HISTORIA
DE LOS MUNDIALES DE FÚTBOL
MUNDIAL
1974 -
WORLD
CUP 1974 –PARTE 5
COPA
DO MUNDO 1974
PELE NO QUISO JUGAR EL MUNDIAL
Pelé
aseguró que no jugó Mundial de Alemania 1974 por estar en contra de
la dictadura en Brasil. En diálogo con el portal Uol, el astro
confesó que fue la hija del general Ernesto Geisel (presidente
de facto de Brasil de 1974 a 1979) quien le pidió volver a la
selección, pero que "no acepté por un solo motivo:
yo estaba infeliz con la situación de la dictadura en el país.
Estaba preocupado por el momento. En apoyo al país, yo rechazé,
porque estaba muy bien y podría jugar en alto nivel".
Además,
recordó que la situación en su país era casi insostenible, ya
que "la dictadura estaba exigiendo demasiado del pueblo".
Una
revolución táctica
Brasil
no consiguió siquiera hacer recordar la magia de la selección de
1970, Inglaterra ni se clasificó para el Mundial de 1974 y Argentina
todavía era una fuerza menor del fútbol, pero igualmente el Mundial
disputado en Alemania se convirtió en un marco para el deporte.
Todo por culpa de una calesita.
LA
PRIMER TARJETA ROJA DE LOS MUNDIALES
El jugador chileno Carlos Caszely es el primero en recibir
una tarjeta roja, aunque no en ser expulsado, ya que los árbitros
tienen autoridad para hacerlo desde la primera Copa del Mundo.
LA
PRIMERA EXPULSION POR DOPING DE UN MUNDIAL
-
El jugador de Haití Jean Joseph es expulsado de la Copa del Mundo
por consumo de estimulantes. Fue la primera vez que se
realizaron los controles antidoping.
El
medio de la selección de fútbol de Haití Ernest Jean Joseph, de 26
años, es el primer futbolista en dar positivo en un control anti
dopaje en la historia de los Mundiales.
El
análisis que inculpó al jugador caribeño, realizado tras el
partido debut de Haití en el Mundial, la derrota 1-3 ante Italia,
dio positivo por efedrina, una sustancia prohibida por la FIFA. El
futbolista adujo que había consumido pastillas para combatir un
cuadro crónico de asma, pero su defensa fue desestimada.
Ante
la novedad del asunto, y sin una reglamentación que fije las
sanciones correspondientes, la organización del fútbol mundial,
decidió expulsar al jugador de Haití de la Copa del Mundo Alemania
1974.
Dos
días después del partido, Joseph fue retirado de la concentración
de Haití en circunstancias poco claras para ser trasladado de
regreso a Puerto Príncipe. La prensa europea comenta que se abrió
una investigación para aclarar la situación y que "se teme que
haya sido traslado por la fuerza". La Vanguardia, de
España, agrega que "el fiscal encargado de la investigación
comentó la posibilidad de que Joseph hubiera solicitado asilo
político en Alemania, ante el temor a que en su país se tomaran
represalias contra él".
Otras
versiones afirman que Joseph habría sufrido una fuerte golpiza tras
conocerse el caso de doping, según unos dichos, por sus compañeros
de equipo, según otros, por hombres de seguridad de la delegación
haitiana. Entre golpes habría sido subido a un avión y traslado a
Haití. Allí, presuntamente, fue torturado por grupos paramilitares
vinculados al dictador Jean-Cleaude Duvalier y se estima que, por
haber "deshonrado a su país y a su líder", enfrentará al
menos dos años en las cárceles del régimen.
PRIMER DOPING POSITIVO EN UN MUNDIAL
NI
LA VIERON
-
El primer gol que marcó Holanda en la final de 1974 fue único.
Después de haber hecho el saque de inicio en el círculo de la mitad
de la cancha, los holandeses tocaron la pelota hasta que el gran
Johann Cruyff se metió al área. El defensor alemán le cometió
infracción y el árbitro sancionó penal… Johann Neeskens pateó y
convirtió el gol.
Los alemanes fueron a buscar la pelota al fondo del arco sin siquiera haberla tocado.
Los alemanes fueron a buscar la pelota al fondo del arco sin siquiera haberla tocado.
LA
MARCA DEL BOMBARDERO
El
alemán Gerd Muller con sus 10 goles en México y los 4 en este los
sitúan como el máximo goleador en los mundiales.
EL
PRIMER MUNDIAL CON HAVELANGE COMO PRESIDENTE
Era
el primer mundial de Joao Havelange como presidente de la
FIFA, designado en reemplazo de sirStanley Rous y convirtiéndose
así en el único presidente no europeo hasta entonces. Con él al
mando, la entidad multinacional se llenó de dinero. No importaba
el cómo sino el cuánto. De hecho, 12 años después,
el brasileño aceptó que uno de los patrocinadores del Mundial ‘86
fuera una firma de purillos…
Uno
de los métodos que tuvo Havelange para incrementar los ingresos fue
armar un torneo en el que no existieran eliminaciones directas, salvo
en la final. Es decir, cuatro zonas de cuatro equipos donde los dos
primeros de cada grupo pasaban a la segunda fase del torneo. Esta
segunda fase eran dos zonas de cuatro equipos, donde el primero de
cada una jugaría la final, y el segundo de cada una jugaría por el
tercer puesto. Así, la cantidad de encuentros aumentó a 38. Al
haber más cotejos, habría mayor ingreso en publicidad y contratos
televisivos.
Curiosidades
hubo varias, comenzando desde antes de la competencia propiamente
dicha.
HINCHAS
ASEGURADOS
Por
primera vez los espectadores estuvieron asegurados: 4.000 dólares en
caso de muerte y 8.000 en caso de invalidez. Con esas cifras, más de
uno quiso caer en desgracia… Más allá de toda broma, el
antecedente cercano del ataque terrorista palestino que secuestró y
asesinó a un grupo de deportistas israelíes durante los Juegos
Olímpicos de Múnich 1972 obligó a tomar ésta precaución.
Además,
el Presidente del Comité Organizador, Hermann Neuberger,
recibió una carta del grupo subversivo “Facción del Ejército
Rojo”, en la que le prevenían que el estadio Volkspark, donde
jugarían la Alemania Federal contra la Oriental, sería desintegrado
por los explosivos que ellos mismos colocarían, si no liberaban a
los integrantes encarcelados de aquella organización. El partido se
disputó con un helicóptero sobrevolando el estadio y con
francotiradores desde todas las terrazas de los edificios cercanos al
estadio. El resultado, 1-0 para la Alemania Oriental.
LA
EXPLICACIÓN DE CRUYFF PARA LA DERROTA NARANJA
“Estar al frente tan rápido nos desequilibró porque no
esperábamos superar tan fácil a los dueños de casa. Tuvimos una
sensación de vértigo. Alemania estaba casi vencida, pero entonces
comenzó nuestra larga cadena de errores. Alemania no ganó el
campeonato, nosotros lo perdimos”. También supo resumir el
ahora Presidente de Honor del Barcelona lo que fue el
último partido de aquel Mundial.
NÚMEROS
EN LOS SHORTS
El
reglamento obliga, por primera vez, a meter los numeros tambien en
los pantalones.
MUNDIAL
TARJETERO
Fue
el mundial donde se mostraron mayor cantidad de tarjetas, en total
fueron 79 amarillas y 5 rojas.
OCEANIA
DIJO PRESENTE
Australia
fue el primer ( el segundo fue Nueva Zelanda, debutante en el '94)
equipo de Oceania en participar.
CRUYFF
HASTA SE VESTÍA DIFERENTE
Curiosidades
da Copa: 1974 - Cruyff se nega a vestir Adidas
Os
patrocínios de marcas fornecedoras de material esportivo geram
cifras milionárias e desavenças há muitos anos. Uma das primeiras
polêmicas envolveu o famoso time da Holanda na Copa do Mundo de 1974
e seu principal craque, Johan Cruyff.
A
Laranja Mecânica usava uniformes da Adidas e, como era proibido
estampar logomarcas nas camisas de jogo, criou as três listras que
saem do ombro e vão até a ponta das mangas para diferenciar o seu
material.
Cruyff,
por sua vez, era um dos jogadores mais badalados do mundo e já
ostentava um patrocínio pessoal: a Puma, maior concorrente da Adidas
na época.
Para
que não fizesse "propaganda de graça" para a principal
rival comercial, o craque encontrou uma solução. Ele foi o único
atleta do Carrosel Holandês a jogar com um uniforme que tinha apenas
duas listras na lateral.
SISTEMA TÁCTICO DE LA "NARANJA MECÁNICA" HOLANDESA
EL
MILAGRO DEL AVIÓN URUGUAYO
Atraso
providencial
Quando
ainda se preparava para o Mundial, a seleção do Uruguai viajou para
a Indonésia e para a Austrália para disputar amistosos. Pouco antes
de deixar seu país, os uruguaios cancelaram as reservas do voo e
deixaram para partir à noite. O avião que seguiu sem a equipe
acabou caindo, matando 107 pessoas.
WALTER DANIEL MANTEGAZZA SE DESPIDE DE SU ESPOSA EN EL AEROPUERTO DE CARRASCO - MONTEVIDEO (URUGUAY)
EXCESO
DE GOLES
Excesso
de gols
O
responsável pelo controle do placar eletrônico em Gelsenkirchen
entrou em pânico após o nono gol da Iugoslávia contra o Zaire: não
havia mais espaço para exibir o nome do autor do décimo gol. A
decisão tomada foi de colocar apenas o número de quem marcasse daí
em diante, mas não foi preciso, pois o jogo terminou 9 a 0.
OTRA
CONFUSIÓN AFRICANA
Confusão
africana
Na
partida entre Zaire e Iugoslávia, o africano Muepu tentou agredir o
árbitro colombiano Omar Delgado, que reagiu a tempo de impedir o
soco. O juiz, entretanto, se confundiu quanto ao agressor e expulsou
N'Daye, que acatou a decisão, mas foi para o vestiário sem entender
nada.
CAMBIO
POR BAJO RENDIMIENTO
Quem
é o frangueiro?
O
primeiro goleiro a ser substituído durante a Copa por motivos
técnicos, e não por contusão, foi Muampa Kazadi, do Zaire. Aos
22min do primeiro tempo, quando o time perdia para a Iugoslávia por
3 a 0, o treinador africano tirou Kazadi e colocou Dimbi Tubilandu,
que sofreu outros seis gols.
FÚTBOL
& NEGOCIO
Tirando
o pé
A
ação de empresários na concentração foi um dos fatores que mais
prejudicou a seleção brasileira, segundo críticos da época.
Jairzinho e Paulo César assinaram com o Olympique, e houve quem
acusasse Paulo César de "tirar o pé" para não sair dos
jogos machucado.
LOCURAS
DEL MALUCO
Maluco
César
Maluco honrou o apelido ao fazer uma brincadeira com a delegação do
Zaire. Quando os jogadores africanos estavam descendo a escada
rolante do estádio, o brasileiro apertou o botão que invertia para
subida o sentido, quase provocando um acidente no elenco africano.
PRIMERA
FASE
A Alemanha
Ocidental de Franz
Beckenbauer, Gerd
Müller e
outros era uma grande favorita. Outro selecionado, porém, surgiu
como revelação a ameaçar esse favoritismo - os Países
Baixos de
Cruyff e Neeskens, que acabou sendo inovadora em suas atuações,
apresentando resultados favoráveis. O timaço dos Países Baixos,
dirigido por Rinus Michels, revolucionou o futebol mundial
implementando um sistema tático onde os jogadores não guardavam
posição fixa: era o chamado carrossel
holandês.
Os Países Baixos, apelidados de Laranja
Mecânica (em
alusão ao filme de Stanley
Kubrick)
chegaram à final como os grandes favoritos ao título.1
O
mundial foi transmitido em cores pela TV em 70 países e foi a
primeira Copa do Mundo onde os jogadores começaram a usar número
nos calções.
Seguindo
a tendência inaugurada no mundial
anterior,
a bola oficial era a mesma: a Telstar,
fabricada pela Adidas.
Nesse mundial foram utilizados dois modelos: a principal, com
hexágonos brancos e pentágonos pretos, que foi utilizada na maioria
dos jogos, e uma totalmente branca, que foi utilizada em 8 jogos,
incluindo a semifinal entre Brasil e Países Baixos, e a decisão do
3° lugar entre Brasil e Polônia.
O Brasil,
sem Pelé, Gérson, Carlos
Alberto Torres, Tostão e Clodoaldo,
não era sombra do super time de 1970.
Jogando um futebol defensivo, o time suou para empatar contra
aIugoslávia e Escócia e
ganhar do Zaire por
3 a 0, na medida para se classificar.
O
Zaire (atual República Democrática do Congo) participou pela
primeira vez da Copa do Mundo, ao vencer o Campeonato Africano de
Nações (que era classificatório para o Mundial naquela época).
Pela classificação para a Copa do Mundo, todos os jogadores
receberam como prêmio do governo de seu país, casa e automóvel.
Mas devida à péssima campanha no Mundial, os prêmios foram
confiscados mais tarde.
No
jogo Iugoslávia e Zaire na 1ª fase, a Iugoslávia vencia por 2X0,
quando o goleiro zairense Kazadi pediu para ser substituído,
alegando que mal tinha tocado na bola em 20 minutos jogados. Em seu
lugar, entrou Tubilandu, que, logo depois que, entrou, teve que
trabalhar - teve que pegar a bola no fundo da rede, depois que a
Iugoslávia marcou seu terceiro gol. No final, a Iugoslávia goleou
por 9X0 e ficou com o 1° lugar na chave.
Pelo
menos, a equipe do Haiti teve um motivo para se orgulhar: ao marcar
seu único gol na derrota por 3X1 diante da Itália, foi quebrada a
invencibilidade da defesa italiana, que não tomava um gol desde
1972, e do goleiro Dino
Zoff,
que estava 1.142 minutos sem tomar gol. Coube a Emmanuel
Sanon (falecido
em 2008) esta façanha.
Na
única vez em que as duas Alemanhas se enfrentaram em uma Copa
do Mundo,
a Alemanha Ocidental, demonstrando sua frieza, abriu mão de sua
invencibilidade e perdeu para a Seleção
Alemã Oriental de Futebol por
1 a 0, evitando cair no grupo de Brasil e Países Baixos na segunda
fase da Copa.
Um
dos grupos mais fortes da copa era o D
com Polônia, Itália e Argentina brigando
pelas 2 vagas e o pobre do Haiti servindo
de saco de pancadas para os protagonistas conquistarem saldo. O Haiti
perdeu da Itália por 3 a 1, da Argentina por 4 a 1 e da Polônia por
7 a 0. Deu a lógica e quem goleou por mais acabou passando,
avançando Argentina e Polônia. A Laranja Mecânica passeou no seu
grupo e ganhou do Uruguai por
2 a 0, empatou com a Suécia 0
a 0 e goleou a Bulgária por
4 a 1.
A
Escócia se tornou a primeira seleção a ser eliminada na 1ª fase
sem perder um só jogo. Curiosamente, ela foi a única equipe invicta
do torneio.
No
mundial houve a estreia do chamado cartão
vermelho,
a primeira vitima dele na história das Copas, foi o atacante
chileno Carlos
Caszely que
foi expulso aos 22 min do 2º tempo no jogo Alemanha Ocidental 1X0
Chile. O próprio Caszely era opositor ferrenho do ditador
chileno Augusto
Pinochet,
que tomara o poder no país meses antes, após liderar um golpe de
estado. Devido à sua expulsão, posteriormente Caszely foi proibido
de jogar futebol em seu próprio país. Ele acabaria jogando em
clubes da Espanha nos tempos politicamente mais difíceis.
Foi
também o primeiro mundial que ocorreu o primeiro caso de doping.
O fato ocorreu com o zagueiro do Haiti Jean-Joseph, na partida em que
sua seleção foi goleada pela Polônia por 7 x 0. No dia seguinte ao
anúncio pela FIFA, seguranças da delegação tiraram o atleta do
quarto onde dormia, levaram-no para um jardim na própria
concentração e deram-lhe uma brutal surra. Em comunicado
distribuído à imprensa, a delegação do Haiti disse que a agressão
foi justificada pelo doping, onde o zagueiro, com sua atitude,
envergonhara a sua pátria.
LA SELECCIÓN URUGUAYA SE DESPIDE DE SU PÚBLICO
SEGUNDA
FASE
Chega
a Segunda Fase; neste mundial com dois grupos de 4, os melhores vão
à final e os segundos colocados vão disputar o terceiro lugar. O
Brasil ganha da Alemanha Oriental por 1-0, e da Argentina, por 2-1. A
Holanda goleia a Argentina por 4-0 e vence a Alemanha Oriental por
2-0.
Pelo
melhor saldo de gols, a Holanda joga pelo empate na rodada final
contra o Brasil. Em um jogo tenso, e por muitas vezes violento, a
Holanda leva a melhor, vencendo por 2 a 0 na partida que decidiu o
finalista de seu grupo.
SEMIFINALES
Nas
partidas de semifinais, que definiriam os finalistas, e quem
decidiria o 3° lugar, entre Brasil e Holanda,
e entre Alemanha
Ocidental e Polônia,
os jogos foram interrompidos durante seu andamento para se dar um
minuto de silêncio pelo falecimento do presidente argentino Juan
Domingo Perón ocorrido
dois dias antes.
Já
no outro grupo da segunda fase a Alemanha vence a Iugoslávia por
2-0, a Suécia por 4-2. A Polônia venceu a Suécia por 1-0 e a
Iugoslávia por 2-1. Pelo melhor saldo de gols, a Alemanha tem a
vantagem do empate no jogo contra a Polônia. Em um jogo difícil em
um campo encharcado, a Alemanha vence a Polônia por 1-0, e vai à
final.
Nesta
fase, o goleiro polonês Jan
Tomaszewski,
conseguiu a proeza de defender dois pênaltis. Um na partida contra a
Suécia, em que defendeu o tiro de Tapper,
e na semifinal contra a Alemanha, em que defendeu a cobrança de Uli
Hoeness.
Tal façanha não foi superada até hoje. Só foi igualada no mundial
de 2002 pelo
goleiro norte-americano Brad
Friedel.
A
partida entre Alemanha
Ocidental e Polônia foi
realizada com meia hora de atraso, devido à intensa chuva, que
deixou o gramado do estádio totalmente alagado. O Corpo de Bombeiros
foi acionado para drenar o campo com bombas de sucção, enquanto os
funcionários do estádio percorriam o gramado com carrinhos de
drenagem, para deixar o campo em condições de jogo. Mesmo assim, o
campo continuou com poças de água durante a partida.
Restou
ao Brasil jogar e perder, pelo terceiro lugar da Copa, contra a
Polônia, 1 a 0 gol de Lato, que seria o artilheiro do torneio.
AUTOGRAFOS
CAROS
Bola
fora
A
lenda conta que os atletas da Holanda cobravam para dar autógrafos à
torcida
CUANDO SE ENCONTRARON LAS COPAS .
O
único encontro entre a Taça Jules Rimet e a Copa do Mundo Fifa
ocorreu na cerimônia de abertura da Copa-1974, com Pelé carregando
a primeira, e o alemão Uwe Seller segurando a segunda.
NÚMEROS
PARA CONFUNDIR
Além
do uniforme diferente (laranja), a Holanda inovou na numeração na
Copa-1974. O goleiro, Jongbloed, usava a camisa número 8. Cruyff só
jogava com a camisa 14. Isso, aliado à movimentação, dificultava a
marcação dos adversários.
INAUGURACIÓN
CON EL CAMPEON
A
partir do Mundial de 74, o jogo de abertura passou a contar sempre
com o então campeão. O Brasil inaugurou a regra empatando em 0 a 0
com a Escócia.
FUTUROS
TECNICOS Franz
Beckenbauer capitão da seleção campeã mundial elogiou
excessivamente a atuação do lateral Berti Vogts na final contra a
Holanda. Para o Kaiser, Vogts anulou Cruyff. Os dois também foram
técnico da Alemanha. Beckenbauer em 1986 e 1990 e Vogts na Copa de
1994.
CUANDO
UNA DERROTA PEGA DURO
A
derrota na final da copa abalou muito o craque holandês Johan
Cruyff, que prometeu nunca mais disputar uma Copa do Mundo. E cumpriu
sua promessa.
EL
MILAGRO HAITIANO
La
selección de Haití disputó el Mundial de 1974. Perdió los tres
partidos, pero dio algún que otro susto.
MOISÉS
DOMÍNGUEZ VALENCIA Una participación más que aceptable en la
Copa de Oro de la Concacaf, poniendo incluso en apuros a Estados
Unidos; y la participación de la selección cadete en el campeonato
del mundo de su categoría habían devuelto la esperanza al fútbol
de Haití. La esperanza de, un día, volver a contar con su selección
entre las mejores en una cita mundialista. Y reverdecer así el
recuerdo de casi 36 años atrás, cuando el país caribeño se coló
en la cita de Alemania Occidental y dejó una participación para el
recuerdo, en lo bueno y en lo malo.
Cuando los antillanos empezaban a remontar el vuelo, todo se ha hundido bajo sus pies. Tendrán que desandar nuevamente el camino antes de que, los que hayan sobrevivido, vuelvan a merodear los puestos de privilegio del fútbol continental.
Haití tomó parte en el mundial de 1974, cuando los países "marías" todavía eran "marías". Llegaron con cuatro años de adelanto, porque ya en 1978 cambiaron las cosas (Austria pasó a segunda fase, a Túnez le faltó poquísimo, Irán arañó un empate...). Pero en 1974, Haití y a Zaire llegaban sin experiencia, sin calidad y en un fútbol donde no se regalaba nada. Que se lo digan a Escocia, que por ganar 2-0 a Zaire se quedó fuera, ya que Brasil y Yugoslavia le recetaron 3 y 9 goles, respectivamente y todo lo demás acabó en empate.
Haití llegó a Alemania por méritos propios. Dominó el hexagonal final, celebrado en su país, sumando victorias in extremis que le permitieron liderar el grupo y alcanzar la única plaza disponible. Además, México no estuvo nunca en competición (que si les hicieron vudú, que si en una visita a una fábrica de ron les obsequiaron en exceso...).
Los haitianos fueron la primera selección antillana en participar en un Mundial. También habían sido los primeros en lograr una medalla olímpica, un bronce del equipo de tiro, allá por 1928.
Cuando los antillanos empezaban a remontar el vuelo, todo se ha hundido bajo sus pies. Tendrán que desandar nuevamente el camino antes de que, los que hayan sobrevivido, vuelvan a merodear los puestos de privilegio del fútbol continental.
Haití tomó parte en el mundial de 1974, cuando los países "marías" todavía eran "marías". Llegaron con cuatro años de adelanto, porque ya en 1978 cambiaron las cosas (Austria pasó a segunda fase, a Túnez le faltó poquísimo, Irán arañó un empate...). Pero en 1974, Haití y a Zaire llegaban sin experiencia, sin calidad y en un fútbol donde no se regalaba nada. Que se lo digan a Escocia, que por ganar 2-0 a Zaire se quedó fuera, ya que Brasil y Yugoslavia le recetaron 3 y 9 goles, respectivamente y todo lo demás acabó en empate.
Haití llegó a Alemania por méritos propios. Dominó el hexagonal final, celebrado en su país, sumando victorias in extremis que le permitieron liderar el grupo y alcanzar la única plaza disponible. Además, México no estuvo nunca en competición (que si les hicieron vudú, que si en una visita a una fábrica de ron les obsequiaron en exceso...).
Los haitianos fueron la primera selección antillana en participar en un Mundial. También habían sido los primeros en lograr una medalla olímpica, un bronce del equipo de tiro, allá por 1928.
Un
goleador y un pelotero blanco
A Alemania llegaron con un equipo basado en dos clubes: el Violette y los Aguilas Negros. Sólo el capitán, Nazaire, jugaba en Francia. Contaban con un goleador del que se hablaba bien, Emmanuel Sanon, y un único jugador blanco, Vorbe, del que decían que era un prodigio de técnica.
A las primeras de cambio jugaron con Italia. Tras una primera parte en la que el portero Francillon lo paró todo, llegó una jugada que cambió la historia del país,Vorbe lanzó un pase de cuarenta metros, Sanon superó a la defensa, a Zoff y al récord de imbatibilidad del italiano de 1142 minutos. Ese gol está votado como uno de los mejores del campeonato. La sorpresa no saltó porque Chinaglia, Auguste en propia meta y Anastasi pusieron las cosas en su sitio.
Los haitianos no eran unos tuercebotas, pero no daban más de sí. Polonia les marcó siete y Argentina cerró su participación con un 4-1, con otro golazo de Sanon. Al defensa Jean Joseph lo pillaron con el carrito del helado y fue expulsado al no pasar uno de los primeros controles antidopaje que se pusieron en práctica. Francillon llegó a jugar en Alemania. Sanon lo hizo en Estados Unidos y fue ministro de deportes hasta que un cáncer de páncreas se lo llevó a los 56 años. En 1978 estuvieron a punto de clasificarse, pero ahí empezaría la cuesta abajo haitiana, coincidiendo con el desmadre político de su país.
Hace apenas un par de años, los seleccionados recibieron un homenaje. Sin rencor
A Alemania llegaron con un equipo basado en dos clubes: el Violette y los Aguilas Negros. Sólo el capitán, Nazaire, jugaba en Francia. Contaban con un goleador del que se hablaba bien, Emmanuel Sanon, y un único jugador blanco, Vorbe, del que decían que era un prodigio de técnica.
A las primeras de cambio jugaron con Italia. Tras una primera parte en la que el portero Francillon lo paró todo, llegó una jugada que cambió la historia del país,Vorbe lanzó un pase de cuarenta metros, Sanon superó a la defensa, a Zoff y al récord de imbatibilidad del italiano de 1142 minutos. Ese gol está votado como uno de los mejores del campeonato. La sorpresa no saltó porque Chinaglia, Auguste en propia meta y Anastasi pusieron las cosas en su sitio.
Los haitianos no eran unos tuercebotas, pero no daban más de sí. Polonia les marcó siete y Argentina cerró su participación con un 4-1, con otro golazo de Sanon. Al defensa Jean Joseph lo pillaron con el carrito del helado y fue expulsado al no pasar uno de los primeros controles antidopaje que se pusieron en práctica. Francillon llegó a jugar en Alemania. Sanon lo hizo en Estados Unidos y fue ministro de deportes hasta que un cáncer de páncreas se lo llevó a los 56 años. En 1978 estuvieron a punto de clasificarse, pero ahí empezaría la cuesta abajo haitiana, coincidiendo con el desmadre político de su país.
Hace apenas un par de años, los seleccionados recibieron un homenaje. Sin rencor
LA
BASE GERMÁNICA Por
el otro lado de la llave estaba el local, Alemania Occidental. Un
espectacular arquero (Maier), un gran líbero (Beckenbauer), otro
gran defensa (Breitner), y en la delantera el Torpedo Muller
FINAL
MEDIÁTICA
Presente
dijeron en la final los miembros del gobierno de Alemania Federal, el
Presidente Scheel y el Canciller Schmidt a la cabeza, se acomodaron
en sus asientos para presenciar el triunfo de sus favoritos; otro
tanto, pero cambiando el nombre del team preferido, hizo el Principe
Bernardo, de Holanda que fue portador de un mensaje de su esposa, la
Reina Juliana . Figuras del Jet-Set internacional, algunas de
frecuente aparición en gacetillas escandalosas, también se hicieron
presentes. Y rematando el cuadro de celebridades allí estaba el
famosísimo Henry Kissinger- todo un capítulo de la historia
politica de los Estados Unidos de América- quien se declaró
fanático del más popular de los deportes.
RINUS MICHEL EL ENTRENADOR DE HOLANDA 1974
LA
GRAN FINAL
Final
: Comenzó con un intercambio de 17 pases de los holandeses que
culmino con penal sobre Cruyff y gol de Neskeens, esos 17 pases
fueron intercambiados sin que los rivales alemanes tocasen el balón
.
Berti
Vogts aplico una dura y a veces desleal marca sobre la estrella
holandesa Cruyff, el holandés se llevo la tarjeta amarilla por sus
constantes protestas al árbitro.
Penal
dudoso así fue catalogado el pitado tras supuesto foul contra
Hoelzebein de Alemania que culmino con gol de Breintner.
En
el gran partido, se puso en ventaja Holanda en la primera jugada
después que le conviertan penal, antes que un alemán toque la
pelota. Neeskens cumplió con el trámite desde los doce pasos.
Cruyff sintetizó lo que ocurriría después con un “Alemania
estaba casi vencida pero vinieron una cadena de errores”, entonces
el equipo de Schön empezó a presionar más adelante y tras un error
del defensor Jansen llegó un penal y el gol del empate. Cruyff fue
muy bien marcado y luego llegaría Muller con su 14º gol en la
historia de los mundiales para marcar el gol que marcó el final de
la competencia y el título para los locales y una frustración para
los holandeses, la Naranja Mecánica, uno de los mejores
equipos que jamás se haya visto; un verdadero rey sin corona.
A
final da Copa do Mundo FIFA de 1974 foi disputada pela Holanda, que
havia eliminado a Argentina, a Alemanha Oriental e o Brasil; e a, que
havia eliminado a Iugoslávia, a Suécia e a Polônia. A partida foi
realizada em 7
de julho às
16h, no Estádio
Olímpico de Munique,
com um público estimado em 75 200 pessoas. Sob o apito do árbitro
inglês Jack Taylor, Johan Neeskens abriu o placar de pênalti, mas a
Alemanha Ocidental virou placar, terminando a partida em 2 x 1. O
capitão e melhor jogador alemão Franz Beckenbauer levantou a taça
do segundo título da Alemanha Ocidental.
Na
final, a Holanda saíram na frente logo no início gol de pênalti,
com pouco mais de um minuto de jogo, sem que sequer um alemão
tivesse tocado na bola. A Alemanha não se abala, e chega ao empate
também de pênalti. Müller aproveita a bola na área e faz o gol da
virada. Depois só deu Países Baixos, mas Sepp Maier, o arqueiro
germânico, parou o ataque da laranja mecânica e a Alemanha repetiu
54: virou para cima da grande favorita da final e sagrou-se bicampeã
do mundo.
Jugando
en casa, los alemanes occidentales llegaron a ser abucheados por la
propia hinchada en la primera fase y tardaron en engranar. Pero una
victoria sobre la impresionante Polonia del goleador Lato, selló el
pasaje para la final y mostró de una vez por todas la fuerza
germánica cuatro días antes de la decisión del torneo.
Holanda
había marcado 14 goles y sufrido solo uno en los seis partidos
anteriores, y ni bien comenzó el juego salió atacando sin que los
alemanes hubiesen tocado el balón. Cruijff salió del medio campo y
solo fue parado en el área por Uli Hoeness: penal con un minuto de
partido. Le tocó a Neeskens marcar el primer gol de penal en una
final de Campeonato del Mundo.
Los
alemanes, sin embargo, no desistieron. Ellos ya tenían experiencia
en vencer selecciones mágicas en decisiones de Mundiales después de
comenzar perdiendo. Veinte años antes, la víctima había sido la
Hungría de Puskas. En 1974, fue la Holanda de Cruijff. A los 25
minutos, Bernd Hölzenbein fue derribado por Wim Jansen en el área y
Paul Breitner convirtió el segundo penal del partido. Después, le
tocó a Gerd Müller el honor de marcar el gol que garantizó el
triunfo. Así, el capitán Franz Beckenbauer levantó la nueva copa
del Mundial, ya que la Jules Rimet quedó definitivamente para Brasil
en el año 1970.
PREMIO
ALEMÁN
Pela
conquista da Copa do Mundo, cada jogador alemão ganhou um prêmio de
50 mil dólares e um Fusca 0 km. Cada jogador holandês ganhou 100
mil dólares, apesar do vice-campeonato.
Campeões
no bolso
Cada
jogador da Alemanha Ocidental recebeu US$ 50 mil como prêmio pelo
título em casa
EL
MUNDIAL MÁS ESTETICO
Alemania´74 será
recordado como uno de los mundiales más estéticos de toda la
historia. Y digo esto por una cuestión sencilla: solo basta con ver
una imagen de esos jugadores vestidos a la moda de Adidas, disputando
la pecosa Telstar* con sus largas melenas y menudas patillas,
para asegurarnos de que estamos ante la inconfundible competición de
los setenta. Y qué decir si uno repara en el fútbol estético de
Beckenbauer, de Cruyff, de los polacos Lato y Deyna… ¡Qué manera
de jugar! ¡Qué elegancia! ¡Con qué velocidad! Sobre todo los dos
primeros. Pienso que si existiese un árbol genealógico del fútbol,
el “Tulipán de Oro” y el “Káiser” continuarían la línea
filogenética de Di Stéfano y Pelé, como herederos del juego
innovador de uno y de la estirpe ganadora del otro. Entre los dos se
repartieron la década y, no por nada, 1974 fue también el año en
el que el Bayern de Beckenbauer cortó la racha del tricampeonato
europeo conseguido por el Ajax de Cruyff (1971/72/73), casi como un
preaviso, 52 días antes, de lo que acontecería en la final del
Mundial.
Ya
hemos hablado en otra oportunidad de lo que significó el fútbol
holandés en los primeros años de la década. Si han leído: “Willem
y el Johan, príncipes holandeses del balón”, recordarán que
entonces quedó pendiente el tema de La Naranja Mecánica, la
selección de aquel país. Tácticamente, creo que fue el equipo más
revolucionario y rebelde de los últimos cuarenta años, innegable
inspirador de grandes como el Milan de Arrigo Sacchi, Gullit y Van
Basten, o de este Barcelona de Guardiola y Messi, por citar algunos
ejemplos. Holanda fue un compendio estratégico, armado
magistralmente por Rinus Michels, su entrenador, y ejecutado por
eximios futbolistas como Cruyff, Van Hanegem, Neeskens, Krol, Rep o
Rensembrinck, quienes, estimulados por la convicción en la idea de
que solo ensayando la táctica hasta el hartazgo lograrían los
automatismos necesarios para poner en funcionamiento semejante
estructura de juego, llegaron a Alemania en su mejor forma.
Ahondar
en el tema sobre “¿Quién fue el inventor del Fútbol Total?"
es entrar en la eterna discusión de quién está primero: si el
Huevo o la Gallina. Es cierto que las revoluciones tácticas se les
atribuyen siempre a los entrenadores y que, en este caso, Michels
sentía atracción por los grandes equipos como el Wunderteam o los
Mágicos Magiares (Ver: 1950/1954: La Punta de Lanza no gana
Mundiales). Pero también es cierto que cuando el viejo delantero del
Ajax se hizo cargo de sus entrenamientos, allá por 1965, ya hacía
un año que jugaba Cruyff, el chico del fuego sagrado. Y como pasa
con los habilidosos, con esos que son distintos, muchas veces, para
ganar, se deben armar los equipos alrededor de ellos.
Cruyff
era un jugador infinitamente rebelde, imposible de ajustar a un
puesto fijo. Por lo tanto, hubo que desajustar los otros puestos para
que él pudiese correr a sus anchas. Su eje de acción era el área y
de ahí hacia cualquier parte. Y cuando Cruyff se iba, por ejemplo,
al centro del campo a armar una jugada, el mediocampista que ocupaba
ese lugar se iba a la defensa, el defensor pasaba al ataque y otro
delantero o un volante entraba en el área. Así jugaba el Ajax a
finales de los 60 e inicios de los 70, con un 4-4-2 como partitura
inicial en donde cada jugador cambiaba de posiciones,
alternativamente. Luego, cuando el sistema se trasladó a la
selección, con el arribo de nuevos elementos como Rijsbergen, Jansen
y van Hanegem, los tres del Feyenoord, o Rensenbrinck, del RSC
Anderlech, comenzaron a ser los otros los que iniciaban las
rotaciones. Entonces la estructura pasó de un 4-4-2 a un 3-2-2-3 (o
W-M) hasta que el equipo funcionó como un reloj. El ajuste llegó a
su punto máximo precisamente en la final del Mundial, donde los de
Michels marcaron un gol antológico. Cruyff sacó desde el centro
para van Hanegem y luego de 16 pases, Holanda ya tenía a sus 11
jugadores en el campo rival. El capitán nº 14, supuestamente el
centrodelantero del equipo, recibió como último hombre en la mitad
de la cancha y desde ahí encaró hacia el arco, siendo derribado en
el área alemana por Uli Hoennes. Neeskens pateó su penal a
quemarropa y los naranja se pusieron 1-0. Iba minuto y medio del
partido. Un paseo.
Total
Football Es cierto que hemos comenzado por el final. Pero quédese
tranquilo porque hay más. Por empezar, los zagueros. Se dijo
anteriormente que Holanda se paraba con una W-M y que, por ende,
defendía con tres: Suurbier, Rijsbergen y Krol. La pareja de
laterales del Ajax y el centre-back (policía) del Feyenoord hacían
un movimiento de rotación pendular, es decir, que cuando Suurbier se
proyectaba por la derecha, Rijsbergen se cambiaba hacia ese lugar y
Krol hacia el centro. Lo mismo si Krol atacaba por la banda
izquierda, allí iba el joven rubiecito y detrás de él seguía
Suurbier, como segundo relevo. Ahora bien: ¿quién ocupaba los
laterales que quedaban vacíos? Uno de los dos pivotes del centro
campo: o Arie Haan o Wim Jansen. El de Ajax y el de Feyenoord,
respectivamente, también tenían sus rotaciones entre sí: cuando
Haan bajaba, Jansen se instalaba en la posición de volante central,
sin cruzar la línea media, y viceversa. Pero cuando los cinco
hombres recuperaban sus puestos, uno de los dos, inclusive, podía
liberarse como un centrocampista de ataque. ¿Y que hay del arquero?
Jongbloed es un caso aparte. El del FC Ámsterdam no figuraba en los
planes iniciales del entrenador, ya que el titular era Jan Van
Beveren, del PSV Eindhoven. Pero pocos días antes, Van Beveren
sufrió una lesión que lo incapacitó por seis meses. El segundo
guardameta era Piet Schirjivers, del FC Twente, y el tercero Eddy
Treytel del Feyenoord. Pero “sorpresivamente” quedó con la
titularidad Jongbloed, de 33 años, quién tenía como única carta
de presentación el haber disputado un solo partido completo contra
Argentina. ¿La razón? Muy sencilla: Jongbloed jugaba
excepcionalmente con los pies y muy a menudo actuaba como un defensor
más (recordar: Holanda defendía con 3). De este arquero se supo
también que sufría de miopía, que usaba lentes de contacto durante
los partidos y que ¡no le gustaba ponerse los guantes!**. Igualmente
para él, el equipo ayudaba bastante. Incluso hasta aquella final,
jugada en Munich, Jongbloed solo recibió un gol en contra de su
compañero Ruud Krol.
Por
lo expuesto aquí, queda claro que si en algo creía Michels era en
aquello de que: "La mejor defensa siempre es un buen ataque"
y por ello Holanda presionaba con siete de sus hombres (o más) en la
línea alta, asfixiando a los contrarios durante los 90 minutos. A su
vez, Rijsbergen hacía excelentemente su trabajo de policía,
custodiando la última línea y dando el grito un segundo antes de
que partiera el pase, cuando el adversario amenazaba con un
contragolpe, para que todos adelantaran su posición. Lo más loco
del caso era que la jugada no solamente inutilizaba a los rivales,
que quedaban automáticamente en off-side, sino que, como agregado
¡todo el equipo iba a la vez por la pelota! La primera víctima de
semejante ingenio colectivo fue nada menos que la selección
uruguaya, la cual salió ilesa en el debut de La Naranja con un 0-2
en contra que tranquilamente podría haber sido una goleada.
Uruguay
Vs Holanda 1974
¿Y
que hay de Alemania? El equipo del exitoso Helmut Schöen, en su
tercer mundial como entrenador, venía nada menos que de ganar la
Eurocopa del 72 jugada en Bélgica. La base del mismo la constituían,
en su mayoría, los jugadores del Bayern de Múnich y del Borussia
Mönchengladbach. Del primer equipo cinco eran titulares: Maier,
Beckenbauer, Schwarzenbeck, Breitner, Hoeneß y Müller, mientras que
del segundo quedaron solo tres: Berti Vogts, Rainer Bonhof y Hebert
Wimmer. Asimismo, Günter Netzer, el joven Balón de Plata de 1972
–igualado en votos con Müller–, que era indiscutido en el Real
Madrid, en la selección debió ser suplente de Overart, el
experimentado medio campista del FC Köln que con esta de Alemania
sumaba su tercera Copa. La lista de los que contaron más minutos en
campo se completaba con Bernhard Cullmann, también del FC Köln,
Dieter Herzog, del Fortuna Düsseldorf, y con la pareja de extremos
Jürgen Grabowski y Bernd Hölzenbein, del Eintracht Frankfurt.
Pero
mientras Holanda seguía desplumando rivales en su grupo (un
sorpresivo 0-0 contra Suecia fue seguido del 4-1 a Bulgaria), los
anfitriones quedaron segundos en el suyo. A las victorias por 1-0
sobre Chile y 3-0 sobre Australia le sobrevino una derrota contra sus
colegas del este, la República Democrática de Alemania***. Los
vecinos de Beckenbauer marcaron el único gol de la contienda y, al
finalizar la misma, algunas voces aseveraron que los de Schöen, como
ya estaban clasificados, jugaron mal para no tener que cruzarse con
Holanda. La verdad que tengo mis dudas de que esto sea cierto, por lo
menos por lo que se vio durante el trámite del partido. Aunque, lo
que sí puedo asegurarles es que, después de la derrota de su
equipo, Beckenbauer armó un lío bárbaro en el vestuario.
La
única derrota del equipo de Schöen suscitó una alarmante
situación. Según el periodista Raimund Hinko: “Después de perder
por 1-0 ante la RDA, Franz Beckenbauer y Gerd Müller prácticamente
organizaron un motín y asumieron la toma de decisiones
desautorizando al propio seleccionador. Helmut Schöen ya no era el
técnico (...) Y hay que decir que después las cosas fueron mejor
así”****. Por empezar, los dos líderes rearmaron el equipo. Los
cinco del Bayern no se tocaron, ni tampoco los veteranos de
México´70: Berti Vogts, Wolfgang Overarth y Jürgen Grabowski. De
los jóvenes del Borussia solo quedó Bonhoff y entre Kapellman y
Herzog alternaron partidos hasta que finalmente Holzembain se hizo
con el puesto de mediapunta derecha. Por último, el Káiser se ubicó
a sí mismo en la posición de líbero ofensivo, desde donde dirigió
al equipo durante toda la segunda fase de grupos.
Sí,
porque luego de veinte años de jugar a eliminación directa, la FIFA
introdujo para el Mundial de Alemania su cuarto cambio en las reglas
de la competición. Esta vez, cada primero y segundo clasificado de
los distintos grupos pasaba a jugar una segunda liga, también de
cuatro integrantes, y de ahí el que obtenía más puntos jugaba la
final. En el grupo de Holanda, La Naranja se encargó de enterrar
vivas las ilusiones de Argentina (0-4), Alemania del Este (0-2) y
Brasil (0-2), mientras que los germanos del Oeste vencieron a
Yugoslavia por 2-0, a Suecia por 4-2 (única goleada de los teutones)
y a Polonia por 1-0 en la otra liga. En ambos casos se dio una
especie de “semifinal”, dado que tanto el Holanda-Brasil como el
Alemania-Polonia enfrentó a dos equipos con la misma cantidad de
puntos (4). Pero mientras los anfitriones ganaron con lo justo en un
campo totalmente embarrado, donde, incluso, la pelota no corría
bien, Holanda jugó el mejor partido del torneo contra el último
campeón del mundo. Aquella noche los conducidos por Michels sacaron
a relucir su juego abierto característico, movido a diestra por el
poeta van Hanegem, quien a punta de botín se encargó de habilitar a
los laterales y a los wines para que centraran al área. Brasil se
equivocó muchísimo ante la ausencia de un centrodelantero fijo que
sirviese de referencia para sus zagueros, circunstancia que desesperó
al líbero del equipo, Luiz Pereyra, que acabó perdiendo los
estribos.
Holanda
Vs Brasil - 1974
Nada
se dijo hasta aquí de Polonia, que acabó tercera luego de vencer a
Brasil por 1-0 en la "final consuelo". El rápido wing
derecho Lato fue el goleador del torneo, con 7 marcas, y compartió
uno de los tres lugares con sus compañeros Tomaszewski y Deyna en el
Equipo Ideal Alemania´74. Aquel fue el inicio de una etapa gloriosa
del fútbol polaco –sobre la cual me comprometo a escribir en un
futuro próximo– que arrancó con la medalla de oro en los JJ.OO.
de Múnich´72 y terminó con otro tercer puesto en el mundial de
España.
Mientras
tanto, en la final, luego del gol de Neeskens los naranja se
comportaron como esos criminales que no saben qué hacer con el
cuerpo de la víctima. Van Hanegem, y por extensión los del
Feyenoord, quería golear a sus rivales mientras que el resto
prefería tener la pelota y, por qué no decirlo, jugar un poco con
ellos. Cruyff pidió calma pero nadie le hizo caso. Como testigo de
lo acontecido aquel 7 de julio en el estadio Olímpico de Múnich,
Héctor Onesime escribió para la revista el Gráfico: “Llego
a pensar que ese gol le hizo mal a Holanda. Porque se olvida de su
ritmo para tratar de imponer otro. Nada del "fútbol total"
con que nos asombró en este Mundial. Ahora, cadencia, toque y toque,
para atrás y para los costados, sin aceleración y sin profundidad.
Quiere imponer lo que acaso domine menos. Vamos a tenerla, supongo
que se habrán dicho los holandeses (...) El público silba, los
"naranjas" no se preocupan. Pero poco a poco va llegando el
vértigo alemán, ese que destruye, que pisa, que desborda...”*****
Alemania
fue a lo suyo y antes de acabar el primer tiempo ya habían dado
vuelta el partido. Breitner marcó el empate de penal y Müller puso
el gol de la victoria. Era su último partido con la selección y
había anotado 14 entre México´70 y Alemania´74, una marca que
duró treinta y dos años hasta que Ronaldo la rompió en el
Mundial-2006. En el segundo tiempo Cruyff fue anulado por Vogts, que
lo persiguió por toda la cancha, y sin él Holanda no pudo
resucitar. Las pocas pelotas que llegaron al área fueron quemadas
por jugadores que no sabían definir. Maier se agrandó en el arco y
el Káiser se encargó, él solito, de tirar desde el fondo la línea
de sus hombres hacia el campo rival. Los de Michels no estaban
acostumbrados a prestar el balón y, mucho menos, a retroceder.
Alemania ganó por mérito de Beckenbauer, que lo merecía desde la
nefasta final del 66 y por aquella inolvidable prórroga ante Italia,
por la semi de México´70, en la que acabó jugando con un brazo
roto. Luego de veinte años, como sucediera en Suiza, su país vencía
otra vez al mejor equipo del torneo. Cruyff, como capitán de
Holanda, fue premiado con el Balón de Oro a finales del 74, un año
inolvidable donde el Mundial fue ganado por dos equipos.
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