ANOTANDO FUTBOL

jueves, 17 de febrero de 2011

CLÁSICOS EUROPEOS (Escocia, Portugal, Holanda, Austria, etc)

OTROS CLÁSICOS EUROPEOS (ESCOCIA, PORTUGAL , HOLANDA, ETC)

Celtic vs Rangers
Celtic  vs Rangers
El más Viejo...

No es otro que el partido escocés por excelencia Rangers - Celtic, cuya primera edición (que gano Celtic 5 a 2) se jugó en mayo de 1888.
En 1872, adoptando el nombre de un equipo inglés de rugby, cuatro jóvenes protestantes del barrio de Glasgow Green fundaron el Rangers. El Celtic nació 16 años después (1888), por impulso del hermano Walfrid, director del Colegio Marista de Glasgow, en la zona de la ciudad mayormente habitada por irlandeses. De ahí el trébol en su escudo y el color verde en la camiseta. Y fue clásico desde siempre, por una razón insalvable: Rangers - Celtics representa un enfrentamiento religioso.

Desde siempre Rangers - Celtic es sinónimo de fútbol escocés y tan es así que según el esquema de campeonato deben enfrentarse cuatro veces en fechas ya determinadas, en este caso por afuera del sorteo del fixture, de acuerdo a una tradición. El Primero en Septiembre, luego a fin de año (el más tradicional), en Marzo y afines de Mayo.

Es tanta la supremacía de estos equipos respecto de lo demás que es difícil que el torneo no termine siendo para uno de ellos. Por eso el dominio de uno sobre otro se determina de acuerdo a la cantidad de campeonatos obtenidos en forma consecutiva. Así el Celtic acumuló nueve desde 1966 hasta 1974. Cifra igualada por el Rangers 23 años después con la obtención de la Liga 1997 (su novena consecutiva)
El clásico entre Rangers y Celtic es el más antiguo del mundo. El primer partido fue en mayo de 1888 y los Católicos, el Celtic, vencieron a sus rivales protestantes 5 por 2.El motivo de la rivalidad no es otra sino la religión. En 1872, 4 amigos protestantes crearon el club Rangers retomando el nombre de un equipo de rugby. Por su parte, Celtic fue creado 16 años después por el director de un colegio católico en la zona donde había más población irlandesa.
El sistema de campeonato se acomoda al clásico. Siempre, cada temporada, se van a enfrentar en 4 ocasiones y en fechas predeterminadas. El primero de septiembre, a final de año, en marzo y en mayo.En el fútbol escocés siempre gana uno de esos dos equipos el título. Es por eso que ambos equipos se disputan la supremacía dependiendo de cuantos títulos ganan de forma consecutiva. Celtic ganó campeonatos desde 1966 hasta 1974, mientras que Rangers los igualó al ganar los títulos del 90 al 97
Existen muchos derbis apasionantes en el mundo del fútbol, pero ninguno reúne los ingredientes que posee el Old Firm de Glasgow. Se trata de un choque con una historia sin parangón, fruto de una rivalidad inveterada y mutua que va mucho más allá del ámbito deportivo.
Hasta los aficionados al fútbol de todo el mundo que apenas han oído hablar del Celtic o del Rangers conocen las historias que circulan sobre las enconadas batallas y el caldeado ambiente que se respira en Glasgow cuando se enfrentan sus dos clanes.
El origen
"Un encuentro amistoso". Ahora resulta irónico, pero así se describió por primera vez el derbi de Glasgow en la prensa local. Era el 28 de mayo de 1888. El Celtic invitó al Rangers a celebrar su partido inaugural, y éste aceptó. Pero, naturalmente, la cordialidad no duró mucho.

A medida que crecía la rivalidad, se extendía el dominio de los propios clubes. Sus aficiones, y en consecuencia sus ingresos, aumentaron en tal medida que, ya en 1904, una popular publicación de la época llamada The Scottish Referee se refirió a ellos como "The Old Firm of Rangers-Celtic Ltd" (literalmente: 'Antigua empresa Rangers-Celtic, Sociedad Limitada'), con lo cual pretendía reflejar la extendida opinión de que ambos conjuntos se beneficiaban económicamente de la antipatía que se profesaban. Ni que decir tiene, el apelativo cuajó.
Aunque la relación fue cordial al comienzo, las respectivas filosofías de cada uno de los clubes provocaron que el conflicto fuera a todas luces inevitable. El Celtic se fundó en 1887 de la mano de un sacerdote católico, con el único objetivo de establecer una institución benéfica que paliara la pobreza de la numerosa comunidad irlandesa de Glasgow. No obstante, también se esperaba que el club se convirtiera en un motivo de orgullo para los oprimidos inmigrantes, un símbolo que los aunara. El Rangers, por el contrario, fue desde el comienzo el equipo de la clase dirigente y de la mayoría protestante de Escocia y, hasta la famosa decisión adoptada en 1989, se negaba a fichar jugadores de religión católica.
Datos y cifras
Aparte de los factores políticos y sociales que hacen único a este derbi, ningún otro clásico enfrenta a dos equipos tan laureados y tan potentes en el ámbito nacional. El Celtic y el Rangers suman entre los dos nada más y nada menos que 159 títulos de liga y Copas de Escocia, y su supremacía absoluta en la Premier League escocesa dura ya 24 años.

El Rangers se lleva la palma en el derbi con 152 triunfos, contra los 138 del Celtic. Robert Hamilton, una de las primeras leyendas de Ibrox, es el máximo goleador del clásico, con 35 dianas. Ambos clubes ostentan el récord británico de asistencia a un partido de liga, con los 118.567 espectadores que abarrotaron las gradas de Ibrox el 2 de enero de 1939. Algunos aficionados más, un total de 132.870, se dieron cita para ver a los dos rivales disputar la final de la Copa de Escocia en 1969.
Destacados derbis del pasado
Al imponerse por 5-2 a un club 16 años más antiguo en aquella primera edición del derbi, disputada hace ya 121 años, el Celtic estableció una pauta que aún lo acompaña: la incertidumbre. Independientemente de la racha del club o de su momento de forma, predecir el resultado de un clásico de Glasgow no es tarea fácil. Valga como ejemplo la final de la Copa de la Liga de 1957.

El Rangers, que buscaba su segundo título consecutivo, llegó a Hampden como clarísimo favorito, dado que el Celtic atravesaba un bache. Sin embargo, Escocia fue testigo de lo que el rotativo The Sunday Post denominó "la Revolución de Octubre", puesto que los Bhoys se impusieron finalmente por 7-1 y se adjudicaron un récord británico aún vigente: el resultado más abultado en una final de copa nacional.
La afición del Rangers, por su parte, todavía saborea el recuerdo de su 100ª victoria en liga sobre su eterno rival: un triunfo por 0-3 en Celtic Park que les metió el título en el bolsillo y provocó violentas escenas, tanto dentro como fuera de la cancha. Y es que cada edición del Old Firm levanta pasiones. Es un clásico al rojo vivo que, como es natural, también tiene su lado oscuro, y al igual que todos los grandes dramas, sus propias tragedias.
En 1931, John Thomson, el joven y brillante guardameta del Celtic, sufrió una herida mortal en la cabeza al lanzarse con valentía a los pies de un delantero del Rangers, y se convirtió así en una figura emblemática y trágica del club. Pero lo peor estaba por llegar. En 1971, 66 aficionados del Rangers fallecieron en la denominada Tragedia de Ibrox, al producirse una avalancha en las gradas.
Jock Stein, el legendario técnico del Celtic en aquella época, abandonó el vestuario de su equipo para ofrecer ayuda a los heridos, y expresó su esperanza de que el funesto acontecimiento les otorgara a todos una nueva perspectiva. "Esta terrible tragedia debe contribuir a poner freno a la intolerancia y al resentimiento reinantes en los partidos del Old Firm".
La rivalidad hoy en día
Aunque ha costado algo más de lo que a Stein le hubiera gustado, el derbi de Glasgow se ha tornado más agradable en los últimos tiempos. Este año incluso fuimos testigos de una muestra de unidad sin precedentes y muy conmovedora: Walter Smith y Ally McCoist, técnico y segundo de a bordo respectivamente del Rangers, ayudaron a portar el féretro de su amigo, el legendario futbolista del Celtic Tommy Burns.

Si bien las tensiones ya se han calmado, hay pocos partidos en el mundo del fútbol que puedan igualar la pasión y la emoción que sin duda veremos el domingo en Celtic Park. Como no podía ser de otra manera, en esta 382ª edición del derbi hay mucho en juego. El Celtic busca su cuarto título de liga consecutivo y es el líder de la tabla, pero sólo dos puntos lo separan del segundo, precisamente su eterno rival. Para los Bhoys, un triunfo supondría un importantísimo paso adelante para revalidar su corona. Aunque, si 121 años de rivalidad nos han enseñado algo, en el "Old Firm" siempre hay que esperar lo inesperado
Benfica vs Porto
Como ocurre con muchas de las grandes rivalidades, el antagonismo que impera entre las dos principales ciudades de Portugal y entre sus dos clubes de fútbol más laureados está arraigado en la historia política, cultural y deportiva del país. Al norte está Oporto, una ciudad industrial y de clase obrera, con un fuerte espíritu independiente. Más al sur se encuentra Lisboa, una capital rica, poderosa y llena de encanto.

El derbi Oporto-Benfica encarna esa gran división, donde la rivalidad se ha visto intensificada por un cambio en la hegemonía: As Águias ("Las Águilas") son históricamente el equipo más laureado de Portugal, mientras que Os Dragões ("Los Dragones") han venido siendo la potencia dominante durante las dos últimas décadas.



Los orígenes
El primer enfrentamiento entre Oporto y Benfica fue un amistoso jugado el 28 de abril de 1912, en el que salió vencedor el conjunto lisboeta por 8-2. Tendrían que pasar ocho años para que el Oporto obtuviese su primer triunfo en el clásico (3-2, en un duelo apasionante), y casi otros nueve para que volviera a imponerse.

El Benfica ganó tres títulos de la liga portuguesa en cada una de las décadas de 1930 y 1940. En 1950, además, se adjudicó la Copa Latina y, con ese triunfo, su cotización empezó a dispararse. Sin embargo, solamente era un anticipo de lo que estaba por llegar. Encabezado por el legendario Eusebio, el equipo obtuvo la friolera de 8 títulos ligueros y, a principios de los años 60, 2 Copas de Europa, tras imponerse en las respectivas finales al Barcelona y al Real Madrid. El Benfica siguió prosperando en el fútbol nacional en las décadas de 1970 y 1980, pero, a pesar de alcanzar tres finales en ese periodo, fue incapaz de alzar más trofeos continentales.
El Oporto, después de casi dos décadas sin ganar la liga, se ciñó dos coronas seguidas a finales de los 70, y mantuvo su impulso victorioso en los 80 con otras 4 ligas, más 2 Copas de Portugal y 1 Copa de Europa.
Pero fue en la década de 1990 cuando Os Dragões comenzaron a imponer su monopolio en el fútbol luso con la conquista de 5 ligas consecutivas (todo un récord). Otras 5 han caído ya en la presente década, junto con sendos triunfos en la Copa de la UEFA y la Liga de Campeones.

Algunas cifras
En los 240 duelos que han medido a ambos equipos, incluyendo amistosos, As Águias llevan la delantera respecto a sus rivales del norte, con 94 victorias por 91. Los dos conjuntos han ofrecido un rendimiento mucho mejor en su feudo: 70 de los triunfos del Oporto se produjeron en el Estadio do Dragão, mientras que 72 de los logrados por el Benfica tuvieron lugar en el Estadio da Luz.

El Benfica sigue siendo el equipo más laureado de Portugal en su conjunto, con 31 cetros ligueros, mientras que el Oporto es su más inmediato perseguidor, con 23. Ambos han conquistado la máxima competición europea de clubes en dos ocasiones.

El grande lisboeta tiene más de 160.000 socios de pago, y 14 millones de simpatizantes por todo el mundo. Es más: entró en el libro Guinness de los Récords en 2006 como el club deportivo con mayor número de abonados. Curiosamente, el Benfica también goza de una mayor afición en el norte que el Oporto.

Actualmente
Algunos seguidores consideran que la rivalidad mutua estuvo personificada inmejorablemente por dos ex jugadores: João Pinto (Benfica) y Paulinho Santos (Oporto). A pesar de ser compañeros en la selección portuguesa, ambos declararon abiertamente una gran antipatía hacia el otro. Su enemistad duró varios años y, de vez en cuando, los derbis desembocaban en la expulsión de los dos por enzarzarse en una tangana.

La intensidad del derbi, no obstante, ha trascendido anterior y posteriormente la relación entre esos dos futbolistas, y la rivalidad se vio exacerbada hace poco por la marcha de Cristian Rodríguez desde el Estadio da Luz hacia el grande norteño. De hecho, el uruguayo se convirtió en el tercer jugador del Benfica en la historia reciente en cambiar sus colores por los del Oporto.

Tanto Benfica como Oporto han escrito capítulos magníficos en la historia del fútbol luso y, al haber ganado entre ambos 23 de las 26 últimas ligas, su enorme rivalidad no parece mostrar indicios de relajación


Ajax vs PSV Eindhoven
En Holanda, antaño se denominaba De Klassieker únicamente al enfrentamiento entre los dos clubes bandera de las dos principales ciudades del país, el Ajax de Ámsterdam y el Feyenoord de Rotterdam, que llevan batiéndose en duelo desde 1921. En aquel entonces, el PSV Eindhoven solamente contaba ocho años de vida. Habría que esperar a la creación de la Eredivisie en 1956 y a los éxitos que iría coleccionando posteriormente el PSV para que este equipo se convirtiera en un tercer candidato al título de club más grande del país y, por consiguiente, en un rival de entidad para el Ajax.
Así, si bien los aficionados de más edad del Ajax vierten toda su antipatía en el Feyenoord, la que profesan los más jóvenes hacia el PSV es, cuando menos, igual de importante. Hoy, el antagonismo entre estos dos clubes de éxito, estas dos escuelas futbolísticas y estas dos filosofías de juego está grabado a fuego: un auténtico Klassieker.
Los orígenes
En 1931, el Ajax se impuso al club de Philips en la final de la liga con la antigua fórmula. Dos años antes, el PSV se ceñía su primera corona. Había nacido una rivalidad entre los Boeren ("granjeros") de la región de Brabante y los artistas de la mundana Ámsterdam, capital económica y cultural del país.
En 1965, el traspaso del portero Gert Bals del PSV al Ajax aderezó una rivalidad que se hizo pasional diez años más tarde, cuando el conjunto de Eindhoven se coronó campeón. Se convirtió entonces en el principal oponente de un Ajax teñido de gloria, adalid del fútbol total mientras el PSV arrastraba una fama de equipo trabajador, en las antípodas del tradicional juego bonito a la holandesa. Un choque de culturas que daba todo su sentido a una enemistad que pasó a ser de lo más auténtica.
Algunas cifras
Desde la creación de la Eredivisie en 1956, las estadísticas registran 106 enfrentamientos, con 46 triunfos para el PSV, 40 para el Ajax y 20 empates. Si bien el Ajax se ha impuesto por 5-0 en dos ocasiones (temporadas 1957/58 -a domicilio- y 1964/65) y, más recientemente, por 1-5 (en el Philips Stadion en 2007), el PSV también cuenta con dos vistosas goleadas en su haber: 6-2, en la 1975/76 y en la pasada campaña. En su feudo, también ha infligido al Ajax un doloroso 4-0 en tres ocasiones (1982/83, 1984/85, 1999/2000).
Por término medio, no obstante, los resultados son con frecuencia mucho más apretados. En Eindhoven, el tanteo más común es 1-1, en 10 ocasiones, frente al 1-0 para los Godenzonen ("los hijos de los dioses") en los encuentros disputados en Ámsterdam, registrado hasta 7 veces. La temporada pasada, el Ajax despedazó a su rival por 4-1 en su campo antes de ser humillado en Eindhoven. Por consiguiente, se respira un aroma a revancha en los dos bandos.
Anécdotas y frases míticas
"Vencer al Feyenoord es una obligación por honor, pero vencer al PSV supone manifestar nuestra hegemonía deportiva en la liga. Perder contra ellos es una sensación de humillación". Así se expresaba el encargado del césped del Amsterdam ArenA hace dos años, cuando FIFA.com se desplazó para entrevistar a Klaas-Jan Huntelaar. Una muestra de que toda la parroquia ajacied concede una importancia capital a este choque...
Una campaña más tarde, el emparejamiento con el Olympique de Marsella en la Copa de la UEFA permitía a dos antiguos inquilinos del PSV, Eric Gerets y Boudewijn Zenden, poner de relieve una rivalidad secular. "El Ajax siempre ha sido un equipo rival", recordaba el técnico belga, ex jugador (1985-1992) y entrenador (1999-2002) del PSV. "Yo no soy muy popular en Ámsterdam, porque cuando llegué al PSV acabamos con la hegemonía del Ajax. Creo que no me quieren mucho allí, pero yo tampoco los aprecio demasiado".
"Jugué ocho temporadas en el PSV, cuatro años en el filial y otros cuatro en el primer equipo, y la rivalidad con el Ajax siempre estuvo presente", añadía en la misma línea "Bolo" Zenden, que brindó días de gloria al conjunto de Eindhoven entre 1994 y 1998. "Quiero ganar a toda costa, ¡sencillamente porque es el Ajax!".
En julio de 2007, con motivo del culebrón del traspaso del danés Kenneth Pérez del Ajax al PSV, el director deportivo Jan Reker, descontento con el precio exigido por los directivos ajacied, se marcó un comentario enigmático que ha quedado en los anales: "No soy estúpido y no voy a dejarme engañar por el Ajax. Si ellos bloquean el traspaso, puedo contaros cosas sobre su manera de trabajar que seguramente no les gustarían".
Los seguidores más veteranos de los Godenzonen guardan un recuerdo en especial de estos enfrentamientos. Tras lesionarse en la pretemporada 1970/71, un tal Johan Cruyff hizo su regreso el 30 de octubre de 1970 frente al PSV. Al ser suplente en ese partido, saltó al césped con un inhabitual número 14 a su espalda, dado que su "9" fetiche correspondía al delantero titular, Gerrie Mühren. El Ajax se impuso por 1-0 y Cruyff ya nunca vistió otro número, dos cifras que luego pasarían a la leyenda.
Actualmente
El reciente traspaso al Ajax del joven prodigio del PSV Ismail Aissati ha encendido de nuevo los ánimos en los dos bandos antes de este primer duelo de la temporada. El Ajax, con su nuevo entrenador, Martin Jol, sólo ambiciona una cosa esta campaña: recuperar un título nacional que le viene siendo esquivo desde 2004.
Desde 2000, el PSV se ha apuntado 7 ligas, 4 de ellas consecutivas entre 2005 y 2008 (la de 2007 la conquistó en los últimos minutos de la jornada final). Un reinado difícil de digerir en el Amsterdam ArenA, donde los entrenadores se suceden pero no así los títulos, mientras el abominable rival se ha puesto el traje de adalid del fútbol holandés en la escena europea, con una semifinal de Liga de Campeones en 2005.

1.                             Partizan vs Red Star
Los fanáticos Serbios son altamente influenciados por los Ultras Italianos aunque estos incorporan elementos culturales locales. En Belgrado, actualmente Serbia, existe una intense rivalidad entre el Partizan y el Red Star. El Red Star ha sido más reconocido internacionalmente. Los fanáticos Grobari y los Delije se involucran en varios conflictos. Muchos de estos suceden en el estadio y pueden presentar algo de peleas de multitudes que generan disturbios. Estrella Roja  vs Partizan
El Estrella Roja es mi vida, no importa nada más” o “Daría mi vida por el Partizan” son algunos de los cánticos que resuenan en las gradas en cada edición del clásico de Belgrado. Esto da una idea de la pasión que rodea a estos encuentros y del amor que profesan los hinchas por sus colores. Si a ello añadimos desavenencias políticas, sociales y culturales, y dos estadios separados por apenas unos cien metros, comprenderemos que los dos grandes de Serbia tienen motivos de sobra para odiarse cordialmente.
Si bien el nivel del “derbi eterno”, el Večiti Derbi para sus protagonistas, se ha resentido con la desmembración de Yugoslavia y la huida regular de los mejores talentos, la rivalidad no ha disminuido, e incluso tiende a intensificarse para compensar la frustración del interés deportivo. Así, en cada cita desde hace más de 60 años, los Delije (“héroes”) del Estrella Roja y los Grobari (“sepultureros”) del Partizan compiten en imaginación para encender el estadio, ¡algo que no se limita a una simple metáfora!
Los orígenes
Estrella Roja y Partizan, nacidos con pocos meses de diferencia, proceden de sendos órganos políticos, como solía suceder en los países del este de Europa en la posguerra. El Estrella Roja se creó el 4 de marzo de 1945, y representa al Partido Comunista Yugoslavo. Unos meses más tarde, el 4 de octubre para ser precisos, se fundó el Partizan, que emanó directamente del ejército. Como en los clásicos Steaua-Dinamo de Bucarest, o Levski-CSKA en Sofía, la convivencia entre los Crveno-beli (rojiblancos) y los Crno-beli (blanquinegros) en la liga yugoslava enseguida se convirtió en una lucha de poder entre los ministerios de Interior y Defensa.

Pero más allá de esta lucha de influencias, el duelo de Belgrado adquirió su carta de hidalguía sobre todo gracias a la calidad del juego. En un país donde los niños despliegan su talento en todos los deportes y exhiben soltura técnica desde la más tierna infancia, el fútbol nacional fue durante mucho tiempo uno de los mejores de Europa, y los dos clubes siempre contaron con verdaderos artistas entre sus filas. La competencia se agudizó más si cabe tras la fragmentación de Yugoslavia, ya que Hajduk de Split y Dinamo de Zagreb disputan ahora la liga croata.
Algunas cifras
El primer enfrentamiento se produjo en enero de 1947, decantándose del lado del Estrella Roja (4-3). Sin embargo, al final de la temporada, fue el Partizan quien obtuvo su primera liga y su primera copa. La Zvezda (“estrella”) tuvo que esperar hasta 1951 para ceñirse la corona, aunque conquistaría tres copas nacionales entre 1948 y 1950. Hasta la fecha, el Partizan acumula 21 títulos (11 de Yugoslavia y 10 de Serbia), por 25 del Estrella Roja, 19 de ellos de Yugoslavia.

En sus confrontaciones directas, de las 137 ediciones celebradas en la liga, el balance se inclina a favor de los rojiblancos, con 57 triunfos, 53 empates y 37 derrotas. También refrendaron su dominio mediante el número de goles anotados, 207 por 168 de su adversario. No obstante, la tendencia actual respalda a los blanquinegros, que no han perdido ninguno de los seis últimos clásicos.
Leyendas, anécdotas y frases
Como en todos los derbis, los seguidores desempeñan un papel fundamental. Los del Estrella Roja, llamados Delije (“héroes”), son a su pesar responsables del apodo de sus rivales. En el decenio de 1970, pusieron a sus oponentes el sobrenombre de Grobari (“sepultureros”), al recordar sus colores la vestimenta de los empleados de las pompas fúnebres. Los blanquinegros, lejos de enojarse, consideraron que era una etiqueta intimidante, y actualmente la reivindican con orgullo.

Otra controversia es que el Partizan presumió durante mucho tiempo de ser el primer club del este en haber alcanzado la final de la Copa de Europa de 1966, en la que perdió ante el Real Madrid. Hasta 1991, ¡año en que el Estrella Roja conquistó el título! Desde entonces, y con la victoria en la Copa Intercontinental que le siguió, los Delije entonan en cada derbi un “Estrella, de Serbia a Tokio”, al que acompaña sistemáticamente un “Partizan, de Serbia a… Serbia”.
Milan Bisevac, jugador del Lens y ex del Estrella Roja, no ha olvidado el sabor de estos choques. “En las semanas de derbi se percibe una atmósfera particular, cómo va aumentando la presión, a partir del lunes. Es un gran encuentro en un ambiente magnífico. En los vestuarios del ‘Maracaná’, antes del partido ya se oye al público. Se le pone a uno la carne de gallina”. El “Maracaná”, así se refieren los aficionados al Estadio del Estrella Roja, que podía albergar a más de 100.000 personas cuando se inauguró. En un clásico frente al Partizan, ¡llegó a haber 108.000!
Actualmente
En su 138ª edición, el derbi eterno no podría tener un contexto mejor. A sólo tres jornadas de la conclusión del torneo, el Partizan, ganador de las dos últimas ligas y todavía invicto esta temporada, dispone de una ventaja de un punto respecto a su acérrimo adversario. Si gana en su cancha del Stadion Partizana, tendría prácticamente garantizada su undécima corona, mientras que el Estrella Roja no alza el trofeo desde 2007. Toda una eternidad, como el tiempo que durará aún la rivalidad entre los dos grandes de Belgrado…

1.                             Levski vs CSKA
La capital de Bulgaria, Sofia alberga dos grandes clubes: El PFC Levski 1914 y el CSKA. El Levski, el mayor de los dos, posee la mayor base de fanáticos mientras que el CSKA ha ganado más títulos de campeonato. Siempre que los dos grupos se enfrentan, grandes problemas de seguridad suceden. Durante uno de sus encuentros, 1/7th del ejército nacional fue convocado para cubrir los potenciales actos de violencia. Las autoridades han sido especialmente precavidas desde el 2001 cuando un incidente con una bomba produjo fatales resultados
              

Fenerbhace vs Galatasaray
Decir que Turquía es un país loco por el fútbol suena a tópico. Después de la alegría desatada por la conquista del tercer podio en la Copa Mundial de la FIFA Corea/Japón 2002, el mundo entero conoció la pasión con la que viven los turcos el deporte rey. Sin embargo, ese fervor no es nada en comparación con el delirio que acompaña siempre al derbi de Estambul entre el Galatasaray y el Fenerbahçe, los dos clubes más laureados del país.
Como exige la tradición, para los seguidores es más importante derrotar al eterno rival que levantar el título. Por uno de esos caprichos de la fortuna, en esta 36ª edición, el vencedor podría alcanzar los dos objetivos a la vez. Porque, además del prestigio, está en juego el liderazgo de la SüperLig, que actualmente corresponde al Fenerbahçe gracias a que se ha anotado un gol más que su rival, y por tanto la diferencia de goles está a su favor.

Es fácil imaginar, por lo tanto, la recepción que espera al líder este domingo en el estadio Ali Sami Yen. "Cuando llegas a Galatasaray, te dicen: 'Bienvenido al infierno'", recuerda Eric Gerets, antiguo entrenador del Galatasaray y actual técnico del Olympique de Marsella. "Durante esos derbis, tienes escalofríos de principio a fin. Se es deportista para vivir momentos como ésos. Aunque he entrenado y he jugado en varios países, aquello es otro mundo".

Un mundo que conoce bien Volkan Demirel, portero del Fenerbahçe, que aborda su noveno duelo capitalino con aplomo. "Nunca es fácil prepararse para un derbi, pero nuestro equipo juega tan bien y tenemos tantos jugadores capaces de marcar, que el balón seguro que terminará por entrar", vaticina el cancerbero de los Sari Kanaryalar ('canarios amarillos'). "Si vamos al Ali Sami Yen y jugamos como lo hacemos habitualmente, no tenemos nada que temer. Física y mentalmente, estamos preparados para batir al Galatasaray".
El Cimbom, apodo cariñoso que los hinchas del Galatasaray le han puesto a su club, podría haber acometido este encuentro con ventaja en la clasificación, pero los Leones perdieron el trono y a su entrenador hace tres semanas. Al día siguiente de un decepcionante 0-0 contra el Gaziantepspor, el alemán Karl Heinz Feldkamp dimitió, y el Fenerbahçe tomó la delantera. Si gana ahora, el Galatasaray, actualmente bajo la dirección de Cevat Güler, podría recuperar la primera plaza y enfilar el camino hacia su decimoséptimo campeonato, con tres puntos de ventaja a falta de dos jornadas para el final. Así empataría con su visitante en cantidad de trofeos de liga que coleccionan en sus vitrinas. Y agudizaría una rivalidad histórica ya de por sí bastante exacerbada.
Dos continentes, una pasión
Ciudad única en el mundo, a caballo de dos continentes, Estambul es caldo de cultivo ideal de una rivalidad tan acendrada, así como de la pasión concomitante. Ambos clubes fueron fundados a principios del siglo XX, con dos años de diferencia. En la costa europea, en 1905, los alumnos del liceo francés de Galatasaray, reputado por educar a la elite política de la nación, decidió crear un equipo de fútbol capaz de enfrentarse a los conjuntos griegos e ingleses. En el origen del proyecto, Ali Sami Yen se convirtió en una leyenda del club y luego prestó su nombre al estadio.
Pero en una metrópolis de 13 millones de almas es difícil congregar a todos los amantes del fútbol (los 13 millones, según los estambuliotas), en torno a un solo escudo. Así pues, en 1907, en la orilla opuesta del Bósforo, el Fenerbahçe vio la luz del día en el barrio de Kadiköy. Fue fundado dentro del secreto más absoluto, y vivió sus primeros años en la clandestinidad, porque el sultán Habdullamid II veía con malos ojos cualquier agrupación de jóvenes.
A la distinción geográfica se sumó pronto una diferencia social: el Fenerbahçe se convirtió en el club "popular", mientras que el Galatasaray era considerado como "aristocrático". Un siglo más tarde, estas distinciones ya no son más que recuerdos remotos. Se puede encontrar seguidores de ambos equipos a ambos lados del Bósforo, y las gradas de los dos estadios se llenan con aficionados representantes de todas las clases sociales.
En el ámbito deportivo, el Fenerbahçe posee desde la pasada temporada la mayor cantidad de títulos de liga (17), y es el único equipo que puede presentar un balance positivo frente a los Leones: 135 victorias, 115 derrotas y 109 empates en 359 encuentros. Pero el Galatasaray puede jactarse de haber hecho brillar el fútbol turco en la escena internacional. En el curso del inolvidable año 2000, ganó la Copa de la UEFA y la Supercopa de Europa. Estos trofeos enorgullecen a sus seguidores y espolean a los canarios amarillos, relativamente discretos en la escena europea.
Afanoso por ponerse a la altura de su contendiente, el Fenerbahçe ha emprendido una política "galáctica". Nicolas Anelka, Stephen Appiah, Pierre van Hooijdonk, Roberto Carlos y Zico han recalado en Kadiköy para intentar reeditar la hazaña conseguida por el rival. La temporada 2007/08 casi ha reequilibrado la notoriedad de los dos clubes en Europa a raíz de la magnífica campaña que los hombres de Zico han cuajado en Liga de Campeones. Invencibles en su estadio de Şükrü Saraçoğlu, tumbaron a potencias como el Inter de Milán, el PSV Eindhoven, el Sevilla y el Chelsea, y no se despidieron de la competición hasta cuartos de final, superados por los londinenses.
Un derbi de leyenda
La rivalidad franqueó un punto de inflexión en febrero de 1934. Lo que debería haber sido un partido amistoso se transformó en batalla campal entre jugadores e hinchas. A partir de entonces, las relaciones ya no volverían a ser las mismas, y los encuentros entre los dos equipos se convirtieron en partidos que no podían perderse bajo ningún pretexto.
En un país en el que el fútbol es casi una religión, la prensa, de ordinario muy concentrada en torno al balompié, aumenta sus ventas en un 50% durante la semana que precede al derbi. En esos días, la tensión sube constantemente antes de explotar en plena gran cita, donde, como manda la tradición de los derbis, se ven más nervios y tarjetas que regates y buenas jugadas.
En la hora del derbi, sólo cuenta el resultado. Para ver espectáculo y juego bonito, los seguidores de ambos bandos se conforman con los otros 32 partidos de liga. "Los jugadores saben lo que está en juego en estos encuentros", confirma Rıdvan Dilmen, antigua gloria de los canarios. "Cuando se gana, se entra en otra dimensión. Aunque ganes contra el Barcelona en la Liga de Campeones, no tendrás la misma sensación que si ganas contra el Galatasaray. Este partido es especial. Nosotros lo sabemos, y los seguidores también".
ElDemonio Dilmen y sus compañeros de equipo infligieron una diablura suprema en el domicilio de sus rivales en un choque de la Copa de Turquía disputado en 1989. Tras marcharse al descanso con un 3-0 en contra, el club de la ribera asiática logró lo imposible: remontar la desventaja e imponerse por 3-4. Fue un acontecimiento que hizo enmudecer a todo el estadio, a pesar de su fama de ser un infierno para los tímpanos. El Galatasaray tardó siete años en tomarse la revancha a las órdenes del escocés Graeme Souness. El otrora jugador y entrenador del Liverpool y del Glasgow Rangers pensaba conocerlo todo sobre derbis endiablados antes de disputar la final de la Copa de Turquía en 1996.
Tras vencer por 1-0 en la ida en su campo, los Leones cayeron por el mismo resultado en el encuentro de vuelta. Cuando la prórroga tocaba a su fin y ya todo el mundo se preparaba para la tanda de penales, el galés Dean Saunders marcó y dio la victoria y el trofeo a los visitantes. Loco de alegría, Souness agarró una inmensa bandera roja y amarilla y, ni corto ni perezoso, se fue a plantarla en el círculo central del estadio del Fenerbahçe... Tuvieron que pasar horas y cientos de policías para que el osado entrenador pudiera salir del recinto. Desde aquel día, el escocés es el hombre al que más ama media Estambul y al que más odia la otra media.
Ya se sabe que del amor al odio no hay más que un paso. Además del encono hacia el adversario, la pasión estambuliota es sobre todo una historia de amor: el de los seguidores por sus colores. Y en este sentido, ya se puede predecir un empate entre los dos equipos. En cuanto al choque del domingo, permitirá al vencedor acercarse a una nueva consagración y cubrirá de gloria a sus jugadores y seguidores. Hasta el siguiente derbi

Fenerbahçe-Galatasaray, derbi por excelencia en la ciudad de İstanbul. Ambos equipos son históricamente los dos grandes dominadores de la liga turca, ya que tienen cada uno diecisiete títulos en su haber. Es evidente que la comparación más inmediata es un Madrid-Barcelona, pero con el aliciente de que ambos son de la misma ciudad, com un Milan-Inter en Italia o un Chelsea-Arsenal en Inglaterra, pero aún hay más, puesto que es el enfrentamiento entre dos continentes, ya que cada club representa a una parte distinta de la ciudad.
El Galatasaray (lit. "Palacio Gálata") fue el primer club de fútbol de Turquía. Fundado en 1905 por un grupo de estudiantes (entre ellos el que fuera el primer presidente del club y que ahora da nombre a su estadio Ali Sami Yen), en el seno de una prestigiosa institución académica, el Liceo Galatasaray, que data de nada menos que de 1481. Desde sus mismos orígenes, el Galatasaray fue un club con una importante carga tradicionalista y estuvo muy vinculado a la clase dirigente turca. Se da la circunstancia, curiosa, de que en un primer momento los estudiantes que fundaron el club pensaron en nombres como “Gloria” o “Audacia”, pero en sus primeros partidos contra representantes de otros colegios, el público asistente se refería a ellos como los chicos “del palacio Gálata” (“Galata Sarayi”), de ahí que decidieran finalmente quedarse con el nombre del colegio. Fenerbahçe (lit. "Jardín del Faro") por su parte, toma el nombre del barrio homónimo de la ciudad, en el distrito de Kadıköy. Fue fundado en 1907 por dos jóvenes apasionados del fútbol llamados Ziya Songülen y Necip Okaner, siendo el segundo club de fútbol formado en Turquía tras el Galatasaray. Se da la circunstancia de que en aquella época estaba en vigor cierta ley que prohibía la práctica del fútbol y la fundación de clubes de este deporte. Por ello, el primer año de vida del club (y los 3 previos del Galatasaray) se podría decir, fue en la clandestinidad, hasta su registro oficial en 1908 cuando se aprobó la práctica del fútbol rivalidad entre ambos equipos tiene tres razones fundamentales. La primera de ellas es evidente, el Galatasaray tiene su sede en Gálata, que está en la zona europea de la ciudad, mientras que Fenerbahçe está en la zona asiática. La segunda de las razones se debe al origen de ambos equipos. El Galatasaray fue fundado, como hemos visto, en el seno de una institución de corte aristocrático, un lujoso colegio mayor en el que estudiaban los hijos de los más acaudalados habitantes de Estambul. El Fenerbahçe, sin embargo, tiene su origen “en la calle”. De ahí que generalmente, se hable del Galatasaray como el equipo de los ricos y del Fenerbahçe como el equipo de los más humildes.
Sin embargo, estas razones tienen menos peso en la rivalidad que un hecho deportivo. Si nos remitimos a los discursos propios de los hinchas de ambos equipos, hoy pertenecientes a todas las clases sociales tanto de la zona europea como asiática de la ciudad, se suele decir que la irreconciliable rivalidad entre ambos clubes nació a raíz de un partido amistoso disputado el 23 de febrero de 1934. Este encuentro destacó por la violencia con la que ambos equipos lo disputaron, finalizó con una batalla campal entre las dos hinchadas, y posteriormente causó la ruptura de relaciones entre ambas entidades

Dinamo de Kiev vs Shakthar Donetsk
Desde que en Ucrania se fundó la primera división de liga independiente, la Vyscha Liha, en 1992, dos clubes han dominado el campeonato nacional: el Dínamo de Kiev y el Shakhtar de Donetsk. Tras la sorpresa inicial que se llevaron los de Kiev cuando el Tavria de Simferopol les arrebató el primer título de liga, su equipo, el Dínamo, se ciñó las nueve coronas siguientes. De paso, se convirtió en la gran potencia del fútbol ucraniano y dejó su impronta en Europa.
Pero el gran clásico de la liga de Ucrania nació a finales de la década de 1990, cuando el Shakhtar plantó cara a la hegemonía que ejercía el Dínamo en el fútbol del país y le arrebató el trofeo de liga. Desde entonces, estos rivales se han alternado en el primer puesto de la tabla, y sus enfrentamientos directos se han afianzado en el calendario como uno de los emparejamientos más importantes del campeonato nacional.
Los orígenes
El Dínamo de Kiev se fundó en 1927, una época en la que el fútbol empezó adquirir gran popularidad en Ucrania. Desde entonces, el club se ha adjudicado un nutrido historial de éxitos y, en los primeros años de la primera división de la liga soviética, encarnó el desafío del país a los clubes de Moscú. No logró conquistar dicho campeonato hasta 1961, pero a partir de ese primer triunfo amasó el récord de 13 títulos.

El Shakhtar de Donetsk nació nueve años después que el Dínamo, aunque nunca experimentó un éxito tan resonante. Se le consideraba principalmente un equipo de Copa, debido a que no lograba triunfar en el campeonato de liga. Los Mineros no plantearon una amenaza importante a la hegemonía del conjunto blanquiazul hasta el año 1996, cuando se hizo cargo del club Rinat Akhmetov, cuyo poderío financiero y ambición desbordada transformaron la entidad de Donetsk. Actualmente, el club posee una escuela de fútbol y una cantera que nada tienen que envidiar a las del Dínamo, además del poder económico que se precisa para atraer a las grandes figuras extranjeras y mejorar la plantilla.
La rivalidad surgió por primera vez en 2002, el año en el que el Shakhtar conquistó su primer trofeo de liga y falleció Valeriy Lobanovskyi, el legendario entrenador del Dínamo, quien había militado en ambos clubes como jugador. Desde entonces, cada uno de estos rivales ha ganado cuatro campeonatos y se ha proclamado subcampeón en cuatro ocasiones.
Algunas cifras
El Dínamo se ha ceñido la corona de la liga ucraniana en 13 ocasiones, mientras que el Shakhtar posee cinco títulos de la división de honor. Los de Kiev también han superado al rival en la Copa de Ucrania, que han conquistado nueve veces contra las seis del Shakhtar. El Dínamo posee cuatro Supercopas, y los de Donetsk, tres.

Ambos equipos han triunfado también en las competiciones europeas: el Dínamo alzó la Recopa de Europa y la Supercopa de la UEFA en 1975, y ha alcanzado las semifinales de la Liga de Campeones de la UEFA en tres ocasiones, la más reciente en 1999. El Shakhtar ganó la Copa de la UEFA en 2009 y se convirtió así en el segundo conjunto ucraniano, después del Dínamo, que ha conquistado un premio continental, así como en el último equipo que triunfó en la Copa de la UEFA antes de que la competición cambiara su formato y su nombre por el de Europa League de la UEFA.

Desde el nacimiento de la máxima división ucraniana, estos equipos se han medido otras 52 veces en todas las competiciones, con 23 victorias del Dínamo, 17 del Shakhtar y 12 empates. De los diez últimos enfrentamientos directos, el Dínamo tan sólo ha ganado dos; mientras que uno de los contrincantes ha mantenido su puerta a cero en cada una de las cinco últimas citas entre ambos.
Leyendas, anécdotas y frases del pasado
El Dínamo y el Shakhtar se cruzaron por primera vez en 1938, en un partido saldado con victoria por 2-0 del Dínamo. Esa tendencia continuó durante muchos años, durante los que el conjunto blanquiazul mantuvo un registro más que saneado contra los Mineros. El choque más destacado entre estos dos grandes se produjo en las semifinales de la Copa de la UEFA de 2009. En dicha eliminatoria a dos partidos se jugaban el puesto en la gran final de Estambul, donde esperaba el Werder Bremen. El Shakhtar cobró ventaja en la ida, gracias al gol a domicilio anotado en aquel empate a 1-1, y sentenció en la vuelta con una victoria por 2-1. Al final, los Mineros alzaron el trofeo tras imponerse a los alemanes por 2-1 en la gran final.

Los dos rivales se vieron las caras por última vez en mayo de 2010, en un partido de liga que se adjudicó el Shakhtar por 1-0, una victoria importante dado que se trataba de la penúltima jornada de la temporada y le valió el título del campeonato.
Actualmente
Ambos conjuntos siguen ejerciendo su dominio en la primera división de liga, hasta el punto de que ningún otro equipo los ha superado desde 1996. El Shakhtar se impuso la pasada temporada, con seis puntos de ventaja sobre el Dínamo. Este curso ha comenzado con buen pie su participación en la Liga de Campeones, donde se ha anotado dos victorias en las dos primeras contiendas y no ha cedido ningún gol. El Dínamo, que cayó ante el Ajax en la fase de clasificación para la Liga de Campeones, disputa este año la Europa League.

De camino a la cita entre ambos de este domingo, la tabla de primera división no presenta sorpresas: el Shakhtar ocupa el primer puesto, dos puntos por encima del Dínamo. Como los dos han ido intercambiándose alternativamente el título en las cuatro últimas temporadas, la afición del Dínamo espera que éste vuelva a ser su año y confían plenamente en disfrutar de un triunfo en casa contra el eterno rival procedente de Donetsk.
Rapid Viena  vs   Austria Viena
El domingo 14 de marzo, a las 15:30 horas, tendrá lugar la edición 292 del derbi entre el Rapid y el Austria de Viena en el campeonato austríaco. Razón suficiente para que FIFA.com proyecte sus focos sobre la historia de estos dos rivales capitalinos.
El nombre "derbi vienés" se originó en los años 50 del pasado siglo para designar el enfrentamiento entre ambos clubes de la capital de Austria, donde viven 1,7 millones de habitantes.
Los orígenes
La rivalidad entre ambos clubes pervive desde la época de su fundación. Mientras que el Rapid vio la luz en 1898 como club de los trabajadores, el Austria atrajo desde siempre a la clase media, como incluso quedó reflejado en algunos párrafos de sus estatutos.
Hietzing, un barrio de Viena, fue la cuna de ambos equipos. Con un origen tan próximo, no es de extrañar que las emociones salieran a flor de piel y la pasión pasara a primer plano ya desde los primeros partidos entre el Rapid y el Austria. Pero mientras el Rapid compitió desde el principio por el título nacional, el Austria de Viena tuvo que esperar hasta mediados de los años 20 para ceñirse su primera corona.
Ahora bien, desde el primer enfrentamiento mutuo, disputado el 8 de septiembre de 1911 con un resultado de 4-1 favorable al Rapid, quedó claro que entre ambos conjuntos estaba en juego mucho más que la lucha por los puntos o por el campeonato liguero.
Algunas cifras
El derbi entre estas dos venerables entidades de Viena se ha reeditado ya cerca de 400 veces. De entre ellas, 300 se han escenificado en el marco de una competición oficial (liga, Copa o Supercopa). Por el momento, tienen una ligera ventaja los Verdes del Rapid, que han podido inclinar la balanza de su lado en sus contenciosos con el Austria en la mayoría de las ocasiones.
La serie más larga de victorias es propiedad asimismo del Rapid, que entre 1911 y 1917 ganó once partidos de liga seguidos contra los Violetas. La racha más prolongada de los Verdes sin perder se extendió desde el 25 de mayo de 1996 hasta el 9 de mayo de 2000; en un total de 17 encuentros, el Rapid nunca salió derrotado del campo. También el Austria permaneció imbatido durante 17 partidos seguidos, entre el 12 de agosto de 2001 y el 6 de agosto de 2005.
El derbi vienés suele derivar en festival de goles. El éxito más abultado en la primera fase de esta rivalidad lo festejó el Rapid en 1916, cuando atropelló a su rival urbano por un abrumador 9-0. En la temporada 1929/30, en cambio, el Austria doblegó a su vecino por 8-4. Diez años más tarde, el choque terminó 9-2 a favor del Rapid. En 1942/43, los Verdes volvieron a dar una lección de 10-1 al cabo de los 90 minutos. Y el partido más prolífico después de 1930 se saldó con un 7-5 favorable al Rapid en 1950/51.
Desde la temporada 1968/69, ambos adversarios se han batido en 150 partidos oficiales. El Austria ha ganado 56, el Rapid 45, y los 49 restantes se han zanjado con tablas.
Anécdotas
Los encuentros a menudo exaltados entre los Verdes y los Violetas daban lugar inevitablemente a numerosas expulsiones, de las que no se libraban ni los futbolistas más formales, como la leyenda del Austria Matthias Sindelar, o el emblemático jugador del Rapid Franz Bimbo Binder.
Sindelar, hasta hoy considerado como uno de los mejores futbolistas de Austria, sólo fue expulsado una vez en su vida. Fue, como no podía ser de otro modo, en un derbi vienés, por una bofetada que propinó al jugador del Rapid Johan Luef. También a Binder le enseñaron la única tarjeta roja de su carrera en uno de estos derbis, que fue sin duda uno de los más curiosos: el árbitro tuvo que pitar antes de tiempo el final del encuentro con un resultado de 5-0 favorable al Austria, porque los Verdes se habían quedado con sólo cinco jugadores sobre el terreno de juego.

Actualmente
En el ejercicio en curso, la ventaja es para el Rapid de Viena, actual segundo clasificado, que en la sexta jornada logró arrancar un empate 1-1 en casa de su rival. Cabe recordar que en noviembre del año pasado se impuso por 4-1 en su feudo.

En el casillero, ambos clubes están empatados a puntos por detrás del líder, el Salzburgo, y luchan afanosamente por no descolgarse del primero. Por detrás les persigue el Sturm Graz, a tan sólo un punto de diferencia, de manera que ambos conjuntos de Viena deberán estar atentos también a la amenaza de la competencia.
Este domingo está programada una nueva edición del derbi vienés. En el estadio Gerhard Hanappi, 17.500 seguidores se encenderán en el abarrotado estadio del Rapid para jalear a su equipo en su persecución a los Toros Rojos del Salzburgo y, sobre todo, para defender el honor propio ante el rival por antonomasia
Olympiakos vs Panhatinaikos
Los orígenes de la tragedia se remontan ciertamente a la Grecia antigua, pero el género no ha pasado de moda con el correr de los tiempos y los dramas imaginados por Esquilo, Sófocles y Eurípides siguen sirviendo de ejemplo. Hoy en día, estas obras no sólo se representan con togas en los anfiteatros, sino también con pantalones cortos y botas de tacos en los estadios.
La obra más popular de la Grecia actual enfrenta al Olympiakos del Pireo y al Panathinaikos de Atenas, y se escenifica al menos dos veces por temporada, con los ingredientes indispensables de toda tragedia: intriga, tensión, dioses, héroes y traidores. La próxima representación tendrá lugar este domingo 29 de noviembre sobre la hierba del Karaiskaki, el campo del Olympiakos.
El nombre de la pieza, que los helenos llaman "derbi de los eternos enemigos" o "la madre de todas las batallas", cifra perfectamente la intensidad de este antagonismo entre los dos clubes más aclamados y laureados del país.
Los orígenes
En el momento de su fundación en 1908, el Panathinaikos era el club de la capital y de su alta sociedad. El Olympiakos vio la luz 17 años más tarde en el barrio portuario del Pireo, y sedujo lógicamente a las clases obreras instaladas en los alrededores. Esta diferencia fundamental entre las dos instituciones en pugna por el éxito crearía una feroz competencia.
La escisión social ha pasado a la historia. Los dos gigantes comparten aficionados de todos los estratos de la población, pero la rivalidad deportiva se perpetúa a medida que se llenan las vitrinas de trofeos. Cada uno de los 37 títulos de campeón de liga y cada una de las 24 Copas de Grecia de los Kokkini (los rojos) es fuente de alegría para los seguidores del Olympiakos, pero sinónimo de desgracia para los del Panathinaikos. De la misma manera, los 19 campeonatos de liga y las 16 Copas nacionales de los Prassini (los verdes), y sobre todo su acceso a la final de la Copa de Campeones de Europa en 1971, la única jamás disputada por un conjunto heleno, son otros tantos motivos de frustración para los incondicionales del Olympiakos.
Para colmo, la animosidad entre los dos clubes trasciende los límites del fútbol, ya que ambas entidades son polideportivas y dominan las competiciones de la mayor parte de las disciplinas que se practican en el país. Así las cosas, el ambiente es tan acalorado en los choques de la liga de fútbol como en los partidos de waterpolo, de baloncesto o de voleibol femenino.
Algunas cifras
Desde su primer encuentro en junio de 1930, los dos equipos se han batido 169 veces, incluídas todas las competiciones. Si bien el más antiguo de los dos, el PAO, ganó el encuentro inaugural, el Thrylos (la leyenda) aprendió la lección y a lo largo de los decenios ha sabido tomarle la medida a su rival. En vísperas de la 170ª edición del derbi, los del Pireo cuentan con 69 victorias a su favor por las 44 de los de la capital; las 56 citas restantes han acabado en tablas.
La voluntad de ganar a toda costa no ha faltado nunca, como lo demuestra el hecho de que, entre 1930 y 1947, las dos formaciones sólo registraron un empate. Incluso tuvieron que esperar a su 20ª confrontación, el 9 de marzo de 1947, para registrar el primer combate sin goles. No obstante, los tiempos han cambiado, pues tres de sus cuatro últimas contiendas depararon un 0-0.
Leyendas, anécdotas y frases del pasado
Aunque han perdido la supremacía en cuanto al número de victorias y de títulos nacionales, los fieles del Panathinaikos siempre podrán jactarse de haber ganado el primer derbi. ¡Y de qué manera! Los verdes se impusieron entonces por la que sigue siendo la victoria más abultada de la historia del enfrentamiento (8-2).
En el campamento rojo, prefieren recurrir a recuerdos más recientes, como las dos genialidades de Rivaldo en la temporada 2005/06, que permitieron al Olympiakos remontar el marcador adverso e imponerse por 3-2 en el balance final. Es más, el brasileño inscribió el gol del triunfo por 0-1 en el último contencioso de la temporada sobre el césped del Iraklis de Salónica, lo que permitió a su club sobrepasar por un punto sobre la mismísima línea de llegada a su porfiado oponente.
Aquella temporada, el Thrylos consiguió además la gesta de ganar todos sus derbis contra sus dos grandes rivales, el PAO y el AEK de Atenas. No obstante, también marcó el inicio de una racha de signo contrario para el club del puerto: desde entonces, los verdes ya no han vuelto a perder el derbi.
Actualmente
Además del prestigio y del honor que entra en juego en cada edición de este clásico, la primera batalla del curso entre los dos gigantes reviste asimismo una importancia capital para el estado de la clasificación. Liderado por los héroes locales Giorgos Karagounis y Kostas Katsouranis y reforzado por la llegada del francés Djibril Cissé en la entretemporada, el Pana de Gilberto Silva ocupa actualmente la primera posición.
Pero el Olympiakos, defensor del título y vencedor en las cinco últimas ligas, no está más que a dos puntos, y cuenta con los sudamericanos Luciano Galetti, Dudu y Diogo para triunfar en casa y hacerse con los tres puntos que le permitirían retomar el mando. Todos los ingredientes de una buena tragedia griega
Slavia Praga vs Spartak Praga
Dos veces al año tiene lugar en Praga el derbi más añejo y por tanto el más cargado de emociones de la capital checa. Cuando el Slavia y el Sparta de Praga traben combate sobre el campo este sábado, no sólo la grada del estadio se repartirá entre los seguidores del Slavia y los del Sparta, sino que la capital entera de la República Checa se entregará a la fiebre del clásico y se dividirá en dos bandos.

FIFA.com escudriña la historia del duelo entre los dos clubes más antiguos y excelsos de Praga.

Los orígenes
Desde hace más de 116 años existe entre ambas entidades una gran rivalidad, que cada temporada se pone dos veces de manifiesto en el derbi. El Slavia, el club de los intelectuales de la capital, fue fundado en 1892, y un año después vio la luz el Sparta de Praga,  nueve veces campeón checo y representante de los trabajadores de la cuidad.
El Sparta puede jactarse de un pasado glorioso, al igual que su adversario, el Slavia. Pero este último ha venido haciendo el papel de eterno segundón durante muchos años. Sin prisa pero sin pausa, no obstante, el Slavia está saliendo de la sombra del Sparta y, en las dos últimas temporadas al menos, pudo dejar atrás a su vecino y ganar los dos últimos campeonatos.

Algunas cifras

Este fin de semana, los dos clubes saltarán al terreno de juego para verse las caras en la 270ª edición. La última cita entre ambos colosos checos tuvo lugar en abril de este año, fecha en la que el Slavia albergó el derbi en su entonces recién estrenado "Eden", bautizado con el nombre de Synot Tip Aréna el 1 de abril de 2009. El desenlace de 1-1 sirvió al cuadro local para adjudicarse posteriormente su segundo campeonato de liga consecutivo.

La última derrota liguera del Slavia data de hace más de dos años, cuando cayó por 1-0 fuera de casa. Y el último descalabro ante su propio público se remonta al 14 de marzo de 2004, fecha en la que el Sparta asaltó su fortaleza con un 0-2.

El balance de los doce últimos choques es relativamente equilibrado. El Slavia ha prevalecido tres veces, y el Sparta cuatro. En los cinco empates registrados en los últimos seis años, ambos conjuntos tuvieron que conformarse con un reparto de puntos.

El máximo goleador en el derbi de Praga es, por lo demás, un austríaco. Josef Pepi Bican anotó 35 goles en 37 partidos.   

Leyendas, anécdotas y frases del pasado
"El foco de la atención se mantiene en el derbi a lo largo de toda la temporada. Incluso semanas antes de la cita, no se habla de otra cosa en los medios. Los jugadores se preparan muy especialmente para el partido y el ambiente es impresionante de verdad". Horst Siegl, jugador del Sparta de Praga en 1987-2000.
"En las semanas previas al duelo, puede apreciarse cómo crece la tensión en los dos bandos. La voluntad de victoria en el campamento del Sparta es mucho mayor que en el del Slavia".  Pavel Horvárth, jugador del Sparta en 1991-93 y en 2006; jugador del Slavia en 1997-2000.
Actualmente
Al cabo de nueve jornadas de liga, el Jablonec lidera sorprendentemente la Gambrinus Liga de la República Checa. El vigente campeón de Copa, el Teplice, le pisa los talones desde la segunda posición con un punto menos. A continuación, los dos venerables clubes de Praga ocupan las plazas tercera y cuarta.

El defensor del título, el Slavia, tiene 16 puntos en su cuenta, y el 2 de agosto sufrió su única derrota del curso hasta la fecha, en su desplazamiento al campo del Brno, que le batió por 2-0. El Sparta, en cambio, se mantiene invicto, aunque sólo ha podido ganar tres de sus compromisos y ha tenido que compartir seis veces el botín con sus adversarios.

CSKA Moscu vs Spartak Moscu
Este domingo, 26 de julio de 2009, se disputará en la capital rusa el derbi entre el CSKA y el Spartak de Moscú. En el estadio Luzhniki, capaz de albergar a más de 80.000 espectadores, saltarán chispas no sólo sobre el césped sino también en la grada, cuando se enfrenten los dos rivales de la metrópolis. FIFA.com revisa los acontecimientos y la historia del duelo entre ambos contendientes.
Los orígenes
Los comienzos de esta apasionante rivalidad por la supremacía en el fútbol moscovita se retrotraen unas cuantas décadas. El CSKA de Moscú, cuyo acrónimo significa en español Club Deportivo Central del Ejército, fue fundado el 13 de junio de 1901 y ha festejado un total de diez campeonatos nacionales de la antigua Unión Soviética y de Rusia. La última vez que se ciñó la corona fue en el año 2006.
Enfrente se encontrará al Spartak de Moscú, el club más popular de Rusia según las encuestas y el apodo del equipo, que se hace llamar "Equipo popular". Nada menos que 21 títulos de liga ha cosechado el conjunto visitante, que desde su fundación en 1922 se constituyó en el otro polo del CSKA, una alternativa no tan ligada a las instituciones del Estado. La última vez que levantó el trofeo en la división de honor de su país fue en el año 2001.
Hoy en día la rivalidad se basa por un lado en la historia del duelo entre los dos contendientes, y por el otro en el sencillo hecho de que o bien se es seguidor del CSKA o bien se es del Spartak. El derbi carece de connotaciones geográficas, sociales o religiosas.
Algunas cifras
Las estadísticas favorecen cumplidamente al anfitrión del próximo domingo. Cuando ambos equipos se midan por 125ª vez en la historia de la máxima categoría rusa, el cuadro local será el claro favorito, sobre todo si se tiene en cuenta el pasado más reciente.
De los doce últimos encuentros de liga, el CSKA ha ganado seis y ha empatado cinco. Los visitantes sólo se han llevado una vez los tres puntos, pero lo lograron justamente en la última contienda, librada en noviembre del año pasado. En aquella fecha el Spartak se impuso por 1-0 ante 60.000 espectadores gracias a un gol de Nikita Bazhenov, propiciando la conquista anticipada del título a cargo del Rubin de Kazán.
Actualmente
En la temporada en curso de la primera división rusa, la pugna por el liderato se mantiene muy cerrada, de manera que el choque de este fin de semana puede ser también crucial para el desenvolvimiento de la actual campaña. El Spartak de Moscú ocupa la tercera plaza a tres puntos de distancia del líder, el Rubin de Kazán, y empatado a puntos con su rival urbano, el CSKA (4º).

Uno de los principales responsables de que el Spartak esté tan arriba es el delantero brasileño Welliton, que encabeza la tabla de máximos goleadores con ocho tantos a su nombre. En el otro bando, un compatriota suyo es el encargado de causar estragos. Vágner Love firmó contrato con el CSKA en la temporada 2004/05 y desde entonces ha marcado 61 goles en 114 partidos de liga.
Ajax vs Feyenoord
Se han escrito libros, artículos periodísticos y sesudos ensayos sobre las emociones que desata De Klassieker: el clásico entre el Ajax y el Feyenoord, los dos clubes más populares de Amsterdam y Rotterdam respectivamente. Para los hinchas de ambos equipos, el choque es sólo comparable a un Real Madrid-Barcelona, que por esas ironías del calendario tiene lugar el mismo domingo 22 de octubre de 2006.

En esta ocasión el Ajax humilló a su rival en el estadio De Kuip por 4-0. El Feyenoord salió con ímpetu y Ali Boussanboun perdió una buena oportunidad de adelantar al equipo. Fue Klaas-Jan Huntelaar quien abrió el marcador para el Ajax en el minuto 11. Huntelaar dobló la ventaja siete minutos antes del descanso tras una gran acción de Kenneth Pérez.

El propio Pérez convirtió un penal a los cinco minutos de la reanudación y puso el 4-0 en el luminoso a la hora de partido, poco antes de que el Feyenoord se quedase en inferioridad numérica por expulsión de Pierre van Hooijdonk. También Sebastian Pardo tomó con anticipación el camino del vestuario cinco minutos antes del final, dejando al equipo local con nueve hombrefs.

Con este resultado el Ajax se mantiene en la primera posición de la liga con 21 puntos en ocho partidos, mientras que el Feyernoord ocupa la octava posición de la tabla con 10 puntos menos.

Más que un partido de fútbol, De Klassieker es un duelo entre dos ciudades con grandes diferencias de idiosincrasia y cultura. El Feyenoord es el club de los obreros de los muelles del sur de Rotterdam (la ciudad posee el mayor puerto de Europa) y, por lo tanto, se precia de su tradición de equipo trabajador y muy unido. Sus seguidores tienen por leyendas a hombres como Coen Moulijn, Wim van Hanegem o Paul Bosvelt, jugadores que encarnan la férrea fuerza de voluntad y la actitud inquebrantable que caracterizan a la propia hinchada.
Por lo que respecta a su calidad futbolística, no hay que olvidar que los holandeses están considerados los brasileños de Europa. Por eso, podríamos comparar a Rotterdam con Sao Paulo, el centro industrial de Brasil, y a Amsterdam con Río de Janeiro, la metrópolis cosmopolita. Según Jules Deelder, el poeta de Rotterdam: "El dinero del país se gana en Rotterdam, se reparte en La Haya y se tira por el retrete en Amsterdam". Puede que la analogía no sea precisamente grata, pero refleja muy claramente lo que piensan los seguidores del Feyenoord.
Pese a todo, pueden estar más que satisfechos con los títulos que les ha brindado su equipo: 14 ligas, 10 Copas de Holanda, dos Súper Copas, dos Copas de la UEFA, y el triunfo en el Campeonato Europeo de Clubes y en el Campeonato Mundial de Clubes en 1970. No obstante, cuando este palmarés se compara con la abrumadora vitrina del Ajax, que expone 29 campeonatos holandeses, 17 títulos de la primera división de liga, 16 Copas de Holanda, una Copa Intertoto, cuatro Súper Copas, tres Copas de Europa, una victoria en la Liga de Campeones de la UEFA, una Recopa de Europa, una Copa de la UEFA, tres Supercopas de Europa y dos Campeonatos Mundiales de Clubes, el brillo de los trofeos del Feyenoord queda un tanto deslucido.
Hechos, no palabras
El partido del domingo se celebrará en Rotterdam, en un estadio que oficialmente se llama Stadion Feyenoord, pero que el mundo del fútbol conoce como De Kuip ('La cuba'). Incluso los seguidores del Ajax consideran al De Kuip como el estadio con más ambiente del país, ya que el público se encuentra pegado al terreno de juego. De hecho, se dice que los hinchas del Feyenoord lo construyeron con sus propias manos, pues se trató de un proyecto para dar empleo a los obreros en paro que tenía la ciudad durante la crisis económica de la década de 1930. Este hecho subraya la importancia y el auténtico significado que encierra el lema del club: "Geen Woorden Maar Daden" ('Hechos, no palabras').

Los "artistas" del Ajax serán los grandes favoritos del clásico del domingo. Con seis victorias en siete partidos hasta la fecha, y con un equipo que incluye a Ryan Babel, John Heitinga y Klass Jan Huntelaar, el club de Amsterdam no teme emprender el viaje de 70 km que lo llevará al campo del rival. Además, los Godenzonen ('Hijos de los dioses') tienen la historia de su parte. De los 153 partidos que han enfrentado a ambos equipos, el Ajax ha ganado 68 y el Feyenoord 51.
El Ajax-Feyenoord es uno de esos enfrentamientos que también garantizan diversión, entretenimiento y emoción a todos los aficionados neutrales. Algunos de los duelos más espectaculares de este Klassieker han ofrecido un auténtico diluvio de goles. El 29 de noviembre de 1964, cuando sólo habían transcurrido unos 42 años desde el primer encuentro entre estos dos clubes, el Feyenoord se impuso al Ajax por 9-4. Al principio de la temporada 1983/84, el Ajax vapuleó a su eterno rival por 8-2, aunque el conjunto de Rotterdam se vengó con su doble victoria, en la liga y en la Copa, esa misma temporada. Además, el Feyenoord derrotó al Ajax por cuatro goles a uno en el partido de vuelta, con un equipo en el que figuraba precisamente Johan Cruyff, el ídolo del Ajax, que estaba a punto de poner fin a su carrera como jugador.
Lamentablemente, diversos incidentes en las gradas han empañado los últimos choques entre ambos equipos, aunque ya se atisban signos de mejora. De hecho, entre ambas hinchadas existe un saludable respeto mutuo. Y es que, según proclama uno de los sitios Web de aficionados del Ajax, "alguien a quien, en realidad, miras por encima del hombro nunca podrá ser tu rival".

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