundo tiempo recordó a los soviéticos la ira adormecida de Etzel Filho, que años más tarde reconoció que sus orígenes húngaros no perdonaban la dura represión que sufrió la nación de Puskas tras la invasión de 1956. La ayuda arbitral animó a los colombianos, que incluso marcaron un gol olímpico. Este juez paulista gozaba de un reconocido prestigio internacional, pero su sangre fue más espesa que su profesionalidad. "Yo empaté aquel partido. Soy descendiente de húngaros y odio a los rusos", llegó a declarar. Unos días antes había arbitrado el Yugoslavia-Uruguay, partido que concluyó con victoria balcánica, después de un festival de patadas de todos los colores.
El empate cafetero forma parte de la mitología de su selección. La trascendencia mediática fue tan grande que el presidente Guillermo León Valencia manifestó en un discurso: "Felicitaciones, compatriotas; fue un triunfo de la democracia sobre el totalitarismo". Desgraciadamente para él, Colombia caería ante los yugoslavos en el último partido del grupo y los enemigos de Etzel Filho seguirían en la competición.
En un momento de luto para los defensores de los ritos playboyescos del italiano (me incluyo sin rubor), es justo recordar a otro Briatore de la competición futbolística. Con menos glamour, el arbitro brasileño Joao Etzel Filho manipuló un partido del mundial de 1962 a su antojo. Eso sí, no fue por dinero, ni para ayudar a los colombianos, sino por venganza. Mismo pecador para diferente pecado. Al menos no permitió que nadie se estrellara contra el larguero. Simplemente ayudó a Colombia a empatar a cuatro con la Unión Soviética impulsado por su odio atávico a la superpotencia comunista.
Colombia había comenzado el torneo perdiendo con Uruguay y necesitaba puntuar ante los rusos si quería pasar a la siguiente fase. La selección cafetera contaba con un equipo aseado, liderado por jugadores con apodos que parecen salidos del boxeo como Efraín El Caiman, Charol González, Cuca Aceras o Canocho Echevarry. Enfrente, la vigente campeona de Europa, con Yashin en la retaguardia. La primera parte del partido fue un paseo para el equipo rojo. El tres a cero parecía una losa demasiado pesada para los colombianos, cuando Coll todavía en el primer tiempo batió de vaselina a la Araña Negra.
El segundo tiempo recordó a los soviéticos la ira adormecida de Etzel Filho, que años más tarde reconoció que sus orígenes húngaros no perdonaban la dura represión que sufrió la nación de Puskas tras la invasión de 1956. La ayuda arbitral animó a los colombianos, que incluso marcaron un gol olímpico. Este juez paulista gozaba de un reconocido prestigio internacional, pero su sangre fue más espesa que su profesionalidad. "Yo empaté aquel partido. Soy descendiente de húngaros y odio a los rusos", llegó a declarar. Unos días antes había arbitrado el Yugoslavia-Uruguay, partido que concluyó con victoria balcánica, después de un festival de patadas de todos los colores.
El empate cafetero forma parte de la mitología de su selección. La trascendencia mediática fue tan grande que el presidente Guillermo León Valencia manifestó en un discurso: "Felicitaciones, compatriotas; fue un triunfo de la democracia sobre el totalitarismo". Desgraciadamente para él, Colombia caería ante los yugoslavos en el último partido del grupo y los enemigos de Etzel Filho seguirían en la competición.
"En
Chile nos sentíamos como en otro planeta". Así lo confiesa,
cincuenta años después, Herman Cuca Aceros, uno de los
protagonistas de la primera gran proeza del fútbol colombiano: el
debut en un Mundial (Chile 1962).
Y
aunque tuvieron que recoger dinero para cumplir con esa cita, los 22
jugadores que intervinieron en el Mundial, lograron reconocimiento
del país como único premio a la actuación. "Ese es el mayor
premio que tuvimos. Hoy, incluso, nos llaman mundialistas",
reconoce Rolando Serrano, otro de los protagonistas de ese primer
capítulo grande del fútbol colombiano.
Para
conjugar esa hazaña, sin embargo, reconocen que necesitaron de la
prodigiosa mano de Adolfo Pedernera, un delantero argentino que hizo
magia con sus pies en la época de El Dorado, y que fue capaz de
convencerlos de que tenían talento. Como seleccionador del equipo,
en 1961, Pedernera logró el tiquete para Chile. Le ganaron la
eliminatoria a Perú para luego ir a territorio austral y dejar
huella.
Y
lo lograron, porque si bien el debut, el 30 de mayo de 1962, en
Arica, fue con caída 1-2 ante Uruguay, 50 años después todavía se
les recuerda.
El
empate 4-4, con la otrora Unión Soviética, y el gol olímpico
(único en las 19 ediciones del torneo), que le anotó el
barranquillero Marcos Coll al considerado mejor arquero de todos los
tiempos, Lev Yashin, configuraron esa hazaña nacional.
El
Cobo marcó el camino
Cumplido medio siglo de ese debut internacional, el barranquillero Antonio Rada y el santandereano Herman Cuca Aceros rememoran ese acontecimiento protagonizado por 22 compatriotas, 9 ya fallecidos.
Cumplido medio siglo de ese debut internacional, el barranquillero Antonio Rada y el santandereano Herman Cuca Aceros rememoran ese acontecimiento protagonizado por 22 compatriotas, 9 ya fallecidos.
Feliz
con sus 24 hijos y 27 nietos, Rada señala que recibieron de a mil
pesos por la clasificación. De su memoria no se ha borrado el primer
gol colombiano, anotado por Francisco Cobo Zuluaga, gracias a un
penalti frente a Uruguay, a los 19 minutos de ese partido.
Y,
como anécdota, cuenta que, el 3 de junio, en el juego ante URSS,
Yashin, a quien apodaban Araña Negra, "madreó a sus compañeros
por el 4-4 y luego nos felicitó de mano por el gol olímpico que
conseguimos con Marcos Coll".
Al
igual que Rada, Cuca Aceros quien anotó frente a los soviéticos, no
se explica "cómo aprendimos a manejar esos balones tipo piedra
que pesaban una libra".
NILTON SANTOS Y SU AMIGO MANÉ GARRINCHA
LLEVADO
POR LA POLICIA
Un lugar infame en la
historia del Mundial aseguró el italiano Giorgio Ferrini. En
el partidocontra el anfitrión, Chile, fue
expulsado, pero se negó a abandonar el lugar. Durante
diez minutos se quedó en
el césped. Luego fue llevado por la
policía chilena de
la plaza. El juegohabía sido caracterizado por la
dureza extrema ya - hubo varias peleas.
EL
PERRO QUE DRIBLEO AL PROPIO GARRINCHA
Na
Copa do Mundo do Chile, realizada em 1962, na disputada partida entre
Brasil e Inglaterra em cachorro invadiu o campo e proporcionou uma
das cenas mais hilárias de todos os tempos da Copa. O habilidoso
Garrincha foi pra cima do animal, porém tomou um drible. Já o
jogador inglês Greaves, que não era tão habilidoso quanto o ponta
brasileiro, teve sucesso e pegou o cão.
¿
EL MUNDIAL DE LOS PERROS ?
Jimmy
Graves atrapó un perro en medio del partido entre su selección,
Inglaterra y Brasil que lo orinó en la camiseta. En la vuelta
Olímpica de Brasil también un perro acompaño a los jugadores .
ARGENTINOS
POR EL MUNDO
3 argentinos
figuras fueron parte de otros países (Di Stéfano en España,
Sívori en Italia y Pedernera en Colombia). 12 jugadores utilizó el
campeón, récord en Mundiales
COBERTURA
MUNDIAL
800
periodistas de todo el mundo fueron a cubrir el campeonato a Chile.
UN
MUNDIAL SIN DITBORN
33
días antes del comienzo murió Ditborn Pinto, el propulsor del
mundial en Chile.
LOS
MEJORES GOLES DEL MUNDIAL 62 : Golazos
: Tichy de Hungría contra Inglaterra, Leonel Sánchez de tiro
libre para Chile contrala URSS, Jorge Toro de Chile contra Brasil .
FOTOGRAFOS AL CAMPO DE JUEGO
Mirando videos de la Final llama la atención como los
fotógrafos ingresaban al campo de juego para realizar su trabajo
luego de hechos los goles.
LA
FINAL DEL MUNDIAL PARA TODOS
Por
primera vez la final de un Mundial se vio en vivo y en directo en
otros países, aunque fue en blanco y negro y muy pocos destinos.
ESTRELLAS
LESIONADALos
recuerdos del Mundial 1962 son más tristes que alegres. Las lesiones
de Di Stéfano antes de empezar (no jugó ningún Mundial), de Pelé
después de dos partidos y de Yashin apenas comenzado le sacaron
prestigio además de ser reconocido como uno de los peores mundiales
por su nivel de juego, las infracciones y la violencia.UN
MUNDIAL CON MUCHOS CONFLICTOS
En
el Grupo 1 se vieron grandes actos de violencia con el triunfo de
Yugoslavia sobre Uruguay y en el 1-0 de Chile sobre Italia conocido
como la
Batalla de Santiago.
La historia venía de antes por la oposición de los dirigentes tanos
a que se dispute el Mundial en Chile, entonces el clima con la gente
furiosa ya motivaba a lío. A los siete minutos Italia se quedó con
uno menos, Maschio –argentino con la azzurra- recibió un cross de
izquierda que le rompió el tabique a lo que el árbitro ni amonestó
a Leonel Sánchez. A los cinco minutos expulsó al italiano David por
una acción similar y todo terminó con corridas y todos a las piñas.
FIGURA
AFIEBRADA
39
son los grados de fiebre que tuvo la figura del Mundial de Chile en
la final. Fue el brasileño Garrincha, quién no apareció en las
fotos de los festejos.
SU
PRIMER MUNDIAL
As
seleções da Bulgária e da Colômbia faziam sua primeira
participação na competição.
LAS
GOLEADAS DEL MUNDIAL 62
A
edição teve duas grandes goleadas: Iugoslávia 5 x 0 Colômbia e
Hungria 6 x 1 Bulgária, além do empate com o maior número de gols
em Copas: União Soviética 4 x 4 Colômbia.
LAS
ESTRELLAS DEL MUNDIAL 62
A
copa contou com grandes jogadores, como Djalma
Santos, Vavá, Amarildo e Garrincha do
Brasil, Viliam
Schrojf e Josef
Masopust da
Tchecoslováquia e Karl-Heinz
Schnellinger e Uwe
Seelerda
Alemanha Ocidental.
LA
SEGUNDA FASE
Uma
curiosidade que aconteceu, foi na semifinal entre Brasil e Chile: o
jogador brasileiro Garrincha fez
uma falta grave no chileno Eladio
Rojas.
O árbitro foi avisado do fato e certamente expulsou Garrincha de
campo; então por que ele pôde participar da final contra a
Tchecoslováquia? Caberia à FIFA decidir a sorte dele e as
perspectivas não eram boas. A pena por agressão era de, no mínimo,
um jogo de suspensão. Convocado a depor no tribunal da FIFA, o
árbitro Arturo
Yamasaki declarou
não ter visto a agressão e que a expulsão do jogador deveu-se a
informações passadas pelo bandeirinha, o uruguaio Esteban Marino. A
FIFA, então, convocou Marino para depor e ele, misteriosamente,
nunca apareceu. A versão oficial é que ele já teria retornado ao
Uruguai, porém não foi visto por lá também. Comentou-se então
nos bastidores que ele teria recebido uma bela soma em dinheiro
(falou-se em US$ 15 mil, boa quantia para a época) para desaparecer
do mapa. Seja como for, o certo é que, sem o depoimento de Marino, a
agressão não ficou comprovada (fotos e filmes não eram aceitos
como prova naquele tempo) e Garrincha foi liberado para jogar a
grande final após receber apenas uma advertência. E, coincidência
ou não, Esteban Marino foi contratado pela Federação Paulista de
Futebol para atuar no Brasil alguns meses depois da Copa.
Quartas
de final em diante
Pode-se
dizer que o Brasil só decolou a partir das Quartas quando Mané
chamou para si a responsabilidade e dizimou o English Team: 3 a
1. No dia seguinte, os jornais chilenos estampavam: "?Garrincha,
de que planeta vienes?"[carece de
fontes?].
Uma
surpresa foi a vitória da irregular Tchecoslováquia contra a forte
Hungria por 1 a 0. Os chilenos iam ao delírio ao despacharem a URSS
por 2 a 1 e chegarem às semifinais. A Iugoslávia venceu a Alemanha
Ocidental por 1 a 0, num dos vários duelos com os tedescos válidos
pelas Quartas de uma Copa do Mundo.
Nas
semifinais o Brasil venceu o Chile dono da casa por 4 a 2 no Estádio
Nacional lotado. Os chilenos, com o lema "como nada temos
queremos tudo", surpreenderam e ficaram com um honroso terceiro
lugar ao derrotar a Iugoslávia. A Tchecolováquia, que cresceu
durante a competição, venceu a Iugoslávia por 3 a 1.
CONCENTRACION DE BRASIL : NILTON SANTOS, ALTAIR, DJALMA SANTOS, PELÉ, JAIR Y MARINHO
GOL
RAPIDO
O
segundo gol mais rápido das Copas foi marcado aos quinze segundos
pelo checo Václav
Mašek,
na partida Tchecoslováquia - México.
MUNDIAL
EN VIDEOS
Essa
foi a primeira Copa vista pelos brasileiros em videoteipe. As fitas
chegavam de avião e eram exibidas nos dias seguintes aos jogos.
2
DIAS DE ATRASO
Esta
seria a última Copa do Mundo a não ser transmitida ao vivo para
a Europa,
pois ela se realizou pouco antes do lançamento do satélite Telstar e
o início das transmissões intercontinentais entre América e
Europa. No Reino
Unido,
a BBC transmitia
as partidas ao vivo via rádio e
os cinemas exibiam as partidas com dois dias de atraso.
MARTA
ROCHA Y LA COPA DEL MUNDO 1962
O
zagueiro Mauro, capitão da Seleção brasileira, ganhou o apelido
de Marta
Rocha por
jogar bonito e elegante.
PELÉ Y GARRINCHA
UN
TEMA DE VESTUARIO
Na
tribuna de imprensa, depois da vitória inaugural, todos
os jornalistas brasileiros
eram obrigados a trabalhar com roupa daquele primeiro jogo. Quem
mudasse uma peça qualquer era impedido pelos companheiros de entrar.
EUFORIA
CHILENA
O
jogo semifinal entre Brasil e Chile foi
inicialmente marcado para acontecer no Estádio
Sausalito em Viña
del Mar,
mas foi posteriormente marcado para o Estádio
Nacional em Santiago,
com vistas à maior renda de bilheteria que o estádio da capital
podia oferecer por ter maior capacidade. Estavam certos: nesse jogo,
o Estádio Nacional receberia o maior público de sua história.
Cerca de 72.896 pessoas assistiram à vitória brasileira por 4-2.
COMIDA
ENVENENADA
Na
manhã da semifinal contra o Chile, a comissão técnica brasileira
saiu para comprar salame, mortadela, queijo e pão.
Os jogadores almoçaram apenas sanduíches. Como o jogo era contra os
donos da casa, a seleção estava com medo de que algo pudesse ser
colocado na comida do hotel.
UN
TEMA DE TACTICAS
Outra
dos brasileiros: inicialmente previsto para viajarem de ônibus
de Viña
del Mar até Santiago para
jogarem a semifinal, a delegação brasileira decidiu viajar de trem,
e mandaram o ônibus ir para os arredores deSantiago onde
havia uma estação de trem para desembarque. A delegação
brasileira aí mesmo, desceu do trem, e pegou o ônibus sem problemas
até Santiago,
evitando possíveis hostilidades da torcida chilena no caminho.
CONCENTRACIÓN DE BRASIL
LA
CABÁLA DE MACHADO
Paulo
Machado de Carvalho,
chefe da delegação, usou o mesmo terno marrom para
viajar a Suécia,
em 1958,
e ao Chile.
LA
DOLARIZACIÓN MUNDIAL
Todos
os ingressos foram impressos com os valores em dólares
americanos
ORGULLO
SUDAMERICANO
Os
ingressos para a final estavam entre US$2,20 (seção Maipu) e
US$5 (seção Andes Sur).
Após
a seleção chilena vencer a Iugoslávia na
disputa do terceiro lugar, chilenos após a partida gritavam a
seguinte frase: "hoy Chile tercero,
mañana Brasil en primero" contando com a vitória
do Brasil honrando
o continente contra a Tchecoslováquia
CARENCIAS
CHILENAS
La
elección de Chile por parte de la FIFA, sin embargo, extrañó a más
de uno, y hubo quienes consideraron que el país no disponía de las
infraestructuras adecuadas (estadios, carreteras de acceso o
capacidad) y que era incapaz de albergar un acontecimiento de
semejantes dimensiones.
LA
BATALLA DE SANTIAGO
El
2 de junio se materializó la recordada "Batalla de
Santiago", un duelo entre Chile e Italia (2-0) lleno de morbo
por el desmedro con que los europeos -sobre todo la prensa- miraban
al equipo chileno.
Lo que desató los malos ánimos fue la crónica que dos periodistas italianos realizaron para el periódico "Il Resto del Carlino", donde se hacía una particular mención sobre el país organizador de la Copa del Mundo.
"En vano los chilenos, como para consolar a los italianos, dicen que Santiago se parece a Turín [...] Y ello tal vez para tratar de hacer olvidar la realidad de esta capital, que es el símbolo triste de uno de los países subdesarrollados del mundo y afligido por todos los males posibles: desnutrición, prostitución, analfabetismo, alcoholismo, miseria...", se escribió en la nota, lo que provocó la indignación de la sociedad criolla.
Lo que desató los malos ánimos fue la crónica que dos periodistas italianos realizaron para el periódico "Il Resto del Carlino", donde se hacía una particular mención sobre el país organizador de la Copa del Mundo.
"En vano los chilenos, como para consolar a los italianos, dicen que Santiago se parece a Turín [...] Y ello tal vez para tratar de hacer olvidar la realidad de esta capital, que es el símbolo triste de uno de los países subdesarrollados del mundo y afligido por todos los males posibles: desnutrición, prostitución, analfabetismo, alcoholismo, miseria...", se escribió en la nota, lo que provocó la indignación de la sociedad criolla.
Chile
"se vengó" en cancha, pues con goles de Jaime Ramírez y
Jorge Toro venció 2-0 al equipo peninsular y aseguró su paso a la
siguiente fase.
Pero
la revancha más recordada llegó en el puño izquierdo de Leonel
Sánchez. El delantero se enfrascó en una particular discusión con
el defensa Mario David, y después de una polémica jugada, propinó
un golpe al italiano.
La
jugada se recuerda no sólo por la agresión, sino porque mientras
David se fue expulsado, Sánchez no recibió sanción alguna.
A
LOS BOTELLAZOS
GARRINCHA
LIGA UN BOTELAZO
Se jugaba la Copa Mundo en Santiago. El encuentro Brasil-Chile comienza muy fuerte y sigue peor. Se juega duro. El público hostiliza constantemente a los brasileros. Los chilenos consiguen el primer tanto y las graderías se enloquecen. Pelota al centro. Pelé a Vavá. Se escapa Garrincha con el pase de Vavá, y anota de un tiro violento. Quince minutos más tarde recoge una pelota de Nilton Santos en el medio campo. Pica la pelota y rebasa a la defensiva chilena para fusilar al guardavallas. De las graderías energúmenas vuela una botella; Garrincha cae al suelo bañado en sangre. Lo llevan a la clínica y no puede volver al partido. "Salí riéndome. Les gané yo solo a los chilenos 3-1. ¡3 a 1! Sí. Dos goles y un botellazo que también se cuenta".
Se jugaba la Copa Mundo en Santiago. El encuentro Brasil-Chile comienza muy fuerte y sigue peor. Se juega duro. El público hostiliza constantemente a los brasileros. Los chilenos consiguen el primer tanto y las graderías se enloquecen. Pelota al centro. Pelé a Vavá. Se escapa Garrincha con el pase de Vavá, y anota de un tiro violento. Quince minutos más tarde recoge una pelota de Nilton Santos en el medio campo. Pica la pelota y rebasa a la defensiva chilena para fusilar al guardavallas. De las graderías energúmenas vuela una botella; Garrincha cae al suelo bañado en sangre. Lo llevan a la clínica y no puede volver al partido. "Salí riéndome. Les gané yo solo a los chilenos 3-1. ¡3 a 1! Sí. Dos goles y un botellazo que también se cuenta".
EXPULSADO
POR SUS PROPIOS COMPAÑEROS
Escena
de Chile vs Yugoslavia ataja el arq europeo
Uno de los hechos mas curiosos que ocurrió en éste mundial fue el que protagonizaron los jugadores yugoslavos luego del partido que perdieron contra la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas por 2 a 0, el 30 de Mayo en Arica, por la primera rueda, donde el mediocampista de Yugoslavia, Mujic, en una reacción violenta sin pelota le fracturó la tibia y el peroné de la pierna izquierda al zaguero ruso Dubinsky.
Entonces entre los dirigentes yugoslavos y sus propios compañeros decidieron la expulsión del equipo de Mujic.
El defensor soviético nunca podo recuperarse de la lesión sufrida, luego de varias operaciones, donde incluso le debieron amputar la pierna, en 1969 fallece debido a una infección en la mortal herida.
El saldo final fue el siguiente:
Rusos: Dubinsky – Fractura de tibia y peroné en la pierna derecha.
Metreveli – Herida cortante en la ceja, doce puntos de sutura.
Ponedeljnik – Hematoma en el tobillo.
Yugoslavos: Matus – Fractura del tabique nasal.
Mujic – Golpe con herida cortante en un tobillo.
Dos días después del encuentro contra los rusos, en el mismo estadio, los yugoslavos protagonizarían otra batalla campal, ésta vez los rivales fueron los uruguayos, quienes cayeron derrotados frente a los europeos por 3 a 1.
Uno de los hechos mas curiosos que ocurrió en éste mundial fue el que protagonizaron los jugadores yugoslavos luego del partido que perdieron contra la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas por 2 a 0, el 30 de Mayo en Arica, por la primera rueda, donde el mediocampista de Yugoslavia, Mujic, en una reacción violenta sin pelota le fracturó la tibia y el peroné de la pierna izquierda al zaguero ruso Dubinsky.
Entonces entre los dirigentes yugoslavos y sus propios compañeros decidieron la expulsión del equipo de Mujic.
El defensor soviético nunca podo recuperarse de la lesión sufrida, luego de varias operaciones, donde incluso le debieron amputar la pierna, en 1969 fallece debido a una infección en la mortal herida.
El saldo final fue el siguiente:
Rusos: Dubinsky – Fractura de tibia y peroné en la pierna derecha.
Metreveli – Herida cortante en la ceja, doce puntos de sutura.
Ponedeljnik – Hematoma en el tobillo.
Yugoslavos: Matus – Fractura del tabique nasal.
Mujic – Golpe con herida cortante en un tobillo.
Dos días después del encuentro contra los rusos, en el mismo estadio, los yugoslavos protagonizarían otra batalla campal, ésta vez los rivales fueron los uruguayos, quienes cayeron derrotados frente a los europeos por 3 a 1.
CONDORITO
ESTUVO A PUNTO DE SER LA MASCOTA
Por
diversos problemas con la justicia, Condorito no pudo ser la mascota
del mundial.
Originalmente el comité organizador estuvo negociando con Condorito para que este fuese la mascota del mundial. Las negociaciones incluían el llevar partidos de primera ronda a Pelotillehue, hacer de Tome Pin y haga Pum la gaseosa oficial del torneo, otorgarle una dotación a perpetuidad de vino chileno a Garganta de Lata y desaparecer para siempre al Roto Quezada.
Justo cuando las negociaciones estaban llegando a buen término, apareció el Costal de Plomo para pelear con Condorito por el amor de Yayita y echar a perder la negociación. Al final el comité organizador le terminó exigiendo a Condorito una explicación. ¡Plop!
Originalmente el comité organizador estuvo negociando con Condorito para que este fuese la mascota del mundial. Las negociaciones incluían el llevar partidos de primera ronda a Pelotillehue, hacer de Tome Pin y haga Pum la gaseosa oficial del torneo, otorgarle una dotación a perpetuidad de vino chileno a Garganta de Lata y desaparecer para siempre al Roto Quezada.
Justo cuando las negociaciones estaban llegando a buen término, apareció el Costal de Plomo para pelear con Condorito por el amor de Yayita y echar a perder la negociación. Al final el comité organizador le terminó exigiendo a Condorito una explicación. ¡Plop!
EL
TERREMOTO CASI ESTRAGO TODO
Un
terremoto en 1960 hizo que el país se desestabilizara y llegara
incluso a plantearse la posibilidad de que no se disputara el Mundial
en Chile, sin embargo la rápida actuación del gobierno chileno hizo
que todos los estadios de Chile estuvieran dispuestos para el inicio
del Mundial. Aunque finalmente serian 4 estadios en donde se
jugaría.
EL
ÚNICO GOL OLIMPICO EN LA HISTORIA DE LOS MUNDIALES
Marcos Coll anotaría el único gol olímpico en la historia de la Copa del Mundo. Este partido empataría Colombia con URSS a 4 goles.
Marcos Coll anotaría el único gol olímpico en la historia de la Copa del Mundo. Este partido empataría Colombia con URSS a 4 goles.
COLECCIÓN
DE LESIONADOS Chile
1962 dejaría un mal dato, el del número de jugadores lesionados que
ascendió a la cifra de 50, una autentica locura para los médicos de
las selecciones nacionales.
GOL
600 EN LA HISTORIA DE LOS MUNDIALES GOL
numero 600 en un mundial lo hizo Drazan jerkovic
800 PERIODISTAS ACUDIERON A LA CITA MUNDIALISTA PARA SU COBERTURA
PRIMERO
EL FÚTBOL DESPUES LAS ELECCIONES
En
Alemania se llegaron a suspender las elecciones generales del país
para que no coincidieran con el Mundial y que los alemanes dejaran de
votar.
EL
POLIGLOTA MUNDIAL La
administración chilena olvidó poner traductores; un día un jóven
pobre se presentó pidiendo trabajo. Cuando le preguntaron qué sabía
hacer, Segundo Sánchez, que así se llamaba, dijo modestamente que
sabía 18 idiomas. Cuandol o examinaron demostró que no sabía 18
idiomas… sino 28, sin contar dialectos como el malayo o el
indonesio, pero su modestia le hizo decir menos de los que realmente
eran. Todos los había aprendido por su cuenta.
DOS
MUNDIALES DOS SELECCIONES Fue
el primer mundial en que un jugador participó por segunda vez en una
fase final defendiendo a una selección diferente. Puskas había
jugado para Hungría y en esta ocasión lo hizo para España. Al
igual que Santamaría, que había jugado con Uruguay y ahora lo hacía
con la elástica española, y que Mazzola, que había jugado con
Brasil y ahora lo hacía con Italia.
GOLES
EN FINALES POR 2
Vavá
fue el primer jugador en marcar goles en dos finales distintas de
Mundiales, en Suecia 1958 y en Chile 1962. Años más tarde lo haría
Pelé y luego Breitner.
LA
ENFERMEDAD LO SACO A FEOLA DEL MUNDIALVicente
Feola, técnico da Seleção Brasileira campeã mundial de 1958, não
comandou a equipe porque estava doente. Aimoré foi o técnico
bicampeão mundial.
PIPI
CACA
Quando
os chilenos souberam que iriam enfrentar o Brasil, espalharam vários
cartazes nos ônibus pela Cidade de Santiago. "Con Didi o sin
Didi, nos haremos fazer pipi", e "Con Vavá o sin Vavá,
los haremos fazer caca".
DITTBORN
ERA BRASILERO
O
idealizador da Copa de 1962, Carlos Ditborn, nasceu no Rio de
Janeiro. Mas era de família chilena.
ANDA
A VENCERTE
O
chefe da delegação brasileira na Copa de 1962, Paulo Machado de
Carvalho, teve muito trabalho para convencer o atacante Garrincha a
não mandar buscar a benzedeira da sua cidade natal- Pau Grande -
para tentar curar Pelé.
DE
MAZZOLA A ALTAFINI
O
atacante brasileiro que jogou com o nome de Mazola, em 1958,
naturalizou-se italiano e adotou o nome de Altafini, jogando pela
"Azurra" no mundial do Chile.
HOMENAJE
MERECIDO
Homenagem
póstuma
O
chileno Manuel Molina Gonzalez, de 17 anos, estava ouvindo pelo rádio
a partida entre Uruguai e Iugoslávia. Gonzalez torceu pelos
uruguaios, que foram derrotados por 3 a 1. O rapaz, então, sofreu um
ataque cardíaco e morreu. Ao ser informada do caso, a delegação
uruguaia deixou a concentração e foi à casa do jovem chileno para
prestar-lhe as últimas homenagens.
PELATE
GINA PELATE
Aposta
infeliz
Gina
de Venegas, uma chilena de 30 anos, apostou contra seu próprio país
na partida contra a União Soviética. Como os chilenos venceram,
Gina teve de pular, de roupa e tudo, na fonte da praça Bulnes, sob
uma temperatura de 5ºC.
SELLO
CONMEMORTIVO
Selo
comemorativo
A
Fifa promoveu um concurso para escolher o desenho do selo
comemorativo da Copa do Mundo. O vencedor foi um jovem chileno de
apenas 14 anos: Eduardo Berroeta Reyes.
Tecnologia
LA
SORPRESA CHECOSLOVACA
La
sensación del torneo se produjo en cuartos de final cuando Chile, la
nación anfitriona, derrotó a la URSS por 2-1 y todo el país se
lanzó a las calles para celebrarlo. La alegría chilena duró poco,
sin embargo, porque en la semifinal los brasileños demostraron ser
superiores. De esta manera, Brasil se clasificó para su segunda
final consecutiva. Sus contendientes por el título fueron los
checoslovacos, que habían dado la sorpresa al derrotar a Yugoslavia
en la otra semifinal.
Checoslovaquia
ya había empatado a cero contra Brasil en la primera vuelta y había
vencido portentosamente a Hungría en cuartos de final, después de
que los húngaros estrellaran el esférico en el palo al menos cuatro
veces. Contra todo pronóstico, fueron los checoslovacos los que se
adelantaron en la final, antes de que los brasileños igualaran el
partido dos minutos más tarde y marcaran dos tantos más para
confirmar la maravilla: la reconquista del título fue la hazaña de
un equipo compuesto por nueve de los jugadores que habían
participado en la victoria de 1958. Así fue como Brasil se unió a
Italia y a Uruguay en la honorable lista de las naciones que, hasta
el momento, habían ganado el trofeo Jules Rimet en dos ocasiones.
LA
GRAN FINAL
La
final fue con poco brillo y los entrenadores más preocupados en
obstruir el juego rival que en crear el propio. Los europeos se
pusieron en ventaja por medio de Masopust, y no les sancionaron un
penal clarísimo, desde ahí fue todo de los brasileros que con dos
errores del arquero, que tanto le había dado a su selección,
aprovechó para darlo vuelta (Amarildo, Zito y Vavá) y así
consagrarse bicampeones. En un torneo mediocre se coronó un equipo
sin su principal figura aunque con magníficos jugadores como Didí,
los dos Santos y principalmente Garrincha. Vavá continuó marcando
goles y Amarildo hizo olvidar a Pelé.
A
final da Copa do Mundo FIFA de 1962 foi disputada pela
Tchecoslováquia, que havia eliminado a Iugoslávia e a Hungria; e o
Brasil, que havia eliminado o Chile e a Inglaterra. A partida foi
realizada em 17 de junho às 14h30min, Estádio
Nacional de Chile,
com um público estimado em 68 679 pessoas. Sob o apito do
árbitro soviético Nikolay
Latyshev, Josef
Masopust abriu
o placar aos 15 minutos, porém, 2 minutos depois, Amarildo empata
o jogo, que termina o primeiro tempo no 1 a 1. Aos 24 minutos do
segundo tempo, Zito vira
o jogo para a equipe brasileira e Vavá,
9 minutos depois, amplia a diferença, fechando o placar em 3 x 1. O
capitão Mauro
Ramos de Oliveira ergueu
a taça
Jules Rimet e
o segundo título do Brasil com Copas do Mundo.
ALGUNOS
PORMENORES DEL MUNDIAL 62
Digamos
de inmediato la tesis que propone y defiende el autor: El mundial del
62 fue el peor de la historia*.
La “demostración” consiste en una muy erudita investigación que analiza el mundial chileno desde el punto de vista organizativo y futbolístico. Su intención, según se desprende de la lectura, es derribar mitos, en el sentido de las muchas falsedades que hasta hoy se sostienen en torno al evento.
Para nadie es difícil imaginar la pobreza de los medios disponible en infraestructura, antes, durante y después del mundial. La carencia existía no sólo en estadios, sino también en canchas de entrenamientos, sitios adecuados para la concentración de las comitivas de la competición, la falta de capacidad hotelera de buena calidad. Estafas y escándalos con respecto a la venta y distribución de las entradas, manejos poco transparentes e hipócritas en torno a la selección de las sedes mundialistas, en fin una serie de falencias que sin duda permiten afirmar que el mundial chileno fue uno de los más mal organizados de la historia.
A modo de anecdotario, cabe añadir que segundos antes del punta pie inicial todos se dieron cuenta que no estaba la pelota, y es que un dirigente las olvidó y las dejó en su casa. Además la pelota oficial –de flamante industria chilena- según se señala duraba solo un tiempo, luego se desfiguraba y se desinflaba. Por esa razón -además de las constantes quejas de los seleccionados del Viejo Mundo- la FIFA autorizó el cambio de balón a mitad de torneo, y hubo que traerlos todos desde Europa.
Desde el punto de vista futbolístico, Matamala nos dice que el mundial fue muy malo, debido en primer lugar a la inaudita violencia que se vio durante los partidos, que amenazó incluso la continuidad del mismo. Se vivieron vergonzosas batallas campales, entre esta clase episodios podemos mencionar, Argentina versus Bulgaria en Rancagua, Yugoeslavia contra la Unión Soviética en Arica, Alemania contra Suiza y Chile contra Italia, ambos en el estadio Nacional. Y con respecto a este último partido -según sostiene el autor del libro- Leonel Sánchez no fue expulsado gracias a que la terna referil protegía abiertamente a los locales, tendencia que ocurrió durante todo el torneo, incluyendo la clara derrota contra Brasil.
Fue uno de los mundiales con menos goles en la historia del fútbol y uno de los mundiales con menos gente en las galerías: el alto costo de las entradas y el desinterés general de los chilenos con los demás equipos,tuvo por consecuencia que la semifinal entre checoeslovacos y yugoeslavos solo fuera mirada por 6 mil personas.
Por otra parte, el autor señala que el mundial fue también decepcionante en materia futbolística, porque si bien estaba plagado de estrellas, durante el mundial –salvo Garrincha- no brilló ninguna de ellas. Pelé, se lesionó en el primer partido, Di Stefano que venía con España, se taimó y no jugó ni una vez. Puskas, también defendiendo a España (y no a su natal Hungría, que también participaba), poco y nada mostró. Yashin, el araña negra, arquero de la URRSS, tuvo jornadas tan negras como su uniforme, y llegaba con el cartel del mejor del mundo. Por último, Matamala se lamenta que muchos buenos equipos de aquel entonces quedaron fuera de la cita, como Francia, Austria y Perú, ausencia esta última que perjudicó económicamente la sede de Arica, pues contaban con presencia de los vecinos como cabeza de serie, sin embargo quedaron eliminados sorpresivamente, si mal no lo recuerdo, contra los muy discretos colombianos, a juicio de Matamala. En fin, todos estos (y otros más contiene el libro) vienen a ser los susodichos argumentos “objetivos” que condenan el mundial criollo.
Ahora bien, quisiera hacer un crítica a ese valor de “la objetividad” que tanto conmueve al periodista. ¿Existe algo menos apegado a la realidad acaso que esa fría objetividad que reclama Matamala? ¿Los brasileros campeones de entonces dirán que el mundial de Chile fue una mierda? Siendo el de Italia 90 también apuntado como un desastre de mundial, desde el punto de vista futbolístico, ¿sentirán lo mismo los alemanes que unificados lo ganaron?, o bien ¿cuál vendría a ser el mejor mundial para los españoles sino es el de Sudáfrica 2010? Y para nosotros, ¿fue el mundial de Chile el peor, o diremos que el mejor fue el de Corea y Japón donde ni siquiera fuimos? ¿O el del 30 donde no vinieron los europeos a jugar?, ¿habrá mejor mundial para los uruguayos que el Brasil en 1950? ¿Finalmente, tiene algún sentido hablar con objetividad de algún mundial o de cualquier torneo?... ¿a quién realmente le puede importar “descubrir” esa objetiva realidad? y ¿con qué fines? Las estadísticas, en este caso, tienen sentido solo dentro de los Almanaques.
Además con “números” Matamala “demuestra” también que la selección chilena del 62 no es la mejor de la historia, y dice que Leonel Sánchez ni siquiera entraría en el 11 ideal, porque según sus datos Caszeli ocuparía su lugar. Curioso, siendo Sánchez recordado por ser el máximo goleador chileno en los mundiales, y a su vez Carlos Caszeli -el que ocuparía su puesto-, es recordado por ser el primer jugador expulsado en la historia de los mundiales y además a los 5 minutos de juego, y por supuesto que lo recodamos también por aquel horrible penal que erró contra Austria, recién empezando otra aventura mundialista que terminó en un rotundo fracaso. Pero bueno, “la realidad objetiva” dice que Leonel Sánchez, no entraría de titular en la oncena histórica de Chile.
No hay criterio más alejado de la realidad que la preciada perspectiva “objetiva”. Esta objetividad despoja al asunto de su existencia, y divide las partes de un todo, y solo estipula detalles para ofrecer luego una nueva “realidad”, que pretende ser “más verdadera”. Pero la verdad, es que esta nueva construcción es frágil, ficticia e ineficiente, ya que no arraiga en el alma ni en la memoria colectiva ni como imagen ni como recuerdo ni sentimiento. Y si bien es posible comparar organizaciones, creo que la materia futbolística es mucho más compleja en su análisis: el mejor partido no es aquel de más goles, y las excesivas patadas sin duda marcan un punto de inflexión en la historia del fútbol que trajo consigo reformas al reglamento, en ese sentido se sacaron nada más que buenas lecciones de la violencia del mundial. La mano negra del arbitraje, que existió en el 62, también existió en casi todos los mundiales y Matamala eso también lo sabe y reconoce.
El libro, aunque está bien escrito, con un tono algo pedante, a veces tiende a aventurarse en ribetes literarios, ofreciendo poco ágiles e intrascendentes diálogos entre los personajes de esa época, por lo mismo le queda mucho mejor la descripción prosaica pues gana el texto con ella economía, seriedad y mayor claridad. Además hay una sección completamente innecesaria del libro que se llama “el mundial de la gente”, esta parte presenta las memorias de anónimos testigos, digamos que las impresiones rescatadas realmente caen en un cliché sensibilero e insignificante, sacando el autor la peor faceta del periodismo; la nota rosa.
Por último, le recomendamos a Matamala que retire también el desafortunado capítulo final donde relata con una poética asquerosa el funeral de Ramírez, uno de los delanteros chilenos durante el 62 que marcó goles contra Italia y Suiza. En este epílogo el periodista trata de filosofar en torno a las glorias pasadas, al mito, la ilusión, la vejez y la muerte. Al contemplar a los restantes jugadores de ese plantel durante el entierro, los ve acabados, patéticamente mamando de ese recuerdo de gloria, regocijándose todavía en él, y finalmente el periodista se compadece de ellos previendo su cercana muerte. Digamos que la reflexión es de pésimo gusto y con un tenor casi ofensivo en contra de la generación del 62. ¿Con qué derecho puede enjuiciar así la vida de una persona, valorando y remitiendo toda su trayectoria no solo profesional sino que existencial en general a una única experiencia? ¿Acaso pretende hacernos creer que en esta gente no hay más eventos significativos en su memoria, más motivos de orgullos, más felicidades personales, otros acontecimientos imborrables? ¿Viven únicamente para el mundial del 62? La verdad es que raya en la falta de respeto aquí Matamala. Y probablemente por escribir semejante y odioso epilogo pudiera ser merecedor de un cornete en el hocico, como se lo deseó públicamente Eduardo Bomballet.
Debemos agradecer, de todas formas la publicación de este libro por la seriedad de la investigación, la gigantesca información, la rectificación de algunos datos. Hay también un intento valorable del periodista por comprender y situar el mundial, dentro del contingente -y por supuesto- complejo contexto sociopolítico de la época, además aplaudo el exquisito anecdotario que el libro ofrece. A modo de ejemplo, en Arica jugaron los soviéticos contra Colombia, David contra Goliat, 4 a 1 ganaban los rusos, mas por esas cosas increíbles del fútbol, Colombia lo empata a 4, y los chilenos eufóricos presentes no vieron nada mejor que saltarse a la cancha para llevar en andas a los colombianos por su heroica gesta. Hermosa imagen del peor de los mundiales.
La “demostración” consiste en una muy erudita investigación que analiza el mundial chileno desde el punto de vista organizativo y futbolístico. Su intención, según se desprende de la lectura, es derribar mitos, en el sentido de las muchas falsedades que hasta hoy se sostienen en torno al evento.
Para nadie es difícil imaginar la pobreza de los medios disponible en infraestructura, antes, durante y después del mundial. La carencia existía no sólo en estadios, sino también en canchas de entrenamientos, sitios adecuados para la concentración de las comitivas de la competición, la falta de capacidad hotelera de buena calidad. Estafas y escándalos con respecto a la venta y distribución de las entradas, manejos poco transparentes e hipócritas en torno a la selección de las sedes mundialistas, en fin una serie de falencias que sin duda permiten afirmar que el mundial chileno fue uno de los más mal organizados de la historia.
A modo de anecdotario, cabe añadir que segundos antes del punta pie inicial todos se dieron cuenta que no estaba la pelota, y es que un dirigente las olvidó y las dejó en su casa. Además la pelota oficial –de flamante industria chilena- según se señala duraba solo un tiempo, luego se desfiguraba y se desinflaba. Por esa razón -además de las constantes quejas de los seleccionados del Viejo Mundo- la FIFA autorizó el cambio de balón a mitad de torneo, y hubo que traerlos todos desde Europa.
Desde el punto de vista futbolístico, Matamala nos dice que el mundial fue muy malo, debido en primer lugar a la inaudita violencia que se vio durante los partidos, que amenazó incluso la continuidad del mismo. Se vivieron vergonzosas batallas campales, entre esta clase episodios podemos mencionar, Argentina versus Bulgaria en Rancagua, Yugoeslavia contra la Unión Soviética en Arica, Alemania contra Suiza y Chile contra Italia, ambos en el estadio Nacional. Y con respecto a este último partido -según sostiene el autor del libro- Leonel Sánchez no fue expulsado gracias a que la terna referil protegía abiertamente a los locales, tendencia que ocurrió durante todo el torneo, incluyendo la clara derrota contra Brasil.
Fue uno de los mundiales con menos goles en la historia del fútbol y uno de los mundiales con menos gente en las galerías: el alto costo de las entradas y el desinterés general de los chilenos con los demás equipos,tuvo por consecuencia que la semifinal entre checoeslovacos y yugoeslavos solo fuera mirada por 6 mil personas.
Por otra parte, el autor señala que el mundial fue también decepcionante en materia futbolística, porque si bien estaba plagado de estrellas, durante el mundial –salvo Garrincha- no brilló ninguna de ellas. Pelé, se lesionó en el primer partido, Di Stefano que venía con España, se taimó y no jugó ni una vez. Puskas, también defendiendo a España (y no a su natal Hungría, que también participaba), poco y nada mostró. Yashin, el araña negra, arquero de la URRSS, tuvo jornadas tan negras como su uniforme, y llegaba con el cartel del mejor del mundo. Por último, Matamala se lamenta que muchos buenos equipos de aquel entonces quedaron fuera de la cita, como Francia, Austria y Perú, ausencia esta última que perjudicó económicamente la sede de Arica, pues contaban con presencia de los vecinos como cabeza de serie, sin embargo quedaron eliminados sorpresivamente, si mal no lo recuerdo, contra los muy discretos colombianos, a juicio de Matamala. En fin, todos estos (y otros más contiene el libro) vienen a ser los susodichos argumentos “objetivos” que condenan el mundial criollo.
Ahora bien, quisiera hacer un crítica a ese valor de “la objetividad” que tanto conmueve al periodista. ¿Existe algo menos apegado a la realidad acaso que esa fría objetividad que reclama Matamala? ¿Los brasileros campeones de entonces dirán que el mundial de Chile fue una mierda? Siendo el de Italia 90 también apuntado como un desastre de mundial, desde el punto de vista futbolístico, ¿sentirán lo mismo los alemanes que unificados lo ganaron?, o bien ¿cuál vendría a ser el mejor mundial para los españoles sino es el de Sudáfrica 2010? Y para nosotros, ¿fue el mundial de Chile el peor, o diremos que el mejor fue el de Corea y Japón donde ni siquiera fuimos? ¿O el del 30 donde no vinieron los europeos a jugar?, ¿habrá mejor mundial para los uruguayos que el Brasil en 1950? ¿Finalmente, tiene algún sentido hablar con objetividad de algún mundial o de cualquier torneo?... ¿a quién realmente le puede importar “descubrir” esa objetiva realidad? y ¿con qué fines? Las estadísticas, en este caso, tienen sentido solo dentro de los Almanaques.
Además con “números” Matamala “demuestra” también que la selección chilena del 62 no es la mejor de la historia, y dice que Leonel Sánchez ni siquiera entraría en el 11 ideal, porque según sus datos Caszeli ocuparía su lugar. Curioso, siendo Sánchez recordado por ser el máximo goleador chileno en los mundiales, y a su vez Carlos Caszeli -el que ocuparía su puesto-, es recordado por ser el primer jugador expulsado en la historia de los mundiales y además a los 5 minutos de juego, y por supuesto que lo recodamos también por aquel horrible penal que erró contra Austria, recién empezando otra aventura mundialista que terminó en un rotundo fracaso. Pero bueno, “la realidad objetiva” dice que Leonel Sánchez, no entraría de titular en la oncena histórica de Chile.
No hay criterio más alejado de la realidad que la preciada perspectiva “objetiva”. Esta objetividad despoja al asunto de su existencia, y divide las partes de un todo, y solo estipula detalles para ofrecer luego una nueva “realidad”, que pretende ser “más verdadera”. Pero la verdad, es que esta nueva construcción es frágil, ficticia e ineficiente, ya que no arraiga en el alma ni en la memoria colectiva ni como imagen ni como recuerdo ni sentimiento. Y si bien es posible comparar organizaciones, creo que la materia futbolística es mucho más compleja en su análisis: el mejor partido no es aquel de más goles, y las excesivas patadas sin duda marcan un punto de inflexión en la historia del fútbol que trajo consigo reformas al reglamento, en ese sentido se sacaron nada más que buenas lecciones de la violencia del mundial. La mano negra del arbitraje, que existió en el 62, también existió en casi todos los mundiales y Matamala eso también lo sabe y reconoce.
El libro, aunque está bien escrito, con un tono algo pedante, a veces tiende a aventurarse en ribetes literarios, ofreciendo poco ágiles e intrascendentes diálogos entre los personajes de esa época, por lo mismo le queda mucho mejor la descripción prosaica pues gana el texto con ella economía, seriedad y mayor claridad. Además hay una sección completamente innecesaria del libro que se llama “el mundial de la gente”, esta parte presenta las memorias de anónimos testigos, digamos que las impresiones rescatadas realmente caen en un cliché sensibilero e insignificante, sacando el autor la peor faceta del periodismo; la nota rosa.
Por último, le recomendamos a Matamala que retire también el desafortunado capítulo final donde relata con una poética asquerosa el funeral de Ramírez, uno de los delanteros chilenos durante el 62 que marcó goles contra Italia y Suiza. En este epílogo el periodista trata de filosofar en torno a las glorias pasadas, al mito, la ilusión, la vejez y la muerte. Al contemplar a los restantes jugadores de ese plantel durante el entierro, los ve acabados, patéticamente mamando de ese recuerdo de gloria, regocijándose todavía en él, y finalmente el periodista se compadece de ellos previendo su cercana muerte. Digamos que la reflexión es de pésimo gusto y con un tenor casi ofensivo en contra de la generación del 62. ¿Con qué derecho puede enjuiciar así la vida de una persona, valorando y remitiendo toda su trayectoria no solo profesional sino que existencial en general a una única experiencia? ¿Acaso pretende hacernos creer que en esta gente no hay más eventos significativos en su memoria, más motivos de orgullos, más felicidades personales, otros acontecimientos imborrables? ¿Viven únicamente para el mundial del 62? La verdad es que raya en la falta de respeto aquí Matamala. Y probablemente por escribir semejante y odioso epilogo pudiera ser merecedor de un cornete en el hocico, como se lo deseó públicamente Eduardo Bomballet.
Debemos agradecer, de todas formas la publicación de este libro por la seriedad de la investigación, la gigantesca información, la rectificación de algunos datos. Hay también un intento valorable del periodista por comprender y situar el mundial, dentro del contingente -y por supuesto- complejo contexto sociopolítico de la época, además aplaudo el exquisito anecdotario que el libro ofrece. A modo de ejemplo, en Arica jugaron los soviéticos contra Colombia, David contra Goliat, 4 a 1 ganaban los rusos, mas por esas cosas increíbles del fútbol, Colombia lo empata a 4, y los chilenos eufóricos presentes no vieron nada mejor que saltarse a la cancha para llevar en andas a los colombianos por su heroica gesta. Hermosa imagen del peor de los mundiales.
LA
CANTANTE ELZA SOARES EL AMOR PROHIBIDO DE GARRINCHA Y SUS
EXPERIENCIAS EN CHILE 1962
GARRINCHA Y ELZA SOARES
Se
o Brasil conquistou o bicampeonato mundial na Copa do Mundo de 1962,
deve grande parte deste feito a Mané Garrincha. Ascendente em 1954,
quando nem mesmo foi ao Mundial, e genial em 1958, o astro
botafoguense viveu seu auge com a camisa da Seleção Brasileira no
torneio realizado no Chile, no qual marcou quatro gols. Mas Manuel
Francisco dos Santos viveu uma fase de astro também fora dos
gramados ao lado de Elza Soares, que estava em plena ascensão de sua
trajetória nos palcos.
"Minha
carreira estava ótima, começando uma fase ardente, com grandes
sucessos e morando bem. Estava no início de uma carreira muito boa,
ganhando dinheiro e trabalhando bem", contou Elza Soares
ao Terra. "Estava mais do que bem. Eu estava em todas as
paradas de sucesso. Quem não estava bem era o Mané", completa
a cantora, então em fase de aproximação do craque.
Elza
vinha de sucessos como "Se Acaso Você Chegasse", "Cadeira
Vazia" e "Boato". Em 1961, com a gravação de seu
segundo disco, "A Bossa Negra", ganhou também a simpatia
da então Confederação Brasileira de Desportos, que a escolheu para
acompanhar a delegação que iria à Copa do Mundo do Chile no ano
seguinte.
"Fui
convidada para ser madrinha da Copa. Mas não fui pelo Mané, fui
pela Seleção. Um grande empresário que morava no Uruguai, chamado
Edmundo Klinger, foi quem me convidou. Pensei que seria para batizar
(a Copa) mesmo, não tinha noção", conta Elza, que se divertiu
com a experiência. "Achei maravilhoso ser madrinha de uma Copa.
Sou flamenguista, e todo flamenguista é meio dodói. A gente ama
demais. Brasileira como sou, e sendo convidada, é porque estava no
auge, né?"
Com
a Seleção, mas não ainda com Mané Garrincha, Elza Soares
acompanhou boa parte das emoções reservadas ao Mundial. Fora de
campo, viu um país reconstruído após sofrer o maior terremoto já
registrado na história - em maio de 1960, os chilenos foram
sacudidos por um tremor de terra de 9.5 graus na escala de magnitude
de momento. Em campo, viu a Seleção perder Pelé logo em seu
segundo jogo no torneio, contundindo-se no empate por 0 a 0 contra a
Checoslováquia em Viña del Mar.
A
opção do técnico Aymoré Moreira para as partidas seguintes foi
escalar Amarildo, esperando repetir o sucesso da dupla no Botafogo.
Logo em sua estreia, diante da Espanha, Amarildo marcou dois gols e
ajudou o Brasil a vencer os espanhois por 2 a 1. Daí em diante, os
dois se tornaram protagonistas dos gramados chilenos. Nas quartas de
final, 3 a 1 sobre a Inglaterra, com dois de Garrincha. Nas
semifinais, 4 a 2 sobre os chilenos, com dois de Garrincha e dois do
palmeirense Vavá.
Contra
os chilenos, porém, um problema dos grandes: Garrincha foi expulso
já no final da partida. O Brasil já estava na final, mas a
expectativa era imensa. Seria possível vencer a decisão sem Pelé e
sem Garrincha? O bicampeonato, que o camisa 7 havia prometido a Elza
Soares já no Chile, seria possível?
Mas
Garrincha foi absolvido, e a notícia foi dada ao Brasil em plantão
televisivo. Na final, com grande apoio dos donos da casa, a Seleção
reencontrou a Checoslováquia, e nem precisou dos gols de Garrincha,
que se contentou "apenas" em fazer sua marcação de gato e
sapato. Desta vez, os brasileiros venceram os checoslovacos de virada
por 3 a 1, graças aos gols de Amarildo, Zito e Vavá. E o Brasil
mostrava que o título conquistado quatro anos antes na Suécia não
havia sido uma zebra.
Ao
fim da Copa, já na volta ao Brasil, Elza Soares e Garrincha deram um
maior impulso ao romance, que se tornaria um casamento mais tarde.
"Tinha um concurso entre ele e um outro jogador - acho que o
Bellini. O Nilton Santos foi à minha casa com o Sandro Moreyra
(então jornalista do Jornal do Brasil). O que eu fiz? Comprei
todas as rifas. Fiquei com todas rifas no nome do Mané", conta
a cantora, sem explicar o prêmio da rifa que comprou apenas para
prestigiar o amado.
Passados
48 anos da conquista do bicampeonato e 27 da morte de Garrincha, Elza
ainda lamenta os rumos trágicos da vida do ponta direita da Seleção
de 62. "O que mais me doeu no Mané foi o seguinte: ele era o
ídolo, mas não deram nenhuma estrutura para esse ídolo. Ninguém
sabia nem quanto ele ganhava. Quem fez o RG do Mané fui eu, para
você ver como eram as coisas", conta.
Hoje,
em tempos bem diferentes, Elza mostra paixão pela música, pelo
futebol e pela Seleção Brasileira. E não esconde o otimismo com a
possibilidade de mais uma conquista em 2010. "A gente é sempre
animado. Acredito muito nessa rapaziada, como dizia o Gonzaguinha",
garante, cantando os primeiros versos de "E Vamos à Luta".
"Todo mundo que vai para lá não quer fazer feio. Depois que
acaba é que você vê. Mas como todo brasileiro, rezo, faço minhas
orações. Tudo pela Seleção."
A
manchete da mais recente edição da Revista do Rádio está
dando o que falar: “Elza Soares é vista saindo com Garrincha”.
Revistas de fofoca contam que a cantora invadiu o vestiário da
seleção brasileira logo depois da conquista do bicampeonato.
Ela estava vestindo um sensual vestido de cetim verde e amarelo. Os
craques ficaram em polvorosa com a presença dela porque estavam
todos nus. Línguas ferinas garantem que a cantora teria se atirado
em Garrincha, ainda no chuveiro, para lhe dar uma saraivada de
beijos. Garrincha teria prometido o título à cantora. “Tirem
essa mulher daqui!”, pediu Didi. Elza saiu em seguida.
Além
de Elza, “chama a atenção” no cenário musical brasileiro
a bossa nova, que se prepara para conhecer o exterior. Em novembro,
João Gilberto, Tom Jobim, Carlos Lyra, Roberto Menescal e Sérgio
Mendes devem desembarcar em Nova York, Estados Unidos, para um
show na lendária casa Carnegie Hall. Por aqui, na Cidade
Maravilhosa, João Gilberto apresentará show em companhia do maestro
Tom Jobim e do poeta Vinicius de Moraes e Os Cariocas na boate Au Bon
Gourmet, em Copacabana. O trio é a nata da moderna música
brasileira. Eles surpreendem o público com músicas inéditas,
arranjos novos e improvisações no palco. Criatividade é o que
não falta. A cidade, por sinal, tem sido palco de muita inovação
musical. Prova disso foi o que aconteceu no carnaval deste ano.
A festa já não é mais a folia generalizada que era até a primeira
metade do século. O desfile das escolas de samba foi tão concorrido
que a prefeitura do Rio de Janeiro teve que montar uma
arquibancada em plena Avenida Rio Branco. Haja foliões!
UpToDate -
Você conheceu o Louis Armstrong também em 1962, lá na Copa do
Mundo do Chile, não foi?
Elza
- Eu fui a madrinha da Copa do Mundo. E ganhei a Copa... (rindo)
Ele me chamou de "my daughter" e eu não entendia nada de
inglês, e aquele negrão lá na minha frente que mais parecia o
Monsueto. E,
depois de me ouvir, ele ficava falando "yes, she is my
daughter". Eu
eu dizia "mas que coisa, esse homem me chamando de doutora
(doctor) o tempo todo". (risadas) E eu dizia para o cara ao meu
lado, "diz pra ele o meu nome porque ele insiste em me chamar de
doutora". E então eu perguntei ao intérprete "por que ele
está me chamando de doutora". E ele me falou "não Elza,
ele está te chamando de filha porque "daughter" em inglês
quer dizer filha". "Oh!!! É mesmo!", disse eu.
Elza
- Mas eu nem sabia de quem se tratava. Imagina uma ex-favelada,
uma ex-menina de rua, uma ex-faminta, grandiosa lá no Chile,
madrinha da Seleção Brasileira de futebol, ver um músico assim te
chamar de filha. Mas, como é que eu iria saber que ele era o Louis
Armstrong, se eu nem o conhecia? Lá na minha casa não havia rádio,
não havia nada. São coisas dos deuses que ninguém pode explicar.
AMARILDO
Y SU VERSIÓN
Amarildo:
'A Elza Soares só teve contato com o Garrincha após a Copa do
Mundo', frisa o atacante bicampeão mundial com a Seleção
Brasileira na Copa do Mundo de 1962
A
GAZETA: A CBD subornou o bandeirinha para que ele não fosse ao
julgamento do Garrincha?
¿Amarildo: Não. Mandaram ele embora do Chile porque ele falou muita besteira. Não foi o Brasil. Mané não merecia ficar de fora da final. Era como roubar chupeta de criança.
A GAZETA: É verdade que a Elza Soares foi à concentração visitar o Garrincha?
Amarildo: A Elza Soares, acho, só teve contato mesmo com ele após a Copa. Não sei se ela foi atrás de outro lá. Mas acabou sobrando para ele, né? Sabe como é. A Elza Soares era atraente. E o Mané não olhava duas vezes. Mané tinha que ser deixado livre. Era igual a passarinho. Não podia deixar de fazer as coisas a que estava acostumado, senão o metabolismo dele mudava todo (risos).
A GAZETA: Mas em 1962, havia liberdade como em 2006?
Amarildo: Não tinha essa algazarra de 2006, não. Dia livre era dia livre. Mas depois dali acabava. Dr. Carlos Nascimento (supervisor da CBD) tinha todo mundo nas mãos. Você nem via, mas ele estava atrás de você. Era um pit-bull. Paulo Amaral também. Era muito respeitado. Eles controlavam o ambiente.
A GAZETA: O que você achou quando Nelson Rodrigues te apelidou de Possesso?
Amarildo: Fiquei contente. Espelhava o que eu era, um possesso. Pequenininho, com 64kg, mas raçudo e não levava troco para casa. Adotei com prazer o apelido e agradeço ao grande Nelson. Quando eu me zangava, já falavam: "Não vai ficar possesso, hein!" No meu primeiro ano na Itália, tive nem sei quantas expulsões. Depois, fui melhorando.
¿Amarildo: Não. Mandaram ele embora do Chile porque ele falou muita besteira. Não foi o Brasil. Mané não merecia ficar de fora da final. Era como roubar chupeta de criança.
A GAZETA: É verdade que a Elza Soares foi à concentração visitar o Garrincha?
Amarildo: A Elza Soares, acho, só teve contato mesmo com ele após a Copa. Não sei se ela foi atrás de outro lá. Mas acabou sobrando para ele, né? Sabe como é. A Elza Soares era atraente. E o Mané não olhava duas vezes. Mané tinha que ser deixado livre. Era igual a passarinho. Não podia deixar de fazer as coisas a que estava acostumado, senão o metabolismo dele mudava todo (risos).
A GAZETA: Mas em 1962, havia liberdade como em 2006?
Amarildo: Não tinha essa algazarra de 2006, não. Dia livre era dia livre. Mas depois dali acabava. Dr. Carlos Nascimento (supervisor da CBD) tinha todo mundo nas mãos. Você nem via, mas ele estava atrás de você. Era um pit-bull. Paulo Amaral também. Era muito respeitado. Eles controlavam o ambiente.
A GAZETA: O que você achou quando Nelson Rodrigues te apelidou de Possesso?
Amarildo: Fiquei contente. Espelhava o que eu era, um possesso. Pequenininho, com 64kg, mas raçudo e não levava troco para casa. Adotei com prazer o apelido e agradeço ao grande Nelson. Quando eu me zangava, já falavam: "Não vai ficar possesso, hein!" No meu primeiro ano na Itália, tive nem sei quantas expulsões. Depois, fui melhorando.
Além
dos gols de Amarildo, a histórica vitória sobre a Espanha em 1962
ficou marcada por outro lance. Uma "jogada" que traduziu
perfeitamente o espírito daquela Seleção: experiente. Ou melhor,
malandra. Num momento em que o Brasil ainda perdia por 1 a 0, Nilton
Santos derrubou um dos adversários dentro da área. Porém,
rapidamente, ele deu um passo à frente e saiu de lá. O ábitro
chileno Sergio Bustamante não percebeu a movimentação do
lateral-esquerdo e não marcou o pênalti.
-
Ali vimos a malícia com a experiêencia. O Nílton foi muito vivo
naquele lance, porque o árbitro teve a visão coberta por outros
jogadores. Pareceu até uma lebre. Deu um pulo que ninguém viu
(risos). Não sei se, com aquele pênalti, como iria ficar. Se nós
perdêssemos aquele jogo, a minha vida ia ser realmente muito difícil
aqui no Brasil. Ia ser muito criticado, julgado, quase culpado pela
eliminação - comentou
FUTEBOLA:
Qual foi a sensação de disputar a Copa do Mundo de 1962?
Amarildo: O Mundial de 1962 foi a realização de um sonho meu como profissional, porque eu penso que é a meta máxima que um jogador pode almejar. Eu me sinto realizado dentro da minha profissão pois, além de ter sido um jogador conhecido em todo mundo, ainda fui agraciado com a Copa do Mundo, o máximo que um jogador profissional pode desejar. Então é uma sensação indescritível.
Amarildo: O Mundial de 1962 foi a realização de um sonho meu como profissional, porque eu penso que é a meta máxima que um jogador pode almejar. Eu me sinto realizado dentro da minha profissão pois, além de ter sido um jogador conhecido em todo mundo, ainda fui agraciado com a Copa do Mundo, o máximo que um jogador profissional pode desejar. Então é uma sensação indescritível.
FUTEBOLA:
E quando você descobriu que teria que substituir o Pelé? Você
confiava muito em você ou sentiu um pouco de medo?
Amarildo: O “Possesso”, como me chamam, nunca teve medo. Eu, graças a Deus, sempre fui um jogador de personalidade, que nunca tive influência por um jogo ser mais difícil, contra um time pequeno, contra um time grande ou contra uma Seleção. Eu entrava em campo porque eu confiava na minha capacidade. Então isso, graças a Deus, foi uma coisa que eu tinha de bom. Eu jamais entrei em campo com medo.
Amarildo: O “Possesso”, como me chamam, nunca teve medo. Eu, graças a Deus, sempre fui um jogador de personalidade, que nunca tive influência por um jogo ser mais difícil, contra um time pequeno, contra um time grande ou contra uma Seleção. Eu entrava em campo porque eu confiava na minha capacidade. Então isso, graças a Deus, foi uma coisa que eu tinha de bom. Eu jamais entrei em campo com medo.
FUTEBOLA:Você
teve a honra de jogar ao lado do Pelé e do Garrincha. O que você
acha daqueles que dizem que o Maradona foi o melhor de
todos?
Amarildo: São poucos aqueles que dizem que o Maradona foi o melhor de todos. Os melhores são, realmente, o Pelé e o Garrincha, os dois têm o mesmo peso. E o Maradona foi um daqueles que estão entre os melhores do mundo. Para mim, o Pelé e o Garrincha foram superiores e o Maradona vem logo atrás deles, juntos com outros. Mas o Maradona foi um grandíssimo jogador.
Amarildo: São poucos aqueles que dizem que o Maradona foi o melhor de todos. Os melhores são, realmente, o Pelé e o Garrincha, os dois têm o mesmo peso. E o Maradona foi um daqueles que estão entre os melhores do mundo. Para mim, o Pelé e o Garrincha foram superiores e o Maradona vem logo atrás deles, juntos com outros. Mas o Maradona foi um grandíssimo jogador.
EN
LA ESPERA DE UN NUEVO MUNDIAL
Otra
nueva Copa del Mundo había pasado. Brasil se afianzaba como lo que
aún continúa siendo: una potencia futbolística. Chile
orgullosamente había cumplido con su responsabilidad, y el fútbol
seguía atrayendo sin distingos de idioma o raza. Acompañada de los
Beatles y las miniskirts, Inglaterra ya preparaba la próxima cita.
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