HISTORIA DE LOS MUNDIALES DE FÚTBOL
MUNDIAL 1954 –
WORLD CUP 1954 –
COPA DO MUNDO 1954 * PARTE 3
EL URUGUAYO ORGANIZADOR
El
Comité Organizador del Mundial de Suiza 1954 contó con la presencia del
dirigente uruguayo Cr Lorenzo J. Villizio siendo muy elogiada su gestión, esa
Comisión fue presidida por el suizo Ernest B. Tomen y completada por el ya
legendario dirigente italiano Ottorino Barassi; el belga Bergerus; el
reincorporado renunciante de 1949 M.Delaunay de Francia; Sir Stanley Rous de
Inglaterra y Wiederker, de Suiza, también con la activa intervención del
helvético Gassmann como secretario de FIFA y del propio Comité organizador.
FIFA LA CINCUENTONA
Durante
la realización del Mundial los dirigentes de FIFA y sus esposas encabezaron un
desfile callejero celebrando el Cincuentenario de la Federación fundada el 21
de mayo de 1904
LA PREPARACIÓN CELESTE.
Antes
del mundial Uruguay realizo algunos amistosos, jugó en Lausana contra Suiza,
goléo a Sarre (territorio separado de Alemania), jugó contra el Real Madrid en
su estadio de Chamartín.
Se
decía que el equipo del 54 era superior al del 50 aunque Obdulio Varela estaba
a punto de cumplir 37 años, aunque no estuvo Ghiggia transferido al fútbol
italiano en 1953, ni tampoco Gambetta lesionado y ya veterano, el plantel se
había enriquecido con jugadores como Santamaría, William Martinez, Ambrois o
Abbadie.
DE “FÚTBOL A SOL Y SOMBRA” DE EDUARDO GALEANO
“…Mientras
en Suiza se cantaban los himnos de dieciséis países, inaugurando el quinto
Campeonato Mundial de Fútbol, en Guatemala los vencedores cantaban el himno de
los Estados Unidos celebrando la caída del presidente Arbenz, cuya ideología
marxista leninista estaba fuera de toda duda porque se había metido con las
tierras de la United Fruit.
En el Mundial del 54, participaron once equipos europeos, tres americanos, Turquía y Corea del Sur. Brasil estrenó la camiseta amarilla con cuello verde, en vista de que la anterior camiseta, blanca, le había dado mala suerte en Maracaná. Pero el color canarito no tuvo efecto inmediato: Brasil fue derrotado por Hungría en un partido violento, y no pudo llegar ni a las semifinales. La delegación brasileña denunció ante la FIFA al árbitro inglés, que había actuado «al servicio del comunismo internacional, contra la Civilización Occidental y Cristiana».
Hungría era la gran favorita de esta Copa. El demoledor equipo de Puskas, Kocsis y Hidegkuti llevaba cuatro años invicto, y poco antes del Mundial había goleado a Inglaterra 7 a 1. Pero éste fue un campeonato extenuante. Tras el duro enfrentamiento con los brasileños, los húngaros exprimieron sus energías contra los uruguayos. Hungría y Uruguay jugaron a muerte, sin darse tregua, y se agotaron mutuamente hasta que dos goles de Kocsis definieron el partido en el alargue.
La final fue contra Alemania. Hungría ya la había derrotado por paliza, 8 a 3, al comienzo del Mundial, y en aquel partido había quedado fuera de combate el capitán Puskas. En la final, Puskas reapareció, jugando a duras penas en una sola pierna, al frente de un equipo brillante pero gastado. Hungría, que iba ganando 2 a 0, acabó perdiendo 3 a 2, y Alemania conquistó su primer título mundial. Austria obtuvo el tercer lugar. Uruguay, el cuarto.
El húngaro Kocsis fue el goleador de la Copa, con once tantos, seguido por el alemán Morlock, con ocho, y el austríaco Probst, con seis. De los once goles de Kocsis, el más golazo fue hecho contra Brasil. Kocsis se lanzó como un avión, voló un buen rato en el aire y cabeceó al ángulo.”
En el Mundial del 54, participaron once equipos europeos, tres americanos, Turquía y Corea del Sur. Brasil estrenó la camiseta amarilla con cuello verde, en vista de que la anterior camiseta, blanca, le había dado mala suerte en Maracaná. Pero el color canarito no tuvo efecto inmediato: Brasil fue derrotado por Hungría en un partido violento, y no pudo llegar ni a las semifinales. La delegación brasileña denunció ante la FIFA al árbitro inglés, que había actuado «al servicio del comunismo internacional, contra la Civilización Occidental y Cristiana».
Hungría era la gran favorita de esta Copa. El demoledor equipo de Puskas, Kocsis y Hidegkuti llevaba cuatro años invicto, y poco antes del Mundial había goleado a Inglaterra 7 a 1. Pero éste fue un campeonato extenuante. Tras el duro enfrentamiento con los brasileños, los húngaros exprimieron sus energías contra los uruguayos. Hungría y Uruguay jugaron a muerte, sin darse tregua, y se agotaron mutuamente hasta que dos goles de Kocsis definieron el partido en el alargue.
La final fue contra Alemania. Hungría ya la había derrotado por paliza, 8 a 3, al comienzo del Mundial, y en aquel partido había quedado fuera de combate el capitán Puskas. En la final, Puskas reapareció, jugando a duras penas en una sola pierna, al frente de un equipo brillante pero gastado. Hungría, que iba ganando 2 a 0, acabó perdiendo 3 a 2, y Alemania conquistó su primer título mundial. Austria obtuvo el tercer lugar. Uruguay, el cuarto.
El húngaro Kocsis fue el goleador de la Copa, con once tantos, seguido por el alemán Morlock, con ocho, y el austríaco Probst, con seis. De los once goles de Kocsis, el más golazo fue hecho contra Brasil. Kocsis se lanzó como un avión, voló un buen rato en el aire y cabeceó al ángulo.”
NUEVA AUSENCIA ARGENTINA
Motivos
de la nueva ausencia
"Continuaba
el aislamiento en competencias internacionales, como ocurrió en el Mundial 50 y
en los Sudamericanos de 1949 y 1953. Esa decisión se revirtió desde 1955. Las
excusas eran el enfrentamiento que sostenía la AFA con la dirigencia
sudamericana y la postergación de Argentina como sede de un Mundial. En
realidad, no compitió en Suiza porque así lo decidió el Gobierno Nacional, por
razones de su propia política."
GUILLERMO STABILE ANALIZA EL MUNDIAL 54 Y LA AUSENCIA ARGENTINA
"La
Selección hubiera tenido una figuración destacada"
Por
Guillermo Stábile
Extracto
del informe que presentó a la AFA como veedor en el Mundial
(El
Gráfico y el Mundial número 5, Septiembre de 1977)
(Introducción:
El Gráfico y el Mundial) La Argentina, manteniendo una política de aislamiento
internacional, no participó del Mundial de 1954, pero la AFA envió al entonces
seleccionador único, Guillermo Stábile, como observador del Campeonato. A su
regreso, Stábile presentó un informe de seis carillas que él mismo calificó
como "Resumen de las diversas observaciones hechas en cumplimiento de una
honrosa distinción". En sus párrafos más salientes, acaso también los más
polémicos, expresaba lo siguiente:
"En
mi opinión, apreciando el actual poderío del fútbol nuestro y recordando lo que
he visto en otros campeonatos del mundo, este de 1954 no ha de figurar entre
los mejores en cuanto a calidad del término medio, pudiendo afirmarse
que la selección argentina hubiera tenido una figuración
destacada. Europa, en general, ha desterrado de su fútbol todo aquello que
no sea efectivo, práctico, directo.
Estoy convencido de que se puede establecer un equilibrio entre lo útil y lo vistoso, especialmente cuando se dispone, como nosotros, de tantos elementos de extraordinarias condiciones. No creo que en nuestro país lleguemos a cometer la tontería o el error de disciplinar el juego tan exageradamente con tácticas y sistemas, quitando al jugador la libertad necesaria para mostrar personalidad y creación, virtudes que también son productivas. No por sí solas, exclusivamente, sino unidas a las otras. Pero tampoco esas 'otras' -tácticas, sistemas, marcaciones, sobriedad, espíritu de equipo- consiguen transformarse en triunfos importantes cuando falta talento personal. Lo mejor de que disponen los jugadores argentinos son sus recursos naturales. Su genio futbolístico es magnífico y mi opinión a este respecto es terminante. Lo que se impone es insistir en que tales recursos sean empleados en la proporción justa y no en demasía. Como un medio para llegar a un fin, que es el gol, y nunca como fin exclusivamente. Para algo se han puesto los arcos. Me parece muy bien que nustros jugadores sepan gambetear, dominar la pelota, realizar toda clase de malabarismos, pero estableciendo el término medio indispensable entre la retención de la pelota, el uso del dribbling y la velocidad del juego, de manera que sus mejores y más preciados atributos no se conviertan en defectos.
El equipo húngaro, pese a haber perdido el Campeonato Mundial, fue el mejor de todos los que compitieron en el certamen. Me apresuro a manifestar que son buenos, que son excelentes jugadores y practican un juego de alta calidad pero, entiéndase bien, no son fenómenos del fútbol. Los húngaros tienen una defensa nada más que discreta y una magnífica línea delantera. Marcan como en nuestro medio, aunque tienen siempre la precaución de no adelantarse en demasía, y se advierte una diferencia con respecto a lo que se acostumbra entre nosotros: cuando atacan se adelanta un solo half de apoyo, por lo general el volante derecho, mientras que el izquierdo (en nuestro fútbol Pescia o Gutiérrez) queda reforzando la defensa y ésta se constituye, así, con tres defensores en línea y el restante algunos metros más atrás. Pensando en nuestro medio, no creo que sea cuestión de aceptarla de plano: habría que tener en cuenta el adversario, la cancha donde se juegue el partido y, sobre el mismo terreno, proceder de acuerdo con las alternativas del juego y del score.
Los húngaros fueron al Campeonato Mundial llevando cuatro entrenadores para observar: Vokovi, Mandi, Kalmar y Kalocsay. Dividieron a los integrantes de la selección en dos equipos, A y B, entregando cada uno de ellos a un director. Se entrenaron de martes a viernes, pero los lunes hay baños y masajes. El programa de los restantes días fue el siguiente. Martes: Preparación física, gimnasia y juegos. Miércoles: Fútbol entre ellos. 60 minutos, así divididos: 20' con botines, 20' con zapatillas y 20' en medias. Jueves: baño y masajes. Viernes: Gimnasia y juegos. Sábado: Reposo."
Estoy convencido de que se puede establecer un equilibrio entre lo útil y lo vistoso, especialmente cuando se dispone, como nosotros, de tantos elementos de extraordinarias condiciones. No creo que en nuestro país lleguemos a cometer la tontería o el error de disciplinar el juego tan exageradamente con tácticas y sistemas, quitando al jugador la libertad necesaria para mostrar personalidad y creación, virtudes que también son productivas. No por sí solas, exclusivamente, sino unidas a las otras. Pero tampoco esas 'otras' -tácticas, sistemas, marcaciones, sobriedad, espíritu de equipo- consiguen transformarse en triunfos importantes cuando falta talento personal. Lo mejor de que disponen los jugadores argentinos son sus recursos naturales. Su genio futbolístico es magnífico y mi opinión a este respecto es terminante. Lo que se impone es insistir en que tales recursos sean empleados en la proporción justa y no en demasía. Como un medio para llegar a un fin, que es el gol, y nunca como fin exclusivamente. Para algo se han puesto los arcos. Me parece muy bien que nustros jugadores sepan gambetear, dominar la pelota, realizar toda clase de malabarismos, pero estableciendo el término medio indispensable entre la retención de la pelota, el uso del dribbling y la velocidad del juego, de manera que sus mejores y más preciados atributos no se conviertan en defectos.
El equipo húngaro, pese a haber perdido el Campeonato Mundial, fue el mejor de todos los que compitieron en el certamen. Me apresuro a manifestar que son buenos, que son excelentes jugadores y practican un juego de alta calidad pero, entiéndase bien, no son fenómenos del fútbol. Los húngaros tienen una defensa nada más que discreta y una magnífica línea delantera. Marcan como en nuestro medio, aunque tienen siempre la precaución de no adelantarse en demasía, y se advierte una diferencia con respecto a lo que se acostumbra entre nosotros: cuando atacan se adelanta un solo half de apoyo, por lo general el volante derecho, mientras que el izquierdo (en nuestro fútbol Pescia o Gutiérrez) queda reforzando la defensa y ésta se constituye, así, con tres defensores en línea y el restante algunos metros más atrás. Pensando en nuestro medio, no creo que sea cuestión de aceptarla de plano: habría que tener en cuenta el adversario, la cancha donde se juegue el partido y, sobre el mismo terreno, proceder de acuerdo con las alternativas del juego y del score.
Los húngaros fueron al Campeonato Mundial llevando cuatro entrenadores para observar: Vokovi, Mandi, Kalmar y Kalocsay. Dividieron a los integrantes de la selección en dos equipos, A y B, entregando cada uno de ellos a un director. Se entrenaron de martes a viernes, pero los lunes hay baños y masajes. El programa de los restantes días fue el siguiente. Martes: Preparación física, gimnasia y juegos. Miércoles: Fútbol entre ellos. 60 minutos, así divididos: 20' con botines, 20' con zapatillas y 20' en medias. Jueves: baño y masajes. Viernes: Gimnasia y juegos. Sábado: Reposo."
LOS AUSENTES BRASILEÑOS
Si
bien Brasil participó en el Mundial algunos consideraron que ciertos jugadores
debieron estar en la lista final, caso de Zizinho del Bangú e Ipojucan del
Vasco da Gama quienes previamente al Mundial tuvieron altercados con el
entrenador Aimoré Moreira.
¿ DOPING ALEMAN ?
Según
el alemán Eckel a los jugadores les inyectaron glucosa y vitamina C antes de la
Final.
Varios
jugadores de la RFA se doparon en el Mundial de 1954
Varios
jugadores del equipo de la República Federal de Alemania (RFA), que ganó el
Mundial de fútbol de 1954 en Suiza, se doparon con inyecciones de pervitina,
una metanfetamina dopante, según un estudio universitario.
Según
el informe, dado a conocer el lunes, los alemanes, que ganaron por sorpresa la
final contra la Hungría de Ferenc Puskas (3-2), creían que las inyecciones que
recibían eran de vitamina C.
Los
alemanes, apodados desde entonces "los héroes de Berna", recibieron
en realidad inyecciones de metanfetamina, una sustancia que ya se administraba
a los soldados del país durante la II Guerra Mundial y que hoy en día está
incluida en la lista de productos dopantes prohibidos.
El
estudio, que lleva por título "Dopaje en Alemania", está financiado
por el Comité Olímpico alemán y según sus primeros resultados el dopaje se utilizó
sistemáticamente en la RFA desde 1949. (AFP)
CUALQUIER NÚMERO, CUALQUIER JUGADOR
Cada
jugador tenía un número exclusivo en la camiseta. Esto fue muy criticado ya que
despistaba ver a porteros con en número 22 o delanteros con el 17.
PARTIDO NADA ABURRIDO 7 A 5
Se
disputa el partido con mayor número de goles en la historia de los
mundiales. Suiza 5 -Austria 7. En ese encuentro el guardameta y otro jugador
suizo jugaron semidesmayados durante sesenta minutos.
El
partido es conocido por su nombre alemán, "Hitzeschlacht von
Lausanne" (en español: "La batalla de calor de
Lausana"), debido a la alta temperatura bajo la que se jugó (40°C).
FIGURA MILITAR
La figura del Mundial fue Ferenc Puskas (Hungría). Capitán del equipo y coronel del ejército húngaro.
La figura del Mundial fue Ferenc Puskas (Hungría). Capitán del equipo y coronel del ejército húngaro.
EL MUNDIAL POR LA TELE
La televisión hace
su aparición y gracias a ella más de 4 millones de europeos siguieron en vivo
por primera vez una Copa del Mundo.
SUBCAMPEONES RECORDISTAS
Hungría,
subcampeona, anotó 27 goles convirtiendo la mayor cantidad conseguida por una
selección en un mundial con un promedio de 5,40 goles por cada partido.
Fue subcampeona pero recordada como uno de los mejores equipos de la historia
LA MAQUINA HUNGARA DE LOS AÑOS 50
LA MAQUINA HUNGARA DE LOS AÑOS 50
SORTEO TURCO
España
y Turquía se enfrentarse en dos partidos eliminatorios para acudir a esta cita
mundialística. En Madrid ganó España por 4 a 1 y en Estambul ganó
Turquía por 1 a 0. Antes de comenzar el desempate llegó un telegrama
para la delegación española de parte de la FIFA. El cual indicaba la
prohibición de formar parte del juego al húngaro Ladislao Kubala por
irregularidad en su fichaje. El partido terminó empatado 1 a 1 y en
el sorteo para asignar quien iba al Mundial salió el papel de Turquía.
EL SORTEO QUE DEFINIÓ LA CLASIFICACIÓN TURCA
EL SORTEO QUE DEFINIÓ LA CLASIFICACIÓN TURCA
UN MUNDIAL CON MUCHOS GOLES
Se
convirtieron 140 en 26 partidos con un promedio de 5,38 por partido. El
más alto hasta el momento.
Coskun
TUR 19y 41d Matthews
ENG 39y141d
EL PARTIDO MÁS VIOLENTO DE LA HISTORIA : LA BATALLA DE
BERNA
El
partido más violento de la historia de los mundiales fue en Suiza 54. Fue el
que protagonizaron Brasil y Hungría en semifinales en la ciudad de Berna. Hubo
golpes de puño, ingreso de hinchas al campo de juego, botellazos, etc. Fueron
tres los jugadores expulsados y hubo dos penales, Se cometieron 42 faltas. Dos
futbolistas terminaron fracturados. La FIFA no aplicó sanciones.
Las
expulsiones no ayudaron mucho en el partido entre Brasil y Hungría en 1954. 3
jugadores fueron expulsados, aunque si fuera en la actualidad el número habría
sido mucho más alto. El encuentro produjo escenas deshonrosas y se lo denominó
como "La batalla de Berna". Los jugadores continuaron peleando camino
a los vestuarios después del silbato final. Hungría ganó el partido 4-2.
La batalla
de Berna
Hungría-Brasil, para muchos la final anticipada del torneo, acabó en una auténtica guerra. Pese a la ausencia de Puskas, lesionado, los magiares, con goles de Hidegkuti y Kocsis, se colocaron con un 2-0 favorable en el séptimo minuto. Un penal permitió acortar distancias a Djalma Santos antes del descanso. Luego, Lantos, también desde los doce pasos (un penal muy discutido) colocó el 3-1. Julinho, el 3-2 y ya en los últimos segundos Kocsis acabó con las esperanzas del cuadro brasileño, que había metido dos tiros en el palo.
Hasta el 3-1 el juego había sido duro aunque no violento. Pero, a partir de ahí, los brasileños, contrariados, empezaron a dar patadas. Al comenzar las hostilidades, Josef Boszik, un caballero del fútbol (era además diputado en el Parlamento Húngaro), perdió los nervios y se trenzó a golpes con Nilton Santos. El árbitro inglés Arthur Ellis los expulsó a ambos. Minutos después, Humberto enfiló también el camino de los vestuarios. Al final, se vieron escenas lamentables: tres jugadores persiguieron a Kocsis por todo el campo, Pinheiro rompió una botella en la cabeza del lesionado Puskas, el arquero Castilho le hizo un tackle de rugby a un policía, un fotógrafo brasileño golpeó a otro guardia; sillas, máquinas fotográficas y camisetas destrozadas... En una palabra, lo nunca visto en un Mundial. La FIFA amonestó con dureza a los contendientes pero no impuso ninguna sanción.
Hungría-Brasil, para muchos la final anticipada del torneo, acabó en una auténtica guerra. Pese a la ausencia de Puskas, lesionado, los magiares, con goles de Hidegkuti y Kocsis, se colocaron con un 2-0 favorable en el séptimo minuto. Un penal permitió acortar distancias a Djalma Santos antes del descanso. Luego, Lantos, también desde los doce pasos (un penal muy discutido) colocó el 3-1. Julinho, el 3-2 y ya en los últimos segundos Kocsis acabó con las esperanzas del cuadro brasileño, que había metido dos tiros en el palo.
Hasta el 3-1 el juego había sido duro aunque no violento. Pero, a partir de ahí, los brasileños, contrariados, empezaron a dar patadas. Al comenzar las hostilidades, Josef Boszik, un caballero del fútbol (era además diputado en el Parlamento Húngaro), perdió los nervios y se trenzó a golpes con Nilton Santos. El árbitro inglés Arthur Ellis los expulsó a ambos. Minutos después, Humberto enfiló también el camino de los vestuarios. Al final, se vieron escenas lamentables: tres jugadores persiguieron a Kocsis por todo el campo, Pinheiro rompió una botella en la cabeza del lesionado Puskas, el arquero Castilho le hizo un tackle de rugby a un policía, un fotógrafo brasileño golpeó a otro guardia; sillas, máquinas fotográficas y camisetas destrozadas... En una palabra, lo nunca visto en un Mundial. La FIFA amonestó con dureza a los contendientes pero no impuso ninguna sanción.
GOLEADOR ASISTIDO
Na
Copa do Mundo da Suíça (1954) um fato causou preocupação em todos que estamos
assistindo ao jogo entre Uruguai e Hungría. Após fazer o gol de empate para sua
seleção, o uruguaio Juan Eduardo Hohberg desmaiou em campo.
Ele recebeu atendimento médico e se recuperou no hospital.
RECORD DE INSCRIPTOS
La
copa del mundo tuvo récord de países inscriptos (16 clasificaron, 38
participaron sólo de Eliminatorias) y ya era llamada Jules Rimet.
LLUVIA INTENSA LLENO TOTAL
Lluvia
Intensa : En el partido Alemania 6 x 1 Austria, igualmente 64.000 personas
observaron el partido
UN DT ALEMAN PRE Y POST GUERRA
HERBERGER D.T DE ALEMANIA
EL
Gran D.T : El alemán Sepp Herberger dirigió a su selección entre los años 1936
y 1962 logrando el titulo mayor en este 1954
HERMANOS ALEMANES
Hermanos
: En Alemania Ottmar y Fritz Walter
ESCONDIENDO TITULARES
Con
Suplentes : En la primera fase Alemania jugo su partido contra Hungría con
varios suplentes
LOS MEJORES GOLES DEL MUNDIAL 54
Golazos
: Julinho de Brasil contra México, Kocsics de Hungría contra Alemania, Josef
Hugui de Suiza .
LOS DESCONTROLADOS
Descontrol
: Los problemas en el partido Italia x Suiza llevaron a que la Policía
invadiese el campo y controlase la situación
INFARTANTE PARTIDO
Electrizante
: Así fue el final de los 90 minutos de semifinales entre Uruguay y Hungría ,
Hobbherg
logro el empate en el ultimo minuto, de la “incontenible emoción “ (Palabras
del relator Juan Carlos Solé), el delantero celeste debió ser reanimado de un
desmayo antes de comenzar el alargue.
FIN DEL INVICTO HUNGARO
Fin
de un Invicto : Los húngaros campeones olímpicos llevaban 31 partidos sin
derrotas al llegar a la Final de la Copa del Mundo.
UN MUNDIAL CON MUCHOS GOLES
Números:
140 goles en 26 partidos se marcaron. 11 goles marcó Sandor Kocsis, el goleador
del torneo.
27
goles la suma total que marcó Hungría, récord para un equipo en un mundial. 8-3
le ganó Hungría a Alemania en la primera ronda, en la final la historia sería
otra. 7-5 le ganó Austria a Suiza jugando el partido con más goles en la historia
de los mundiales. 5.38 el promedio de gol de todo el torneo y el más alto en la
historia de los mundiales.
MILAGRO: PERDIÓ URUGUAY
Curiosidades: Uruguay había jugado dos Mundiales antes del 54 y había ganado ambos, por lo tanto, la primera derrota se la propinó Hungría en la prórroga de las semifinales.
Curiosidades: Uruguay había jugado dos Mundiales antes del 54 y había ganado ambos, por lo tanto, la primera derrota se la propinó Hungría en la prórroga de las semifinales.
EL GRUPO EUROPEO
Por
primera vez en la historia, un grupo lo integraron cuatro países del mismo
continente (grupo 4, Suiza, Italia, Inglaterra, Bél
EL CUADRADO MÁGICO DEL CUADRO MÁGICO
Hungría
era el gran candidato y según dicen, de los mejores equipos que se hayan visto
alguna vez.
Había
arrasado en los Juegos Olímpicos de Helsinki y después había humillado a
Inglaterra en Wembley. Tácticamente retrasó a su centrodelantero y a su puntero
y adelantó a sus volantes (Kocsis, Puskas). Entre los cuatro conformaron el
cuadrado mágico. El goleador de la competición, apodado Cabecita de Oro por su
fuerte cabezazo gritó 75 veces en 68 partidos.
Le
ganó a Corea nueve a cero y en cada gol de los europeos, los orientales
inclinaban su cabeza en reverencia a los mejores. Al partido siguiente le ganó
8-3 a Alemania que dando por perdido el partido había puesto cinco
suplentes; Ferenc Puskas terminó lesionado y por eso no pudo jugar cuartos y
semifinales. En cuartos sin su gran figura, triunfó ante Brasil en la
Batalla de Berna, por 4-2 en uno de los partidos más violentos de la
historia. Hubo 42 infracciones, 2 penales y 3 expulsiones, los hinchas se
enfrentaron con la policía y los jugadores se enfrentaron camino a vestuario a
las piñas, aunque no hubo sancionados. Para la semifinal enfrentó a Uruguay en
“el más bello espectáculo futbolístico que vieron los tiempos” según dijo The
Manchester Guardián. Ganaban los húngaros dos a cero pero, dos goles del
argentino Hohberg empataron las acciones y las llevaron a suplementario. Kocsis
con un doblete olvidó rápido las aspiraciones sudamericanas y a diferencia del
partido anterior, los jugadores terminaron llorando de emoción y felicitándose
unos a otros por el gran partido que habían jugado.
MAQUINACIÓN INSIDIOSA
Al
caer Brasil con Hungría el Jornal dos Sports público “Brasil ha sido victima de
una maquinación y de una trampa de los europeos para impedir que ganara la
Copa”
EL IMPERIO HÚNGARO
Así
se fue construyendo y armando la super selección de Hungría de 1954.
En
agosto de 1945 la selección magyar inició el camino de su recomposición
enfrentando en Viena a los austríacos- a los que doblegaron por 2 a 0 para recibirlos luego en Budapest y
aplastarlos por 5 a 1. En este último cotejo hizo su debut con la casaca
nacional un valor joven que defendía al Kispest, se llamaba : Ferenc Puskas.
En
1947 se alinearon Grosics, Boszik, Zakarias; en el 48 lo hicieron Kocsis y
Lorant; y en el 49 llegaron Budai, Czibor y Lantos.
En
1949 el Estado hungaro intervino el Deporte, paralelamente se produjo el
alejamiento de afamadas figuras que habían alternado con las ya nombradas; y
así marcharon al profesionalismo italiano Mike y Nyers, Kubala ingresó al
Barcelona y algo más tarde Deak se enroló en un club de la península de la
bota.
A
raíz de esa remoción organizativa se fundaron dos sociedades deportivas de
verdadera importancia: el Honved – sucesor del Kispest- considerado el equipo
del Ejercito y el Voros Lobogo, que antes fuera el MTK.
En
el Honved se reunieron Puskas, Kocsis, Budai, Czibor, Lorant, Grosics, Boszik;
en el Voros Lobogo se encontraron Geller, Lantos, Palotas, Zakarías y
Hidegkuti.
Después
de una sorpresiva derrota frente a Austria en Viena el 14 de mayo de 1950 Hungría
inició el más espectacular ciclo de invencibilidad de que pueda jactarse
selección alguna; fueron 31 partidos sin contrastes, con 27 victorias y 4
empates.
BALLET ESLAVO
En
la selección de Yugoslavia tuvo especial destaque la actuación del guardameta Beara
destacado en su país como gran bailarín de Ballet .
HOJA SECA
En
el Partido Brasil x Yugoslavia el brasileño Didí se mandó tremendo gol, “tuvo
una belleza otoñal imposible de comparar con el remate del centreforward Zebec
que dejó helado al guardavalla Castillo.
Diego
Lucero cuenta que ese gol fue historiado como “A folha seca” (La hoja seca)
explicable por que Didí le dio a la pelota un toque como de taco de billar pero
tan perfecto que la pelota se elevó y desbordando al guardavalla Beara que la
buscaba sin encontrarla tomo un efecto que hizo que cayera dentro del arco
detrás del arquero, pero muy suavemente, tal como la caída de una hoja seca en
la brisa del otoño.
AL RITMO DE LA GAITA CRIOLLA
7
a 0 fue la paliza que le aplicó Uruguay
a Escocia, según recordaron los protagonistas, los escoceses practicaban una
cobertura al hombre demasiado puntillosa: cuando un uruguayo superaba su
marcador, tenía el camino libre al área porque ningún otro rival abandonaba a
su hombre.
LA LESIÓN DE OBDULIO
Fue en
Cuartos de final cuando Uruguay venció 4 a 2 a Inglaterra, ese día en Basilea
marcó la despedida de Obdulio Varela de la selección uruguaya según el mismo,
se desgarró festejando su gol – por entonces ya sufría frecuentes lesiones- y
debió salir del campo. El equipo disputó con diez hombres todo el segundo
tiempo pese a lo cual la victoria no corrió peligro.
VERGONZOSO CUARTO LUGAR …
El
equipo de Uruguay fue cuarto en este Mundial de Suiza, entonces la prensa
tremendista de la época título en “El Diario” que el cuarto lugar era “un
sitial reñido con la tradición uruguaya”esto después que los celestes cayeran
con Austria en el encuentro por el Tercer y Cuarto Puesto.
LA GRAN FINAL
En la final por un lado la maquina : Hungrós Por el otro bando aparecía una humilde Alemania que se recuperaba de la guerra y quería volver a ser un país “normal”. Contaba con Herberger, un jugador experimentado pre-guerra y con gran poder de persuasión, sirviéndoles de ejemplo a sus compañeros, según Glanville analizó en Historia de la Copadel Mundo. Además estaban Walter y Rahn, dos jugadores decisivos en la final. Pasó la primera ronda tras ganar en desempate a Turquía, luego eliminó a Yugoslavia tras ganarle por 2-0 pero merecer claramente perder, según dijeron periodistas. En semifinales vapuleó a Austria con un cómodo 6-1 Hungría era gran favorita para la final y más cuando a los diez minutos ganaba dos a cero. La pesadez del campo por la lluvia y la ventaja física que pudieron sacar quienes perdían, emparejó las cosas. Morlock descontó y Rahn hizo dos para un final de película.
ENTRADA A LA GRAN FINAL DE BERNA 54
En la final por un lado la maquina : Hungrós Por el otro bando aparecía una humilde Alemania que se recuperaba de la guerra y quería volver a ser un país “normal”. Contaba con Herberger, un jugador experimentado pre-guerra y con gran poder de persuasión, sirviéndoles de ejemplo a sus compañeros, según Glanville analizó en Historia de la Copadel Mundo. Además estaban Walter y Rahn, dos jugadores decisivos en la final. Pasó la primera ronda tras ganar en desempate a Turquía, luego eliminó a Yugoslavia tras ganarle por 2-0 pero merecer claramente perder, según dijeron periodistas. En semifinales vapuleó a Austria con un cómodo 6-1 Hungría era gran favorita para la final y más cuando a los diez minutos ganaba dos a cero. La pesadez del campo por la lluvia y la ventaja física que pudieron sacar quienes perdían, emparejó las cosas. Morlock descontó y Rahn hizo dos para un final de película.
La
gran final
Nadie podía atreverse a no considerar a Hungría como la gran favorita para ganar el título, y que tenía todos los argumentos a favor: desde 1950, los hombres de Sebes no habían perdido ninguno de los 32 partidos que disputaron, habían ganado el título olímpico y contaban con triunfos tan resonantes como un 6-3 en Wembley (el primer K.O. sufrido por Inglaterra de local) o un 7-1 ante el mismo rival en Budapest. Y, además. en el torneo ya habían batido al otro finalista, Alemania Occidental, por 8-3 en Basilea.
Ya sobre el embarrado césped del Wankdorf Stadion, la superioridad de la Aranycsapat (equipo de oro en húngaro) se evidenció muy pronto. A los ocho minutos ya dominaba por 2-0 gracias a los tantos de Puskas y Czibor. Pero Alemania Occidental no se hundió, y Morlock y Rahn lograron igualar antes que se cumpliera el minuto 20.
La máquina de Sebes siguió funcionando como solía, pero la suerte no estaba de su lado aquel lluvioso 4 de Julio de 1954. Puskas falló goles increíbles, Hidegkuti (por dos veces) y Kocsis enviaron balones al palo, Turek, el arquero germano, salvó lo imparable y Liebrich y Kohlmeyer sacaron dos pelotas en la línea. Y, a falta de seis minutos, la desgracia de los centroeuropeos fue ya total. Boszik perdió el balón en terreno alemán a pies de Schäfer, quien inició un rápido contragolpe, cedió a Fritz Walter y éste envió un pase al punto del penal donde Helmut Rahn remató. Alemania Occidental acababa de marcar el tercer tanto!
Hungría lo intentó todo incluso en los minutos finales, e incluso Puskas marcó un gol que Walter Ling anuló por offside de Hidegkuti. Con el 3-2 se llegó al final del encuentro. Nadie podía creer lo que había ocurrido en el estadio de Berna. Ni siquiera los propios ganadores, quienes sólo despertaron cuando Jules Rimet, que dejaría la presidencia de la FIFA poco después, entregó la estatuilla a Fritz Walter.
Tiempo después se rumoreó que los alemanes se habían dopado. Lo cierto es que, tras el encuentro, varios jugadores tuvieron que ser hospitalizados debido a una presunta ictericia infecciosa. También se afirmó que el gobierno húngarovendió el título a cambio de tractores y maquinaria agrícola. Nada, lógicamente, pudo demostrarse. Sea como fuere, lo real es que aquel día concluyó su brillante camino uno de los mejores equipos de todas las épocas y que de manera insospechada el fútbol alemán ingresó en la élite.
Nadie podía atreverse a no considerar a Hungría como la gran favorita para ganar el título, y que tenía todos los argumentos a favor: desde 1950, los hombres de Sebes no habían perdido ninguno de los 32 partidos que disputaron, habían ganado el título olímpico y contaban con triunfos tan resonantes como un 6-3 en Wembley (el primer K.O. sufrido por Inglaterra de local) o un 7-1 ante el mismo rival en Budapest. Y, además. en el torneo ya habían batido al otro finalista, Alemania Occidental, por 8-3 en Basilea.
Ya sobre el embarrado césped del Wankdorf Stadion, la superioridad de la Aranycsapat (equipo de oro en húngaro) se evidenció muy pronto. A los ocho minutos ya dominaba por 2-0 gracias a los tantos de Puskas y Czibor. Pero Alemania Occidental no se hundió, y Morlock y Rahn lograron igualar antes que se cumpliera el minuto 20.
La máquina de Sebes siguió funcionando como solía, pero la suerte no estaba de su lado aquel lluvioso 4 de Julio de 1954. Puskas falló goles increíbles, Hidegkuti (por dos veces) y Kocsis enviaron balones al palo, Turek, el arquero germano, salvó lo imparable y Liebrich y Kohlmeyer sacaron dos pelotas en la línea. Y, a falta de seis minutos, la desgracia de los centroeuropeos fue ya total. Boszik perdió el balón en terreno alemán a pies de Schäfer, quien inició un rápido contragolpe, cedió a Fritz Walter y éste envió un pase al punto del penal donde Helmut Rahn remató. Alemania Occidental acababa de marcar el tercer tanto!
Hungría lo intentó todo incluso en los minutos finales, e incluso Puskas marcó un gol que Walter Ling anuló por offside de Hidegkuti. Con el 3-2 se llegó al final del encuentro. Nadie podía creer lo que había ocurrido en el estadio de Berna. Ni siquiera los propios ganadores, quienes sólo despertaron cuando Jules Rimet, que dejaría la presidencia de la FIFA poco después, entregó la estatuilla a Fritz Walter.
Tiempo después se rumoreó que los alemanes se habían dopado. Lo cierto es que, tras el encuentro, varios jugadores tuvieron que ser hospitalizados debido a una presunta ictericia infecciosa. También se afirmó que el gobierno húngarovendió el título a cambio de tractores y maquinaria agrícola. Nada, lógicamente, pudo demostrarse. Sea como fuere, lo real es que aquel día concluyó su brillante camino uno de los mejores equipos de todas las épocas y que de manera insospechada el fútbol alemán ingresó en la élite.
EL CAMPEÓN AFORTUNADO –
Resumen
del artículo del periodista suizo Eric Walter jefe de la sección deportiva de
La Suisse de Ginebra y Presidente de la Asociación de la Prensa Suiza (enviado
especial a 7 campeonatos Mundiales).
Al
decir de Walter en Suiza existía un gran interes de que el equipo local no
fuese eliminado en las primeras de cambio, igualados en puntos en la ronda
clasificatoria los conjuntos de Suiza e Italia jugaron un segundo encuentro que
registro la victoria del primero, con influencia y parcialidad del arbitro
brasileño “muy casero”
Se
había creado un clima hostil a la squadra azurra incluso antes antes del
segundo partido Italia x Suiza una muchedumbre compuesta por fieles seguidores
de “Squibbs” se concentró frente al hotel de los italianos. Al llegar el
autocar que los conducía, una verdadera lluvia de piedras y proyectiles
diversos cayo sobre el vehículo. El incidente demostró el inmenso poder de la
radio origino la protesta del embajador italiano en Berna, el fácil triunfo
suizo en el segundo partido hizo olvidar las circunstancias extradeportivas que
lo enmarcaron.
Si
fue inolvidable el match en el que Austria eliminó a Suiza , los austriacos
tenían un gran equipo con estrellas como Korner, Probst, Stojaspal, Hanappi y
Happel .
Aquella
tarde de sabado hacía un calor insoportable, en las gradas de La Pontaise el estadio
de Lausana los espectadores vaciaban todas las botellas de cerveza y vino
blanco que habían podido encontrar en las cercanías.
Paradójicamente
un austriaco dirige ala selección suiza: el famoso Kart Rappan-nuestro equipo
dice el periodista obtuvo una ventaja de 3 a 0 . Entonces se produjo un hecho
que ha quedado grabado en la historia del fútbol helvético; el portero Eugene
Parlier el defensa Roger Bocquet
resultaron afectados por el intenso calor y sufrieron una insolacion . Durante
media hora y auqneu desde las tribunas no se advertía actuaron totalmente
groggy.
Suiza
encajo 7 goles , por lo cual no fueron suficientes otros 2 que logró convertir
. Resultado insólito este 7 a 5 solo explicable por el estado en que actuaron
Parlier y Bocquet.
Continua
Eric Walter- otro gran partido que pude presencia fue el de Alemania –
Yugoslavia . Dominó está pero ganó aquella. Cuando regresaba a mi casa me
detuve en una gasolinera y un fanático germano que llenaba el depósito de su
automóvil tuvo un rasgo de sinceridad al confesarme lo siguiente : “Nunca vi a
Alemania con tanta suerte, Yugoslavia mereció ganar por 3 goles de diferencia,
Esto no podrá continuar. ¡ El hombre no sospechaba que esa suerte seguiría
acompañando a Alemania hasta la final !.
Hungría
– Uruguay fue un partido excepcional tanto por la calidad del juego como por
las alternativas del tanteador , los periodistas radiofonicos estabamos en el
techo de una tribuna , porque no quedaba ningún sitio libre en las gradas .
Este techo no estaba sostenido por columnas y por tanto no podia soportar mucho
peso – Nosotros habiamos recibido instrucciones precisas . Esa construcción
aguanta a un hombre por metro cuadrado pero a condicion de que se quede quieto
sin moverse.
Pero
¿Cómo quedarse estático viendo las maravillas tecnicas de los hungaros y la
resistencias que le opusieron los uruguayos, que no se resignaban a perder su
título de campeones mundiales ?
Sin
embargo recuerdo una final triste y sin aliciente. Llovia, hacía frío y los
proesionales de la reventa no lograban dar “salida” a su “mercancía”, pese a
que ofrecían las entradas a mitad de precio.
La
victoria de Alemania sobre la gente de Puskas dejó un sabor amargo, entre los
suizos, en primer lugar porque Hungría era superior y en segundo termino porque
los germanos informaron que habían sido atacados por una ictericia infecciosa.
Tuvieron la osadía de acusar al cocinero del hotel. En aquella época todavía no
existía control anti-doping…
LOS MEJORES NO SON LOS MÁS INTELIGENTES
“Nos
dormimos y cuando nos despertamos, perdíamos tres a dos” fue la mejor
explicación que pudo dar un jugador ante la milagrosa remontada germana. Puskas
agregó “fuimos los mejores pero ellos los más inteligentes”.
CABEZAS DE LLAVE
Os
cabeças de chave foram os seguintes:
Grupo
4: Inglaterra e Itália
AL REGLAMENTO HAY QUE CONOCERLO
Pelo
Grupo 1, o do Brasil, ocorreu um episódio bastante curioso. Brasil e Iugoslávia
venceram seus primeiros compromissos (Brasil 5 a 0 contra México e Iugoslávia
pela contagem simples sobre a França) e o empate garantia ambos na fase
seguinte. Acontece que os jogadores do Brasil não conheciam o tal regulamento e
atacavam insistentemente a meta iugoslava, com os jogadores eslavos fazendo
gestos aos brasileiros pelo empate que beneficiaria os dois. Ao final do jogo
alguns brasileiros choravam e apenas posteriormente a situação foi esclarecida.
Tanto brasileiros como iugoslavos se classificaram à fase seguinte.
RENUNCIO AL CARGO DE DT EN PLENO MUNDIAL
Uma
curiosidade é que, insatisfeito com as intromissões da comissão técnica no seu
trabalho, o técnico da Escócia Andy Beattie pediu demissão logo após a derrota
para a Áustria, sendo o único técnico a pedir demissão durante uma copa até
hoje. A Áustria também passa fácil com 1 a 0 na Escócia e 5 a 0 na Tchecoslováquia.
EL ARBITRO CONTROVERTIDO
No
Grupo D, o English Team tenta se refazer do desastre de 50, sua
estreia em copas. Empata em um jogo espetacular com a Bélgica (4-4) e ganha à
Suíça por 2 a 0. Suíça e Itália defrontaram-se duas vezes no grupo. Na primeira
partida os helvéticos venceriam por 2 a 1 num jogo muito conturbado e de uma
arbitragem bastante controversa do brasileiro Mário
Vianna. As equipes se enfrentariam novamente, e no jogo desempate a Suíça
vence por 4 a 1. Chega as Quartas de Final.
SARRE FUE SELECCIÓN
O
time da RFA se classificou batendo os alemães da região do Sarre, ocupado
pela França,
enquanto a Alemanha Oriental não se inscreveu para a Copa
ALEMANIA CAMPEÓN – “EL MILAGRO DE BERNA”
Final:
"O Milagre de Berna" O Estádio Wankdorf em Berna recebeu
60.000 pessoas se espremerem para acompanhar a partida final entre Alemanha
Ocidental e Hungria, uma repetição do jogo da primeira fase. Nesta fase, a
Hungria venceu os reservas alemães por 8 a 3. O Time Dourado dos
húngaros era o favorito, pois vinha de 32 partidas invicto, porém vinha de duas
partidas duras. Começou a chover no dia do jogo - na Alemanha isso é chamado de
"Fritz-Walter-Wetter" (tempo de Fritz Walter) pois dizia-se o capitão
da equipe alemã Fritz Walterjogava seu melhor futebol na chuva, porque
havia contraído malária quando jovem e por isso não atuava tão bem no
calor. Adi Dassler, proprietário da Adidas e
fornecedor de material esportivo para a seleção alemã, forneceu chuteiras com
cravos intercambiáveis, que melhor se adaptariam ao campo molhado.
Na
final se viu Ferenc Puskás atuando mesmo não estando em sua
melhor forma. Ainda assim ele colocou seu time à frente do placar em apenas 6
minutos de jogo, e com Zoltán
Czibor fazendo outro tento dois minutos depois parecia que os
favoritos realmente levariam o título. Porém, com um rápido gol de Max Morlock no
décimo minuto, e Helmut Rahn empatando aos 19, a maré começou a virar.
No
segundo tempo a Hungria desperdiçou diversas chances. Mas, nervosos não
conseguiram nada. Os alemães praticamente "cozinharam" o jogo a seu
favor, e acabariam premiados. A meros seis minutos do final da partida, o
popular narrador do rádio alemão Herbert Zimmermann fez
sua mais memorável declaração ao dizer: "Rahn deveria chutar do meio da
rua" (em alemão: "aus dem Hintergrund müsste Rahn schießen"), e
assim foi. O segundo gol de Rahn, que chutou da meia-lua da área, após a zaga
húngara afastar mal a bola, deu a liderança da partida aos alemães. Depois,
Puskás ainda fez um gol impedido.
Aos
alemães foi entregue a Taça Jules Rimet e o título de vencedores da
Copa do Mundo com a torcida cantando junto o hino nacional alemão. Na Alemanha,
esta partida é conhecida como o Milagre de Berna. Um filme baseado na
história foi lançado em 2003. Para os húngaros, a derrota foi um desastre, e o
seu declínio no futebol teria início somente dois anos depois, com a Revolução Húngara.
El 4
de julio de 1954 es para Alemania el día del ”Milagro de Berna“. Fue el día en
que los cronistas escribieron la historia más maravillosa del fútbol alemán.
Fue el día de la victoria final por 3:2 de los alemanes contra los húngaros,
que hasta entonces no habían perdido ningún partido y estaban considerados como
el ”super equipo“ de su época. El mayor triunfo en el estadio de fútbol
Wankdorf - lloviendo a mares - se puede atribuir también a los nombres de otros
héroes. Sepp Herberger, el entrenador nacional, también se convirtió en leyenda
en Alemania. Toni Turek, el diablo en la portería, que hizo desesperar a los
húngaros, se hizo igual de famoso como Helmut Rahn, el “jefe“, que abrió a
Alemania con su gol del 3:2 en el minuto 84 el primer título a la Copa Mundial
de la FIFA. Pero el 4 de julio de 1954 fue ante todo el día de Fritz Walter. Como
capitán recibió de manos del Presidente francés de la FIFA, Jules Rimet de 82
años, la ”Diosa de Oro“, la primera Copa Mundial de la FIFA
La
victoria de la Copa Mundial de la FIFA 1954 disparó en Alemania una gran
euforia. Después de la Segunda Guerra Mundial, el país se encontraba excluido
de todos los acontecimientos deportivos como los Juegos Olímpicos de 1948 en
Londres o la Copa Mundial de la FIFA de 1950 en Brasil. Los alemanes pudieron
aparecer de nuevo por primera vez en el gran escenario deportivo en 1954. El
equipo fue acompañado por las escasas esperanzas de los alemanes. Pero en el
alojamiento del equipo en el lago Thuner See, a los pies del macizo de los
Alpes berneses, nació en la selección el “Espíritu de Spiez“, que todavía hoy
es conocido entre los fans alemanes de fútbol.
El
“Milagro de Berna”
La
final se disputó en un encharcado Estadio Wankdorf el día 4 de julio de 1954.
Las condiciones del tiempo eran de un buen presagio para Alemania Occidental,
porque el capitán y mediocampista goleador Fritz Walter tenía notorios
problemas con el calor después de haber sufrido con la malaria durante la
guerra. Los simpatizantes alemanes conmemoraron lo que dieron en llamar
"clima Fritz Walter".
A su
vez, Hungría tenía dudas sobre las condiciones físicas de Puskas, que no
había participado de los dos partidos anteriores después de haber recibido un
golpe en el tobillo por Werner Liebrich, justamente en el primer
encuentro con Alemania Occidental. Aún sin totales condiciones,
Puskas abrió el marcador a los seis minutos. A los ocho, los favoritos ya
hacían el 2 a 0 después que el arquero alemán Toni Turek dejara la pelota en
los pies de Zoltán Czibor. Sin embargo, sólo fueron necesarios diez minutos más
para que los alemanes empataran. El primer gol vino con una finalización de
Morlock. Después fue Rahn quien concluyó un tiro de esquina efectuado por Fritz
Walter.
La
lluvia siguió torrencial, la tensión aumentó y solamente el travesaño impidió
el gol de Hidegkuti. Pero, faltando solo seis minutos, Rahn tomó la pelota en
la entrada del área y pateó de pierna izquierda al ángulo. Todavía hubo tiempo
para Puskas tener un gol anulado por el juez de línea antes de que el silbato
final confirmara la derrota de Hungría y el nacimiento de una nueva potencia del
fútbol mundial. El partido quedó conocido como el “Milagro de Berna”.
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